martes, 28 de junio de 2011

Columna de Julio Hernández López en La Jornada

Astillero

¡Manos arriba!

Fraudes en preparación

Encinas, el mejor

Bravo Mena y las babas

Julio Hernández López

Foto
EN POS DEL VOTO MEXIQUENSE. Alejandro Encinas Rodríguez y Andrés Manuel López Obrador, durante el cierre de campaña regional del primero, candidato de la coalición Unidos Podemos Más a la gubernatura del estado de México, ayer en NezahualcóyotlFoto Carlos Ramos Mamahua
E

n el estado de México no se ven encaminadas a ganar las manos opositoras que ayer en naturales expresiones de aliento a sus candidatos se vieron alzadas en templetes de notables que acudieron a cierres de campañas, sino las manos oscuras que a ras de tierra han realizado una ostentosa y descarada tarea de defraudación, previa a las urnas, que constituye un escandaloso retroceso político hacia los peores momentos del priísmo más dinosáurico.

Enrique Peña Nieto ha preparado un auténtico atraco electoral para el próximo 3 de julio, mediante el abuso de los recursos públicos en favor de su chapeado candidato coyuntural, Eruviel Ávila, empecinado en mostrar en el estado de México las armas sucias con que pretende hacerse el año venidero de Los Pinos. Montando una contienda absolutamente inequitativa, con medios de comunicación y órganos electorales bajo control, trazada sin duda la ruta del fraude mediante la operación de un equipo multidisciplinario que ya tiene el mapa de votantes, sus datos básicos (entre ellos, obviamente, los relacionados con las credenciales de elector) y que ha repartido mercancías y materiales para comprar la voluntad cívica, el virtual candidato presidencial tricolor está "ilustrando" (para usar el dominguero término usado en días pasados por Silvestre Fox) lo que será 2012: sindicatos de delincuencia electoral volcados en actos de virtuosismo adulterador, financiados con dinero proveniente de arcas de mandatarios actuales y de ex gobernadores bien forrados que dejaron heredero-financista y ahora invierten sus haberes en el federativo negocio sexenal que esperan recuperar. ¡Manos arriba: ésta es una elección!, podría ser el grito de guerra, ya confeso, a partir del primer domingo del mes en puerta.

A pesar de todo el revuelo causado en la etapa preliminar a su candidatura formal, cuando se debatía sobre su viabilidad domiciliaria y se forcejeaba para definir si habría alianza con el PAN, Alejandro Encinas no ha alcanzado la plenitud electoral que le lleve a gobernar el estado de México. Es el mejor candidato posible de la izquierda, tuvo una buena imagen en los debates televisados y a juicio de muchos fue el ganador de ellos, mantuvo congruencia ideológica que contrastó notablemente con la dispersión o la superficialidad de sus contrincantes, presentó un programa de gobierno inteligente y susceptible de cumplimiento, congregó motivadoramente en su derredor a líderes nacionales distanciados (aunque, en el acto de ayer, Cuauhtémoc Cárdenas nuevamente se ausentó) y seguramente conseguirá una votación muy por encima de lo que esa izquierda hubiera conseguido de no haber participado él.

Sin embargo, Encinas no creció lo suficiente, en parte por discordias internas (la pluralidad festejada en las fotografías significó, ya traducida en reparto de responsabilidades y promesa de futuros pagos políticos, en causa de colaboraciones a medias, alejamientos apenas disfrazados y una temprana elusión de culpas por eventuales fracasos electorales), pero en esencia porque el modelo de competencia impuesto por el penañietismo ha llevado lo electoral a niveles que se pensaban no solamente superados sino difícilmente repetibles. Ni Encinas ni nadie podría haber remontado la prostitución cívica que se ha implantado en el estado de México, mediante la compra abierta del voto y la operación abierta de brigadas de mapaches en espera de conseguir el 3 de julio marcas históricas para abonar la expectativa de su jefe encopetado.

Luis Felipe Bravo Mena ni siquiera ha alcanzado el objetivo de convertirse en el principal candidato opositor. Llegó de relleno, porque el jefe de su partido (Calderón, no el diluido Gustavo Madero) fue impedido por una rebelión lopezobradorista de cerrar trato con los Chuchos perredistas para realizar una más de sus alianzas de oportunidad. Y sus mejores esfuerzos fueron dedicados en el último tramo de su campaña a combatir la versión de que habría de declinar en favor del opositor puntero, sin poderse quitar el aire endurecido y sombrío de la militancia yunquista ejecutiva y sin producir más que frases poco exitosas (la de ayer, augurando que se les caerá la baba a muchos cuando vean que él ganará la gubernatura).

