viernes, 30 de julio de 2010

La izquierda y el 2012

Arnaldo Córdova


Todo mundo lo dijo: Andrés Manuel López Obrador se puso en campaña de nuevo al día siguiente de que se consumó el fraude de 2006. No les parecía sino que, al perder y demostrar ser mal perdedor, de inmediato se ponía en marcha para contender por la Presidencia de la República de nuevo en el 2012. Poco caso se hizo de esa muestra de autocrítica que el candidato de la izquierda dio después de aquellas elecciones: había habido muchas deficiencias en la organización para la contienda electoral; una enorme cantidad de casillas no se había cubierto, faltando representantes que no asistieron o, de plano, fueron ignoradas por la logística partidista. Así, no se podía hacer nada. Había que organizarse para que, en el futuro, no volviera a ocurrir. Y sí, López Obrador se aplicó de nuevo al trabajo.

Muy lejos estuvo nuestro candidato presidencial, empero, de mostrar deseos de venganza por la derrota, considerando que no había sido derrotado de verdad, sino despojado de un triunfo que estaba a la vista de todos. Su decisión de emprender de nuevo la movilización obedeció, más bien, a lo que le resultaba de ese ejercicio autocrítico y lo dijo muchas veces, más o menos en las mismas palabras: "Nos robaron la elección, pero también tuvimos muchas fallas y lo que nos faltó fue organización. Para que no vuelva a pasar eso, hay que construir, desde ahora mismo, esa organización de masas que nos faltó". Esa autocrítica entrañaba también, sin duda alguna, una crítica a su partido, el PRD, que no había sabido proporcionar esa organización.

López Obrador recorrió desde entonces varias veces el país, creando una organización paralela de la partidaria que a muchos les disgustó dentro del PRD. "Está formando un nuevo partido, su partido", se dijo en numerosas ocasiones. No era así. Lo que él buscaba era organizar directamente al pueblo con vistas, sí, a las siguientes elecciones presidenciales; pero de ninguna manera estaba auto postulándose para una nueva candidatura. En ese momento, a él no le interesaba eso en absoluto y lo dijo todo el tiempo. Ya ese mismo movimiento que estaba formando decidiría quién sería su próximo candidato y luego, cuando comenzó a perfilarse la precandidatura de Marcelo Ebrard, comenzó a afirmar que el candidato sería el mejor posicionado, vale decir, el que recogiera los mayores consensos entre los partidos y la ciudadanía.

A lo largo de todo ese tiempo, desde 2006, el tabasqueño ha tratado de forjar esa organización que a la izquierda faltaba del único modo que puede hacerse para que se vuelva permanente y sólida: recurriendo al contacto permanente con la gente del pueblo a todo lo largo y ancho de la República. En este sentido, López Obrador ha logrado algo que ningún político se sueña: conocer por sí todos los municipios de México y dejar en cada uno de ellos un contingente organizado, a veces numeroso a veces modesto, listo para actuar en cada momento.

Es cierto que el Peje jamás ha dejado de andar en campaña por la Presidencia de la República en 2012; pero desde el principio dejó en claro que no era atendiendo a una ambición personal, sino mirando al futuro de la izquierda, la que no debía volver a presentarse tan desarmada como lo hizo en las elecciones de 2006. Lo que importaba era darle a la izquierda esas armas de las que había carecido en aquella ocasión y que consistían, esencialmente, en una organización nueva de masas, con una gran capacidad de movilización y de concentración. Como para demostrar su dicho, empezó a llenar con cientos de miles de seguidores nuestra plaza principal. Nadie lo ha hecho ni tantas veces como él.

Y mientras el movimiento se desarrollaba pujante, creando una conciencia participativa en millones de ciudadanos y, lo más importante, un compromiso con la nación, el PRD se despeñaba en las pugnas internas y se desdibujaba como una verdadera opción partidista. Ese proceso se hizo irreversible desde que los chuchos asaltaron el poder avalados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que reconoció su preponderancia en el partido. Entonces comenzaron sus deslindes respecto de y sus francos ataques a López Obrador y a su movimiento cívico. Curiosamente, fue ese movimiento el que comenzó a ganar batallas, como la del petróleo, y el que empezó a sumar fuerzas que antes eran extrañas a o que estaban alejadas de la izquierda.

Han sido esas batallas memorables las que le han dado nombre. Ahora se presenta como el Movimiento en Defensa de la Economía Popular, el Petróleo y la Soberanía Nacional. El PRD, sobre todo a partir de que hizo suya la línea trazada por Manuel Camacho Solís, de aliarse con la derecha y con cuantos se dejaran para conseguir objetivos puramente pragmáticos, ha dejado de tener la muy pálida identidad que tenía desde su fundación. Sigue siendo el mayor y más representativo partido de izquierda, pero el hecho es que él mismo ha contribuido a que el mismo concepto de izquierda pierda sentido. Tendremos que identificar una y otra vez a la izquierda, por lo menos para saber quiénes la forman hipotéticamente.

