sábado, 7 de agosto de 2010

RECREO: Homenaje a un adversario

Por J.Luis Medina Lizalde


AL PRINCIPIO
El licenciado Raúl Rodríguez Santoyo fue mi maestro de derecho administrativo en la escuela de Leyes de la UAZ. Desde entonces advertí su vocación política como su signo distintivo, su pertenencia al PRI desde que éste no cedía un metro de territorio a un gobierno opositor no lo instaló en la poltrona, por el contrario, lo recuerdo polemizando fuerte con la generación de jóvenes zacatecanos a los que el movimiento estudiantil de 1968 los convenció de la necesidad de luchar en contra del régimen.
Guardo en mi memoria la ocasión en que aceptó participar en una mesa redonda sobre la situación nacional, en donde debatió, y en serio, con Pablo Gómez Álvarez, líder estudiantil del movimiento del 68, quien acudió a Zacatecas a realizar su primera actividad pública después de su estancia en prisión y su exilio en la República de Chile. Corría el año de 1971 y el acto se realizó en el auditorio Cervantes Saavedra.
Fueron muchas las ocasiones en que nos topamos defendiendo posturas opuestas, recuerdo las agrias discusiones que sostuvimos a propósito de la ocupación de los latifundios por el campesinado organizado en el frente popular, tiempo antes nos ubicamos en campos opuestos en la reforma universitaria. También tuvimos serias desavenencias porque no compartió, en sus inicios, nuestra actividad para fundar el SPAUAZ, el conflicto universitario desatado el 10 de enero de 1977 nos ubicó en bandos contrarios. Durante el sexenio de Cervantes Corona, siendo el secretario general de gobierno, el tema que nos hizo adversarios fue el de la práctica de la tortura en la investigación del delito, su sentido de la institucionalidad lo entendía como defensa a ultranza del gobierno.


A CUAL MÁS DE TERCOS
A lo mejor porque nuestra relación personal nació siendo la de maestro-alumno, las ocasiones en que nuestras diferencias nos hicieron pasar momentos álgidos, la relación entre ambos nunca llego a la ruptura, no hubo ocasión en que nuestros encuentros no terminaran en una intensa conversación sobre el tema político del momento, conversación sin concesiones, salpicada de “puyas” de ambas partes.
Recuerdo como si fuera ayer la ocasión en que sostuvimos una charla de café intercambiando impresiones sobre un tema que a mí me producía entusiasmo y a él desolación: la derrota del PRI zacatecano en 1998.
Conocí a un Rodríguez Santoyo verdaderamente comprometido con su partido. Su desprecio por los “traidores”, su plena conciencia de los errores que condujeron al desastre, y su plena coincidencia con lo que Octavio Paz, tanto reiteró desde las pantallas de Televisa: en la democracia, la victoria no es para siempre ni la derrota es para toda la vida”.
Raúl Rodríguez Santoyo buscó, sin lograrlo, en varias ocasiones ser postulado al cargo de gobernador de Zacatecas, participó con denuedo en las luchas intestinas de su partido, se desempeñó con institucionalidad indiscutible en los cargos que ocupó a lo largo de su vida, entendió como pocos las reglas del juego de la política “a la mexicana”. Su bagaje ideológico lo supo combinar con una considerable dosis de pragmatismo.


DIGNIDAD EN LA DERROTA
Su oportunidad de acreditar el honor con que practicaba la política llegó con la derrota de su partido. Jamás lo vimos en flirteos indignos con los nuevos detentadores de poder, nunca aprovechó las relaciones personales que en una sociedad aún poco numerosa se establecen de manera natural entre los protagonistas de los distintos partidos para no bajarse del “tren de la Revolución”.
Fue crítico feroz de los que al hundirse el barco lo abandonan, y nunca escatimó elogios para sus adversarios en ideas que a su parecer eran congruentes. No obstante su deteriorada salud, lo imagino pendiente del acontecer electoral y seguramente feliz de que la vida le permitiera ser testigo del regreso de su partido al Palacio de Gobierno, no es difícil evocarlo disfrutando la expectativa del regreso de su partido a los Pinos.


Al ÚLTMO EL ADIOS
Causas de fuerza mayor no me permitieron estar presente en el homenaje de despedida al licenciado Rodríguez Santoyo, me entero por los medios de los pormenores de la ceremonia en el Congreso local. Creo que en su persona, el priísmo rinde homenaje a los miembros que con su lealtad a toda prueba resistieron los 12 años de soledad. Ellos son los verdaderos victoriosos. Los que con su congruencia merecen el triunfo que la vida les ofrece.
Un abrazo solidario a toda la familia Rodríguez Márquez.