A pesar de todo, movidos por la inmediatez, entendible el obligado aire triunfalista escenográfico, los notables del perredismo y el panismo insistieron en mostrarse ayer, en los cierres de campaña, convencidos de que podrán ganarle al cártel tricolor. Ebrard, AMLO y Zambrano junto a Encinas. Madero y algunos de los precandidatos presidenciales con Bravo Mena. Las manos entrelazadas sosteniendo la presunta victoria de su favorito, convalidando con esos augurios amables el proceso en sí. Esperanzados todos en la posibilidad de cambiar en otro momento los dados ahora tan cargados: ha sido un duelo de erarios y equipos financiados mediante transferencias económicas presuntamente habilidosas (Peña Nieto y los ex gobernadores detrás de Eruviel; Ebrard y las triangulaciones hechas en otros estados, en apoyo de Encinas; una parte representativa del gobierno federal en respaldo simbólico del también simbólico Bravo Mena), pero los presuntos perdedores creen posible recuperar terreno en la Madre de todas las batallas, 2012, aunque ya vayan perdiendo, así fuera a la mala, la que decían sería la preliminar mexiquense muy predictiva.

Allí está una de las trampas de 2012. Desde ahora es de advertirse que no habrá competencia mínimamente aceptable, y no sólo por las nubes de violencia que presagia el narcotráfico encaminado a servir de arma electoral en favor de sus derechistas manejadores actuales, sino también por el manejo de dineros oscuros y blanqueados y de equipos de defraudación electoral que hoy están realizando un ensayo triunfal desde Toluca. ¡Hasta mañana, ahora sí abiertamente con panistas y priístas movidísimos para que haya periodo extraordinario de sesiones legislativas y se aprueben las reformas que Calderón reactivó horas después de que Jorge Hank fue liberado!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Nota periodística en La Jornada

Quienes desean ruptura con Ebrard se van a quedar con las ganas: AMLO>

Alejandro Encinas se congratula de que su campaña unificó a los partidos de izquierda

Cuauhtémoc Cárdenas y su hijo Lázaro, ausentes del cierre de campaña en Nezahualcóyotl

El candidato perredista reitera su exhorto a panistas y priístas a no "desperdiciar" sus votos





















René Ramón y Alma E. Muñoz
Corresponsal y enviada
Periódico La Jornada
Lunes 27 de junio de 2011, p. 31

Nezahualcóyotl, Méx., 26 de junio. El cierre de campaña regional de Alejandro Encinas, candidato de la coalición Unidos Podemos Más a la gubernatura del estado de México, sirvió para refrendar la unidad entre los dos principales aspirantes a la candidatura presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, rumbo a 2012.

“La mafia del poder se va a quedar con las ganas de vernos divididos (a él y a Ebrard, a quien consideró un "excelente gobernante" del Distrito Federal) porque va a haber unidad siempre en nuestras filas. Síganle apostando a eso, que no nos vamos a dividir y se van a ver derrotados. Tenemos una cita con la historia. Les vamos a volver a ganar en 2012”, sentenció López Obrador.

Ante miles de personas que desbordaron la explanada Unión de Fuerzas en este ayuntamiento, el más importante para la izquierda en la entidad, convocó a reforzar en los tres últimos días el proselitismo casa por casa en favor de Encinas, y llamó al priísta Eruviel Ávila Villegas "un títere, un pelele de la mafia del poder".

Dijo que esta contienda es clave en la lucha contra el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, quien cuenta con el apoyo "de la mafia del poder", además de tener "mucho dinero malhabido" y el respaldo de la mayoría de los medios de comunicación, en particular de Televisa.

En su discurso, que fue el más ovacionado, resaltó que no podrán destruirlos políticamente porque "somos millones los que queremos un cambio en el estado de México y en el país. Es una oportunidad histórica la que tenemos el próximo domingo". Pidió a la gente no vender su voto.

Ebrard, por su parte, aseguró que Encinas Rodríguez está creciendo "como la espuma" y ha ganado en todos los foros.

"Hoy les decimos a los del PRI (Partido Revolucionario Institucional) que Alejandro y el pueblo los van a sacar del palacio de gobierno de Toluca" y habrá "un nuevo gobierno digno, honesto, que esté con las mayorías. Porque tenemos un candidato que puede andar por la calle porque no debe nada y es honesto. Lo que el PRI no hizo en 82 años, Encinas lo va a hacer en seis." Apuntó que, con su triunfo, el abanderado cambiará la vida cotidiana en la entidad y la forma de hacer gobierno.

Ebrard enfatizó que Encinas reproducirá los programas sociales del Gobierno del Distrito Federal, como el apoyo a adultos mayores, madres solteras y discapacitados, y la entrega de becas y uniformes para estudiantes de nivel básico.

Antes, Jesús Zambrano, presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) –quien reclamó con un golpe en el pecho y un "¿y yo qué?" su intervención después de los dirigentes de Convergencia, Luis Walton, y del Partido del Trabajo, Alberto Anaya– se comprometió a mantener la unidad rumbo a 2012.