Cada vez son menos. Una vez contábamos en ese campo a los priístas nacionalistas y a los viejos lombardistas. Ellos ya no existen. Ahora sólo quedan tres partidos, el PRD, el PT y Convergencia. En el PRI, aunque a muchos no les guste oírlo, ya no hay izquierdistas y ni siquiera centristas. En el PAN nunca los hubo, aunque sí muchos espíritus esclarecidos que también se fueron. El PT es un amasijo de viejos grupos movimientistas que carece de una verdadera identidad partidaria e ideológica, pero lo consideramos de izquierda. Convergencia es un grupo formado en torno a su líder, Dante Delgado, que no siempre logra uno definir con precisión. El PRD es la única gran fuerza partidista de izquierda, pero ahora deshilachado y copado en su dirección por un grupo mafioso y faccioso que lo está destruyendo ineluctablemente. Como gran fuerza de izquierda no queda más que el movimiento cívico lópezobradorista.

Este movimiento es obra de millones de mexicanos que desean volver a creer y actuar cohesionados por un gran líder de masas, claro en sus planteamientos y carismático, como respuesta popular a la impostura y a la pésima política de los círculos gobernantes que han hecho trizas nuestra economía y todas sus instituciones igualitarias y justicieras. Es la respuesta que viene desde abajo al mal gobierno, a la impunidad, al latrocinio y a la desvergüenza de quienes se han adueñado del poder y de la riqueza pública. Que López Obrador haya hecho pública su decisión de contender de nuevo por la Presidencia de la República creo que a nadie debería sorprender, en primer lugar, porque muy pocos como él tienen algo que ofrecer como candidatos de la izquierda y, en segundo lugar, porque nadie como él ha sabido forjar un movimiento de masas que quiere luchar por el poder y encumbrar en el mismo a uno de los suyos.

jueves, 29 de julio de 2010

RECREO: CALLAR, CONTRAPRODUCENTE.

AL PRINCIPIO

CALLAR, CONTRAPRODUCENTE.

Un apreciado periodista Zacatecano, director de un semanario, fue sustraído de su hogar con violencia en la madrugada de ayer. Hasta el momento de redactar estas líneas se ignora su situación. Es un profesional de la información esforzado por practicar un periodismo crítico, reflexivo, y es autor de una iniciativa de un alto valor democrático. Él es quien ha interpuesto la solicitud de información respecto a los ingresos de los rectores de la UAZ, con base en la regulación jurídica del acceso a la información pública mostrando una tenacidad encomiable que le ha permitido ganarle varias batallas litigiosas a las autoridades de nuestra Máxima Casa De Estudios.

Es la primera ocasión en que la víctima de este tipo de situaciones es periodista. Como se produce a unas cuantas horas del secuestro de varios colegas de Gómez Palacio Durango, esto provoca una sensación de amenaza especialmente dirigida al ejercicio periodístico.

El riesgo profesional generalizado es un fenómeno de reciente aparición. Cierto que desde que el periodismo han ocurrido crímenes que pretenden prevenir o castigar una línea periodística o una información específica. Pero nunca se había producido una situación con las actuales características, ni siquiera durante la fase armada de la Revolución, periodo en que los riesgos correspondían a los que cubrían los hechos desde el frente de batalla, los corresponsales de guerra.

EL QUE NADA DEBE TODO TEME

Lo de ahora es distinto. En Monterrey, desaparecen a un reportero y a un camarógrafo de televisión Azteca cuando grababan fiestas de homenaje a las madrecitas, en Guerrero desaparecen a Amado Ramírez, conocido corresponsal de televisa en la entidad. En casos como estos, se trata de periodistas ajenos a la investigación policial por lo que no es descabellado deducir que son víctimas escogidas al azahar para enviar un mensaje de intimidación a las poderosas televisoras, que al parecer surte efectos, porque lo que cubren del crimen organizado se basa siempre en versiones oficiales, sin investigación periodística independiente.

En Zacatecas la delincuencia organizada ha intimidado a periodistas en lo individual, ha forzado la publicación de fotografías con narcomantas, ha intimidado a concesionarios de medios electrónicos, todo eso sólo se comenta en voz baja. A los delincuentes les funciona la estrategia al grado tal que cuando suceden hechos como el reciente atentado al director de la ministerial en la que perdió la vida, sin deberla ni temerla, el hermano de la directora de salud, la información al respecto carece de los elementos básicos de una nota informativa, el “qué” el “quién”, “cuándo”, “dónde”.

CONVERGENCIA DE INTERESES

Por motivaciones distintas, las autoridades coinciden con los delincuentes en el afán de que la información no fluya a la sociedad, no se trata de razones originadas en la necesidad del sigilo policial, sino en la obsesión de preservar la imagen y evitar la presión social, las autoridades que así se conducen, (por cierto, la abrumadora mayoría del país”, pre suponen que lo malo no es que sucedan crímenes, sino que estos se conozcan.