Distancia con Zambrano

"Unidos arrancamos la campaña de Encinas en Ecatepec y así terminamos. La izquierda va a ganar y a dirigir los destinos del país." La gente respondió con gritos de "¡Obrador! ¡Obrador!" El perredista resaltó que cuentan con dos grandes personajes, y de entre López Obrador y Ebrard surgirá el candidato de unidad.

Su discurso hizo que Ebrard, Encinas, los representantes del PT y Convergencia le dieran sendos abrazos, pero no López Obrador, quien sólo le extendió la mano, actitud que repitió después, cuando, al término de su intervención, el ex candidato presidencial se lo brincó para saludar a los otros líderes.

En el colofón del mitin, Encinas celebró que su campaña lograra la cohesión de la izquierda y que la gente recuperara la confianza en el proyecto que enarbola, "para dejar atrás 82 años de un gobierno corrupto, de una élite política que se ha enquistado en el gobierno a partir de una red de complicidades, de negocios, corrupción y manipulación de la inmensa necesidad que tienen los habitantes del estado".

Sostuvo que la gente está harta de los gobiernos priístas: "se vive con mayor inseguridad, más violencia, pero particularmente en la incertidumbre, porque la mitad de la población mexiquense vive en la pobreza y en la marginación. Tres millones en pobreza alimentaria".

Reiteró su llamado a priístas y panistas a sumarse a su causa y no desperdiciar su voto, pues de lo contrario permitirán que se mantenga la actual forma de gobierno.

Agradeció el apoyo de sus amigos Ebrard y López Obrador; también de los dirigentes del PT, PRD y Convergencia, y envío un abrazo "cariñoso y solidario" a Cuauhtémoc Cárdenas y a su hijo Lázaro, que este domingo no estuvieron en el mitin.

A la explanada de Nezahualcóyotl llegaron juntos en la camioneta de Ebrard el jefe del gobierno capitalino, López Obrador, Zambrano y el diputado Armando Ríos Piter, entre otros. Antes se tomaron un café en un restaurante Vips cercano.

En entrevistas por separado, al final del acto, López Obrador y Ebrard refrendaron su compromiso de apoyar al mejor ubicado para la contienda de 2012 y se manifestaron a favor de la realizar consultas y debates.

López Obrador acompañó más tarde a Encinas a Tultepec, a otro cierre de campaña regional.

El candidato de las izquierdas reiteró su convicción de que será el próximo gobernador del estado de México. "Tomaré posesión el 16 de septiembre y vamos a recuperar el gobierno para el bienestar y el servicio de la gente."

Ofreció, a solicitud de los artesanos de la pirotecnia, la construcción de un hospital de especialidades para atender a los fabricantes de fuegos artificiales que resulten lesionados debido a su actividad.

Columna de Carlos Fernández Vega en La Jornada

México SA

Minería: saqueo institucionalizado

¿Dominio directo de la nación?

Trasnacionales: 40 centavos por dólar
Carlos Fernández-Vega


Nada mal camina el negocio, sobre todo cuando se recuerda que se trata de bienes bajo "el dominio directo de la nación", como lo establece la Constitución de la República: de cada dólar de producción minera en México, 40 centavos terminan en las alforjas de empresas trasnacionales concesionadas por el gobierno federal, especialmente canadienses. Así de sencillo: de los cerca de 10 mil millones de dólares en ventas (dato de 2009, año de la crisis) que oficialmente generó la minería en el país, alrededor de 4 mil millones de billetes verdes fueron a parar a los balances financieros de dichos consorcios foráneos, es decir, la misma cantidad que invirtieron ese año, pero para hacer negocio durante cuando menos dos décadas.

Se trata del boyante negocio de la minería en México (con ingresos majestuosos para los empresarios concesionados, salarios de hambre para los trabajadores y aire para las arcas públicas), que desde hace 20 años pasó del Estado a manos privadas, vía generosas concesiones (paraíso fiscal incluido), por decisión de los gobiernos neoliberales que sin rubor alguno se han pasado la Constitución por el arco del triunfo. A cambio, por cada una de las más de 25 millones de hectáreas concesionadas en dicho periodo para tal fin, semestralmente el erario recibe entre 5.08 y 111 pesos (tarifas 2011), cuando pagan.

En la entrega de ayer se documentó el espeluznante caso de la mina El Boleo, en Santa Rosalía, Baja California Sur. Alguien podría suponer que esa es la excepción, pero no: es la regla, por mucho que el secretario de Economía, Bruno Ferrari (titular de la dependencia que expide las concesiones respectivas) asegure que en México “la minería ha sido sinónimo de crecimiento, dinamismo y transformación para el país… debemos continuar haciendo de este sector un pilar de la economía y una punta de lanza de nuestra productividad”.