Es muy frecuente escuchar que “para que queremos héroes”, “no se necesitan mártires” “tú que ganas” “con qué les hacemos frente”. Todas estas expresiones son sinceras, de buena fe, son la manifestación de la conciencia del peligro y la poca confianza que se tiene en la capacidad de respuesta social y en la eficacia gubernamental, pero ¿entonces qué? ¿Nos rendimos?

El caso es que la inhibición informativa no ha impedido que México ocupe el primer lugar en el mundo en el número de periodistas asesinados, por el contrario, por omisión hemos favorecido la implantación social de los cárteles al no examinar con todo rigor el acontecer delictivo, sus raíces económicas, sociales, culturales y hasta políticas. Las evoluciones posibles y las evoluciones deseables, hemos permitido que la patológica irresponsabilidad partidista use el tema como piedra contra los adversarios, y le damos un trato de “grilla barata” al asunto público más grave que hemos enfrentado los mexicanos en muchos años.

Al ÚLTIMO

APRENDER EN CABEZA AJENA

En Zacatecas secuestran al suegro de Rafael Flores días antes de la jornada electoral y lo importante es que no se sepa. En Valparaíso secuestran a uno de los candidatos a la presidencia municipal y lo importante es que no se sepa. ¿Que no es aconsejable extraer lecciones de lo que pasa en Chihuahua en donde ya van dos familiares del gobernador electo que son asesinados?

En Chihuahua, hace años, consideraban más grave que se supiera lo que pasaba, que lo que pasaba. Creo que ahora lo lamentan.

Parafraseando una conocida expresión referida a la política “uno se puede olvidar de la delincuencia organizada, pero la delincuencia organizada no se olvida de uno”

Nos encontramos el lunes en el recreo

luismedinalizalde@gmail.com

AMLO: por fin un proyecto de nación


Víctor M. Toledo

Justo en el momento en el que la política alcanza sus niveles más denigrantes; cuando el país carece de brújula y la ciudadanía sufre un ataque agudo de desesperanza. Justo cuando los indicadores, económicos, sociales, ambientales y morales revelan que la nación padece una crisis múltiple, AMLO presenta, para su amplia discusión, un proyecto de nación. El acto parece descabellado o ingenuo en un país donde la política se hace ya sin ideas, movida casi totalmente por la lógica cínica, es decir, por los compromisos, las componendas y un pragmatismo cuyo motor es el signo de pesos. Sojuzgada hasta el extremo por el capital, a tal punto que es casi imposible distinguir entre el empresario y el político, la práctica política se ha convertido en una acción indecente, sin discurso, valores ni metas. Y este irracionalismo contamina, por desgracia, buena parte de la vida del país.

Dibujar un proyecto de nación, incluso sin el adjetivo de alternativo, en las muy difíciles condiciones actuales, es una proeza que todo ciudadano consciente está obligado a reconocer, porque remonta una situación de decaimiento y desconsuelo, y porque le abre de nuevo a los mexicanos la inmensa puerta de la esperanza. Y es que un proyecto de nación, que es una propuesta de gente pensante, rebasa en teoría a los individuos, a las personalidades y a los dirigentes, en tanto creación colectiva, en tanto acto intelectual de buena voluntad y en tanto oferta para contender.

La primera versión del proyecto, unas 25 páginas elaboradas con el concurso de cerca de medio centenar de pensadores, que se hizo público el pasado domingo, está llamada a operar como un detonador de las voluntades de los millones de mexicanos que como nunca antes sufren, en diferentes versiones y matices, el peso de la corrupción, la injusticia y la falta de oportunidades para alcanzar una vida digna, sana y segura. Ahí están el pequeño comerciante abatido por los grandes monopolios, el joven sin trabajo ni escuela, la familia de clase media amenazada por la delincuencia, el profesionista laborando en actividades impropias, el campesino marginado, los obreros y empleados mal pagados y peor tratados, y los millones sin información, conocimiento, trabajo.

Más allá de su coherencia ideológica, nivel de actualidad e impacto transformador, todo lo cual se irá delineando mediante la discusión anunciada, el documento alcanza un alto grado de legitimidad por dos razones. Primero, porque se plantea clara y rotundamente como objetivo central el desmantelamiento de las prácticas neoliberales que hoy por hoy, no sólo en México sino en el mundo, explotan el trabajo humano y el trabajo de la naturaleza, tan impíamente, que la humanidad se mueve inexorablemente a una crisis de supervivencia. El renacimiento de México, se sostiene, se logra venciendo la inercia de más de dos décadas de neoliberalismo. En segundo lugar porque ha intentado cubrir todas las dimensiones que requieren urgente atención, es decir, que conforman reclamos casi obvios de la sociedad mexicana, evitando dejar fuera del análisis cualquiera de las problemáticas más notables o visibles. Así, para lograr la transformación se propone desde la revolución de las conciencias y el pensamiento crítico, y la defensa de los recursos naturales, pasando por la recuperación del sector público, la supresión de los monopolios, la democratización de los medios de comunicación, la extinción de los privilegios fiscales y las desprivatización del petróleo y la electricidad; hasta la recuperación del campo y la soberanía alimentaria, el predominio de la agricultura ecológica y la defensa de los derechos de los pueblos indígenas.

Ya lo dijo José Martí, hace más de un siglo: Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados. Lo que aquí procede es saber si los acorazados de las elites que hoy dominan, explotan y dilapidan a los mexicanos y sus recursos (poder económico, controles diversos, medios de comunicación, prensa corrupta) serán derrotados por el voto de los ciudadanos en 2012. Una proeza que aumentará su probabilidad en la medida en que un número mayor de ciudadanos lean este proyecto, y lo mediten, discutan, difundan… Un logro que tiene que ser respaldado por trabajo, acción, estrategia y, sobre todo, congruencia moral, pues todo proyecto de nación para ser creíble debe quedar avalado, impecablemente, por la conducta de sus proponentes.

2012



John M. Ackerman

Frente al monumental fracaso del gobierno de Felipe Calderón para resolver los problemas más elementales del país, es de celebrarse el inicio anticipado de las campañas presidenciales para 2012. La competencia por la Presidencia de la República podría servir como el marco perfecto para el surgimiento de un verdadero debate nacional sobre el futuro de la nación. Lo último que México necesita es otro llamado estéril a la unidad encabezado por un gobierno sin legitimidad. Al contrario, hace falta un gran despertar social en el que la ciudadanía se haga cargo de construir y proponer soluciones innovadoras para su propio futuro.

Ante la gravedad de la situación nacional, México no puede permitirse el lujo de elegir otro burócrata gris o populista dicharachero. El país entero reclama que su próximo presidente sea un auténtico líder con una gran sensibilidad social. Tendría que ser alguien con la capacidad para articular una nueva visión nacional y con la disposición para trabajar junto con los sectores más agraviados de la sociedad para lograr los cambios urgentes en materia económica, política y social.

La caballada está flaca. En el Partido Acción Nacional (PAN) los pocos candidatos con algunos principios auténticamente panistas, como Santiago Creel o Manuel Espino, son precisamente los que menos posibilidades tienen de lograr la candidatura presidencial. Por su parte, la eventual candidatura de alguno de los personeros del minigabinete de Calderón, como Lujambio, Molinar o Lozano tendría pocas o nulas posibilidades de ganar.

En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) la situación no pinta mejor. Aun con todo el apoyo de Televisa, Carlos Salinas y una amplia diversidad de medios impresos, Enrique Peña Nieto simplemente no ha sido capaz de articular una visión nueva para el país o de acercarse verdaderamente a la ciudadanía. Un solo debate público sin guión con sus adversarios sería suficiente para romper la burbuja mediática de popularidad que se ha generado a su alrededor. Su carencia de capacidades analíticas y de liderazgo auténtico se hará patente muy pronto. Por su parte, a menos de que la población mexicana de repente sufriera de un ataque de amnesia colectiva, resulta difícil creer que Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes o Emilio Gamboa puedan ganar la confianza de la ciudadanía como candidatos presidenciales.

En contraste, la izquierda está inmejorablemente posicionada para conquistar la silla presidencial en 2012. Su relativa debilidad en cuanto a posiciones políticas tanto en el Congreso federal como en las entidades federativas esconde un hecho innegable: sigue siendo la única fuerza política que tiene arraigo social y de manera creíble podría encabezar una renovación en la vida pública nacional. Si el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo y Convergencia aprovechan la oportunidad, podrían encaminarse desde ahora a una victoria en 2012.

Tomando en cuenta esta ventaja comparativa de la izquierda en relación con las otras fuerzas políticas, sería un verdadero desperdicio que estos partidos escojan como su candidato en 2012 simplemente a un guapo o un tecnócrata. Bajo este escenario, en lugar de explotar su fortaleza, las fuerzas progresistas se colocarían en una posición de plena desventaja al acceder jugar en la cancha determinada por los adversarios.

Hasta la fecha, Andrés Manuel López Obrador es el único que ha sido capaz de articular un discurso consistente de renovación de la política nacional. Él, además, es el único que se ha preocupado por acercarse de manera sincera a las inquietudes ciudadanas al visitar todos y cada uno de los municipios del país.

Como cualquier ser humano, López Obrador no es perfecto. Puede disgustar a muchos su terquedad o falta de autocrítica. Pero comparado con los enanos que pueblan el escenario público de hoy, AMLO destaca como un verdadero dirigente.

Sólo si de forma milagrosa apareciera en los próximos meses algún nuevo líder social, los ciudadanos preocupados por el futuro del país tendrían que apoyar las aspiraciones presidenciales de López Obrador. No se trata de entregarse de manera acrítica al mesías tropical ni de estar de acuerdo con todas las posiciones y pronunciamientos del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal. Al contrario, habría que someter a López Obrador a la misma crítica exigente que él ejerce sobre los integrantes de la clase política, muchos de los cuales, por cierto, también participan en el mismo movimiento de AMLO.