De acuerdo con información de la Cámara Minera de México, la inversión extranjera directa en este sector durante el sexenio calderonista (2007-2012) ascendería a 22 mil millones de dólares, de los que 13 mil millones se invertirían entre 2010 y 2012. El 75 por ciento de ese capital corresponde a consorcios canadienses (que se quedan con la gran tajada), y 15 por ciento a estadunidenses. Lo mejor del caso es que se trata de bienes bajo "el dominio directo de la nación".

El citado Bruno Ferrari también asegura que los mineros mexicanos tienen "un salario que es mayor en una tercera parte al resto del promedio nacional". Si fue chiste, resulta bastante malo, pero peor aún es el panorama salarial para los trabajadores: de acuerdo con la estadística del Inegi, en 1998 la remuneración nominal promedio (salarios y sueldos, siendo éstos mucho mayores que los primeros) en el sector fue de 148.6 pesos; en 2008 ascendió a 231.17 pesos, un incremento de 55.56 por ciento en el periodo, es decir, la mitad del crecimiento inflacionario en igual lapso (108.22 por ciento, con información del Banco de México). De cualquier suerte, con 231.17 pesos a nadie le alcanza para vivir, salvo a Ernesto Cordero.

Lo anterior se compara con los felices resultados para las empresas mineras (nacionales y foráneas) concesionadas por el gobierno federal: entre 1998 y 2008 el número de unidades económicas censadas apenas creció 1.45 por ciento, pero su producción bruta total se incrementó 175 por ciento, sus activos fijos netos 385 por ciento y sus ingresos 165 por ciento. Pero más allá de las tarifas de mentiritas que dice el gobierno que les cobra, su ganancia también se ha fortalecido por otra parte: en igual lapso, el número de trabajadores a su servicio sólo avanzó 11.6 por ciento, de tal suerte que con un salario real cada día menor, las cargas de trabajo se han incrementado brutalmente.

Ese es el resultado concreto de la gerencia instalada en Los Pinos, o si se prefiere el "sinónimo de crecimiento, dinamismo y transformación para el país" (Ferrari dixit), aunque justo es mencionar que en todo esto el Poder Legislativo no está libre de responsabilidad. No sólo aprobó las "modificaciones" (un giro de 180 grados) a leyes secundarias para que "el dominio directo de la nación" en materia minera simplemente quedara en el papel, sino que el tema es de su interés (por llamarle de alguna forma) sólo cuando le es políticamente útil. Para lo demás, el business es el business.

Justo en 2009, cuando las empresas mineras que operan en México obtuvieron los citados 10 mil millones de dólares, en el Senado de la República se presentó una iniciativa de ley, que en su parte medular proponía "el cobro de un derecho por el 4 por ciento sobre el valor de los bienes sujetos a extracción, cuantificado en el lugar donde se dan estas actividades, independientemente del domicilio fiscal de las empresas o particulares, titulares de la concesión o asignación minera correspondiente". Lo anterior, en el entendido de que los consorcios nacionales y foráneos nada pagan por la enorme riqueza puesta a su disposición por los generosos gobiernos neoliberales.

Uno de los elementos que sustentó tal iniciativa resulta tan simple como aberrante: por obra y gracia del gobierno federal, no sin la santa mano del Legislativo, los beneficiarios de concesiones y asignaciones mineras en México deben pagar semestralmente, por cada hectárea o fracción concesionada o asignada, el derecho sobre minería de acuerdo con una tarifa de cuotas, las cuales son verdaderamente ridículas, pues en 2009 se fijaron entre 5 (la mínima) y 101 pesos (la máxima) por hectárea, de acuerdo con los años de vigencia de la concesión, independientemente del valor y el volumen del mineral obtenido.

Ante tal propuesta, rápidamente la oligarquía minera soltó a sus "cabilderos" –la propia Secretaría de Economía, entre ellos– para que tal iniciativa no pasara de ser leída ante el pleno. Directamente se envió al bote de la basura, y a cambio en la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2010 quedó claro que por concepto de regalías provenientes de fondos y explotaciones mineras, el erario recibiría cero peso, cero centavos, y que las tarifas por hectárea serían de 5.08 pesos (la mínima) y 111.27 pesos (la máxima). Para 2011, la misma ley, aprobada por el Legislativo, ratificó la decisión. El saqueo, pues, institucionalizado.

Las rebanadas del pastel

Otra vez el río de mierda cubre a Nezahualcóyotl y Ecatepec, luego de los desbordamientos del Bordo de Xochiaca y el Dren General del Valle de México. Con el agua hasta el cuello, los habitantes de dichos asentamientos deben recordar el otro río de mierda, disfrazado de discurso y lleno de promesas, que también todos los años dejan correr los políticos: "nunca más otra inundación".

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