México tiene la urgente necesidad de romper con décadas de presidentes mediocres y populistas. Tal como ocurrió hace 100 o 200 años, ha llegado la hora de que se articulen los liderazgos políticos y las inquietudes sociales. El programa que López Obrador presentó ayer en el Zócalo capitalino sin duda ofrece esperanzas para que podamos vivir otra transformación radical en el siglo XXI.

lunes, 26 de julio de 2010

AMLO: acabemos con esta absurda pesadilla

Asamblea en el Zócalo

Presenta en el Zócalo su nuevo proyecto de nación

Nuestro tesoro es la convicción de millones

Alma E. Muñoz y Ciro Pérez
Periódico La Jornada
Lunes 26 de julio de 2010, p. 4

Andrés Manuel López Obrador arrancó ayer su precampaña a la Presidencia de la República convocando a todos los afectados y agraviados por la política neoliberal para acabar de una vez y para siempre con esta absurda e inhumana pesadilla.

Ante un Zócalo repleto, presentó los lineamientos del proyecto alternativo de nación que llevará como bandera en un nuevo recorrido por el país para impulsar su candidatura y convocó a los asistentes a seguir orientando y concientizando, para lograr el despertar del pueblo y la insurgencia cívica que hará posible la transformación pacífica del país.

Elena Poniatowska, Armando Bartra y Enrique González Pedrero esbozaron los puntos principales del proyecto que será sometido a consideración del pueblo para enriquecerlo. La escritora señaló que un presidente que se ocupara de las mujeres sería un presidente que ganaría; un presidente que se ocupara de los niños sería un presidente que ganaría, y por eso queremos a Andrés Manuel López Obrador.

Mientras, los representantes estatales de los comités municipales del movimiento nacional en defensa del petróleo, la economía popular y la soberanía popular se dijeron listos para redoblar esfuerzos y volver a ganar la Presidencia de la República.

Desde la plancha del Zócalo capitalino, López Obrador preguntó a la asamblea si estaba de acuerdo en que participe en las elecciones de 2012, y la gente respondió que sí. ¿Vamos?, les insistió. ¡Vamos!, le contestaron. Entonces delineó lo que será parte del trabajo para los próximos dos años.

Advirtió que para esta etapa de lucha no contarán con suficiente dinero ni con el apoyo de los medios de comunicación, por lo que pidió aprovechar el tiempo para organizarse. A diferencia de la mafia en el poder, que hace campaña con los medios, introduciendo al mercado a cualquier candidato como si se tratara de un producto chatarra o de un detergente, nosotros tenemos un tesoro que es la convicción de millones de mexicanos que actúan con voluntad. De manera que, insistió, se va a hacer la campaña desde abajo, y lo más importante, la van a hacer ustedes, el pueblo. Yo voy a ir a muchos lugares, voy a seguir recorriendo el país.

Pidió correr la voz para informar que se trata de un movimiento de convicciones y principios, que lo conforman políticos comprometidos a no mentir, a no robar y a no traicionar.

El tabasqueño comentó que a lo largo de los casi 30 minutos que le llevó cruzar la plancha del Zócalo para subir al templete, la gente le insistió en que ahora sí deben cuidar los votos, para que no se vuelva a cometer un fraude electoral y no nos vuelvan a robar la Presidencia de la República. ¿Cómo podemos lograr que se respete la voluntad del pueblo? Organizándonos desde abajo. Que donde se vaya a instalar una casilla, tengamos uno o dos comités, que se convoque a votar y tengamos capacidad para defender los votos. Tenemos que aprovechar los dos años que nos faltan.

Antes de la intervención de López Obrador, representantes de los comités del movimiento en cada uno de los estados le expresaron su respaldo como aspirante a la candidatura presidencial. Que se oiga bien en el centro, en el norte, sur, este y oeste: nuestro candidato es y seguirá siendo Andrés Manuel López Obrador, y nuestra bandera: Por el bien de todos, primero los pobres, refrendó Jeanette Ramírez, de Coahuila. El de Tlaxcala aprovechó para pronunciarse contra la izquierda “chuchi- sta, servil y entreguista”; la asamblea lo respaldó al grito de “¡fuera chuchos! ¡Viva López Obrador!”

Enrique González Pedrero hizo el primer diagnóstico sobre la situación nacional, como preámbulo a la presentación del proyecto alternativo de nación. A nuestro México pareciera irle de mal en peor, cada día hay más pobres, más desigualdad, más inseguridad, más violencia, menos Estado, más mercado... Hay dos caminos frente a lo que nos ocurre: huir o enfrentar la realidad. Para que viva México y no se nos vaya de las manos, tenemos que organizarnos, para rehacerlo, para reconstruirlo, subrayó el intelectual.

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Andrés Manuel López Obrador advirtió que la mafia del poder impulsará a su candidato presidencial como si fuera un producto chatarraFoto María Meléndrez Parada

Elena Poniatowska condenó que el techo, el sustento, la educación y la cultura sean las dos mitades de la manzana que no les tocan a más de 2 millones 300 mil niños que se quedan sin escuela, y a 7 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan. El abandono de los jóvenes por parte del gobierno es un crimen que el futuro nos cobrará muy caro, advirtió.

La escritora y periodista expresó que si se elevara el nivel educativo de los mexicanos, nuestro país sería más democrático, más solidario y más culto, porque la educación incluye a todos: maestros, alumnos, padres de familia, sociedad y gobierno. Un pueblo educado tiene más elementos para condenar los actos de impunidad y de corrupción de sus gobernantes, y no cae en la adulación o el servilismo. Una educación laica y gratuita crea ciudadanos críticos que no tienen miedo de expresarse.

El investigador universitario Armando Bartra enfatizó que México está en peligro, porque lo arruinaron los gobiernos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Vicente Fox y Felipe Calderón.

Dijo que ha llegado la hora de reconstruir a México, porque el país necesita una profunda mudanza que nos saque del marasmo, que nos saque de la decadencia.

López Obrador indicó en su turno los lineamientos básicos del proyecto alternativo de nación para el gobierno honesto, austero y democrático que pretende encabezar: Rescatar las instituciones para ponerlas al servicio del pueblo, promover una reforma constitucional para elegir democráticamente a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y convertir al Poder Judicial en un auténtico farol de la ley, porque pareciera que estos jueces de consigna siempre están prestos a escuchar en qué sentido quieren la resolución de los potentados, para nada más encargarse de construir la justificación jurídica.

Democratizar a los medios de comunicación, para garantizar la competencia y el derecho a la información; recuperar la riqueza y los bienes públicos concesionados por encima de la Constitución, en lo que se refiere a la minería, la industria eléctrica y el petróleo; acabar con la corrupción; reducir a la mitad los sueldos de altos funcionarios públicos; terminar con el derroche y los privilegios de la alta burocracia; crear un estado de bienestar que incluya pensión universal para adultos mayores y personas con discapacidad, atención médica y medicamentos gratuitos a toda la población; garantizar los espacios en las preparatorias y universidades públicas; becas para estudiantes de escasos recursos y un programa de mantenimiento y construcción de vivienda.

En materia económica, impulsar la actividad productiva y la creación de empleos; rescatar el campo del abandono, producir los alimentos en México; construir tres refinerías. Convertir el sector energético en palanca del desarrollo nacional para crear empleos e industrializar al país; apoyar a las pequeñas y medianas empresas, industrias y comercios; proteger los recursos naturales, no permitir los monopolios, promover una reforma fiscal progresiva orientada a terminar con los privilegios fiscales de que gozan los potentados del país, como el llamado régimen de consolidación fiscal; gravar las operaciones en la Bolsa Mexicana de Valores; que el presupuesto sea realmente público y se dé preferencia en él a los pobres, así como crear una nueva corriente de pensamiento para fortalecer valores culturales, morales y espirituales.

RECREO: SIN DERECHO A LA SORPRESA

AL PRINCIPIO

SIN DERECHO A LA SORPRESA

El nuevo atentado contra el director de la ministerial, afortunadamente fallido aunque con lamentables "daños colaterales" trajo a mi mente la indefensión de las víctimas de abajo, las que sólo obedecen.

Al gobierno de Amalia García y a los gobiernos municipales que terminan su periodo en el próximo septiembre, la irrupción de la delincuencia organizada los agarró descuidados, con cuerpos policiacos mal armados, mal dirigidos, mal entrenados y mal pagados, sin diagnostico situacional y sin capacidad de reacción inmediata.

Les pasó lo mismo a muchas otras entidades de la república, que se vieron de pronto invadidas por bandas delictivas dispersadas por el manotazo calderonista que provocó el conocido “efecto cucaracha".

La sociedad zacatecana tampoco estaba familiarizada con el accionar del crimen organizado, la primera reacción ante la oleada de secuestros, extorsiones y “levantones” fue la parálisis. La protesta social se dio focalizada: Villanueva con los bloqueos carreteros, y Jerez con el boicot al desfile del 20 de noviembre.

En septiembre entra en funciones la primera generación de gobernantes zacatecanos que, respecto al accionar del crimen organizado, llega prevenida, que no necesita improvisar una respuesta.

¿NO ESTAN SOLOS?

El próximo gobierno tendrá la obligación de lograr que los cuerpos policiacos desarrollen un sentido de pertenencia institucional, sin el cual la cooptación y la infiltración del narco tienen vía libre.

Ello exige que los policías ministeriales, de la estatal preventiva, y municipales sientan que el gobernador y los presidentes municipales, los diputados y la sociedad en general, no los abandona a su suerte cuando son víctimas de situaciones aberrantes como las de los ex custodios del CERESO de Cieneguillas, que fueron a pagar culpas de otros a la prisión nayarita; buena parte de los cuales permanecen injustamente recluidos, en espera de la solidaridad del gobierno al que servían cuando cayeron en desgracia.

Hay otros en peor situación: los policías: que han sido secuestrados por las bandas delictivas y de los que no se sabe nada, unos arrancados de sus casas, otros sacados en pleno día de sus oficinas, otros en horas de trabajo cuando desempeñaban alguna rutina de vigilancia. Unos ministeriales, otros de la estatal preventiva, los más de diversos cuerpos policiacos municipales. Todos con familia, todos con hijos, todos pobres.

La procuraduría general del estado se ha visto rebasada por estos hechos delictuosos, su capacidad investigativa es sumamente limitada, su organización interna es muy deficiente. No existen instancias supervisoras internas ni externas confiables, y la evaluación social de su desempeño, fue en el sexenio que fenece, más débil que en el pasado.

Todo ello contribuyó a la impotencia institucional ante la desaparición forzada de los agentes de la ley.

¡SÍ ESTAN SOLOS!

Los testimonios del sufrimiento humano de los familiares son sacudidores: el llanto de una hija adolescente que se pregunta si su padre vive o muere, que si lo torturan, que la decapitación, que los tambos de ácido etc., etc.

Los marca la tortuosidad de la antesala para ser recibidos por un procurador que no tiene más que vaguedades contradictorias como explicación, y una reiterada prevención de que no hablen con periodistas.

Un caso emblemático: Ricardo Sotelo, es uno de los policías ministeriales desaparecidos en abril pasado en el municipio de Tabasco. Había sobrevivido a la masacre de policías del 28 de diciembre del 2007 en Jerez, en la refriega recibió heridas que le provocaron la pérdida de un ojo. De él dependen cuatro hijos, dos con quien está legalmente casado y que reside en los Estados Unidos, y dos con su pareja de muchos años. La situación provocó roces entre las dos mujeres a la hora de decidir quién recibiría el salario del agente desaparecido.

AL ÚLTIMO

CRITERIO INSOLIDARIO

La respuesta del procurador consistió en suspender el pago de las quincenas a partir del 30 de mayo pasado, dejando sin asideros a sus dependientes. En virtud que la esposa ya tiene su vida hecha en los Estados Unidos, y que los hijos que procreó con Ricardo se quedaron desde hace años con la madre de éste, siendo sostenidos económicamente por él, y ante la muerte de la abuela que los cuidaba, ambas mujeres, según me cuenta una de ellas, convinieron en que la quincena se le entregara a la que conmigo habló, para que pudieran sostenerse los hijos de ambas con el policía desaparecido (adolescentes entre los 15 y 19 años).

Hasta la fecha no obtiene respuesta, y mientras tanto tiene que abandonar la casa en renta, pero ni eso puede hacer porque carece de medios para pagar una abultada cuenta del teléfono intensamente usado en el angustioso preguntar por el paradero de su compañero. ¿Se imagina el efecto de historias como esta en la moral de los agentes policiacos?

Nos encontramos el jueves en el recreo

luismedinalizalde@gmail.com

Volvió a llenar el Zócalo, pese a los pronósticos de diluvios

Asamblea en el Zócalo

Durante dos horas, 37 oradores expusieron sus propuestas


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De los 31 estados llegaron contingentes para participar en la asamblea de comités municipalesFoto Carlos Ramos Mamahua
Jaime Avilés
Periódico La Jornada
Lunes 26 de julio de 2010, p. 5

Sin dejarse intimidar por las tremebundas profecías del Gobierno del Distrito Federal, que auguraba las peores lluvias de todos los tiempos para el día de la fecha, decenas de miles de hombres y mujeres que desean llevar a la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador –aunque faltan dos años para las elecciones– se lanzaron el sábado a los carreteras, desde los 31 estados de la República, y ayer, junto con nutridos contingentes de capitalinos, volvieron a llenar el Zócalo en respuesta a una convocatoria del máximo dirigente opositor del país.

Trinidad Ramírez, de Tomatlán, Jalisco, viajó 17 horas a bordo de un autobús que alquiló con sus compañeros de la brigada José Zamarripa de la Peña para participar en la asamblea de comités municipales del gobierno legítimo de México y fue uno de los 37 oradores que, de las 10 a las 12, tomaron la palabra para analizar la trágica coyuntura nacional y proponer una solución conjunta: ir como movimiento organizado, pueblo por pueblo, calle por calle, familia por familia, a los comicios del domingo primero de julio de 2012.

Zapopan Ramírez, abogada combativa de la localidad de Cinco Manantiales, Coahuila, recorrió mil 400 kilómetros, también en autobús de alquiler, desde aquella frontera con Texas, y cuando se colocó ante el micrófono, en representación de las y los obradoristas de su estado, para hablar tres minutos, sugirió que el lema de la campaña sea nuevamente por el bien de todos, primero los pobres.

Quien habló por los comités territoriales de Tabasco, cuyo nombre se extravió, venía del municipio de Macuspana y del pueblo de Tepetitán, donde López Obrador nació en noviembre de 1953, pero fue breve y rotundo cuando definió la postura de sus paisanos: Con Andrés Manuel todo, sin Andrés Manuel nada.

Por Yucatán intervino un habitante de Motul, que de entrada improvisó una bomba. Por Quintana Roo se pronunció una señora llamada Trini, que denunció la destrucción de las playas de Cancún y Cozumel. Los representantes de Sonora, Sinaloa, Veracruz y Zacatecas, así como los de Aguascalientes, las Baja Californias, Campeche, Durango y el estado de México, y todos los demás, se refirieron al número de ejemplares del periódico Regeneración que reparten casa por casa mensualmente. La publicación que dirige Jesús Ramírez Cuevas, a la fecha, según cálculos extraoficiales, ha tirado ya más de 35 millones de ejemplares.

En compañía de los secretarios del gobierno legítimo, de funcionarios –como Martí Batres y Armando Quintero– del gabinete de Marcelo Ebrard, de artistas como Elena Poniatowska y Jesusa Rodríguez, y de invitados como doña Rosario Ibarra, los representantes de los comités municipales permanecieron codo a codo, alineados a espaldas del futuro candidato a la Presidencia, a lo largo de un enorme templete lleno de lámparas de teatro, adornado por delante con docenas de arreglos florales y, por detrás, con un telón de fondo que lucía en franjas horizontales los colores de la bandera mexicana, de modo que entre el verde que evoca la esperanza y el rojo que ahora recuerda el baño de sangre que vive el país, escrita en letras negras sobre el blanco que celebra la pureza se leía, un tanto cuanto enigmática, la solitaria palabra vamos.

¿Qué significaba? El gentío se lo preguntó durante casi cuatro horas, hasta que poco antes de las dos de la tarde, en el clímax de su discurso, López Obrador dijo: ¿Están de acuerdo en que vayamos como movimiento a las elecciones de 2012? La muchedumbre, exhausta después de escuchar a 36 oradores, respondió muy quedito: .

El tabasqueño repitió la pregunta: ¿Vamos? De nuevo, miles de voces contestaron por lo bajo: . ¡No los oigo!, exclamó el casi candidato. ¿Vamos? Y por fin, la multitud echó la casa de los pulmones por la ventana de la garganta: ¡Síiii!, y estallaron los aplausos, las consignas rimadas y no lejos de la esquina entre Catedral y Palacio una pequeña banda campesina de la UPREZ se aventó una sentida diana diana con jarana, diana diana con chinchín...

Algunos minutos antes, esa banda había tocado las mismas notas con ímpetu de tambora, tuba, trombones y platillos, cuando López Obrador propuso que, para contrarrestar el clima de odio que impera en la República, la gente actúe con amor, pues el que siembra besos, besos cosecha. La frase desconcertó en principio, pero de inmediato, en cuanto la audiencia logró digerirla, suscitó aplausos y sonrisas, y tuvo un colofón genial a cargo del Tata Arvizu.

Ya había acabado la asamblea, ya se despedía López Obrador agitando la mano desde el escenario, cuando el veterano cómico, asiduo seguidor del tabasqueño desde los días del plantón de 2006, se apoderó del micrófono y, aludiendo al hecho de que el templete estaba colocado delante de Catedral, dijo: Compañeras y compañeros, yo propongo que hagamos lo mismo que los del negocio de aquí atrás: ¡vamos a darle un abrazo a los que están junto a nosotros!

Sólo en ese momento, muchos repararon en que por primera vez en cuatro años, la campanas de Catedral no habían sido tocadas con agresividad ni escándalo, para poner de manifiesto el rechazo del cardenal Norberto Rivera al movimiento de López Obrador.

Tampoco, a saber por qué, el mitin fue sobrevolado por los ruidosos helicópteros de la policía capitalina. En otras palabras, los fotógrafos de prensa no contaron con la ayuda de la fuerza aérea de Ebrard para dar testimonio gráfico de la magnitud de la concurrencia.

Pero si el alcalde había anunciado el viernes que no asistiría a la concentración porque en ella no tenía nada que hacer –insinuando que dedicaría su tiempo a cosas más importantes–, lo cierto es que estuvo presente de dos buenas y generosas maneras: regalando botellas de agua con el escudo y el lema de su administración Ciudad con Angel, y prestando el templete, que la víspera había cobijado a los miembros de un famoso grupo musical.

Estuvo presente, asimismo, cuando entre las ocho y las 10 de la mañana estrellitas de Televisa y amantes de los ejercicios de relajación tomaron clases de yoga impartidas por Dalilah Polanco, al término de los cuales Natalia Gil, organizadora del evento, le dio las gracias tanto a Marcelo Ebrard como a Federico Arreola. Pero, a pesar de las cartulinas que algunos asistentes al acto político exhibirían por el Zócalo más tarde, con mensajes contra Ebrard y Manuel Camacho, y denuncias por la represión que el GDF ejerció contra los pobres de la Magdalena Contreras para construir la supervía poniente en beneficio de los ricos de Santa Fe, la verdad es que la nueva propuesta de López Obrador –sembrar besos para cosechar besos– acabó endulzando el aire pegajoso y gris de las 2 y media de la tarde, y cuando la doctora Raquel Sosa se reveló como una espléndida cantante del Himno Nacional, que decenas de miles entonaron con el puño izquierdo en alto, ya nadie se acordaba del jefe de gobierno saliente.