Nos encontramos el lunes en El Recreo

Las izquierdas y López Obrador


Héctor Díaz-Polanco

En innumerables ocasiones me he visto en el trance de atender a la curiosidad de colegas y amigos latinoamericanos que me inquieren sobre la terrible debilidad de la izquierda mexicana, su desorganización y carencia de proyecto. Por supuesto, su visión de la izquierda se centra en la trayectoria que ha seguido el PRD en los últimos años y la situación a que ha sido conducido.

Trato de explicarles lo mejor que puedo que, en la coyuntura de los últimos años, la izquierda mexicana no puede identificarse con el PRD ni mucho menos reducirse a esta agrupación partidaria; que más bien, a últimas fechas, la energía transformadora de la izquierda se expresa principalmente en un vigoroso movimiento popular que lucha contra el régimen neoliberal, al margen de la estructura partidista tradicional, y que es liderada por Andrés Manuel López Obrador.

Insisto en suma en despejar lo que en mi opinión es una falacia promovida por los medios y sus comentaristas: que la izquierda atraviesa por su peor momento y ha dejado de ser una opción. Tal conclusión resulta de la costumbre de identificar fuerza política con estructura partidaria, sobre todo si posee aparato y registro. Este no es un buen método para abordar el asunto. En una perspectiva gramsciana, el verdadero partido no es sólo una institución, la organización técnica y sus aparatos, sino la fuerza social o el movimiento en el que encarna un proyecto: todo el bloque social activo. Es por esto, observa Gramsci, que un partido orgánico y fundamental puede aparecer como varias fracciones, cada una de las cuales adopta el nombre de partido e incluso de partido independiente (es el caso del PRI y el PAN), mientras el estado mayor intelectual y político del verdadero partido puede permanecer en la oscuridad. El que esos diversos partidos constituyen en realidad una unidad orgánica lo demuestra el hecho de que se acoplan inmediatamente en cuanto perciben un real antagonista al proyecto del que son expresiones.

Vistas así las cosas, el partido más poderoso de la izquierda hoy día es el movimiento que inspira y encabeza López Obrador. Pero no es el único; se deben considerar otras fuerzas (el zapatismo, etcétera) que alimentan el gran caudal de las izquierdas mexicanas. Es por no tener esto en cuenta, y estar con la vista fija en el PRD y en el juego de la fracciones partidarias, que el despliegue de fuerza y organización mostrado en la concentración del Zócalo, el pasado 25 de julio, produjo tanto desconcierto e incluso desazón en algunos sectores. Obstinadamente se negaron a reconocer el movimiento que crecía desde abajo, al margen de los partidos convencionales, y que, como dijo el poeta, brota/ y se derrama y cruje como una vena rota.

Mientras se repetían que AMLO y su movimiento se habían desgastado y que ya no eran una opción a tomar en cuenta, cerraron los ojos a los millones de credencializados, a los miles de comités creados en todo el país, a los millones de ejemplares del periódico Regeneración que circulan de familia en familia, a los círculos de reflexión; y sobre todo, minimizaron el crecimiento de un liderazgo con sólido perfil de honestidad, congruencia e identificación con los sectores populares (fruto de su conocimiento de primera mano de la realidad sociocultural del país). Considerando el nivel de organización logrado hasta ahora, su empuje y alcance nacional, se puede derivar una conclusión completamente distinta a la sombría apreciación inicial: comparativamente, la izquierda mexicana está hoy en uno de sus mejores momentos.

Sin duda, el desarrollo del movimiento ha sido estimulado por las políticas del actual gobierno, ajenas al interés general. Pero también, hay que decirlo, por la estrategia y las prácticas impulsadas por la llamada izquierda moderna que hoy controla el PRD. Aferrada a los tópicos de la socialdemocracia en su versión neoliberal, sin clara orientación social, apostando a las alianzas con fuerzas conservadoras que destruyen la diferencia, la importante distinción política por lo que hace al proyecto de país, esta izquierda ha caído en el descrédito (y no hablo aquí de la base del PRD). En la actual coyuntura, el movimiento social que se expresó en el Zócalo ha cumplido ya un vital papel: evitar la completa demolición del proyecto de la izquierda.

Alarmados por esta tendencia, algunos aseguran que AMLO cometió el error de abandonar el centro en 2006, y yerra al no buscarlo ahora (Denise Dresser dixit). Por centro entienden las posiciones y prácticas socialdemócratas que se estilan en Europa y en algunos países de América Latina (por ejemplo, Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Chile). Es ocultar que en esos países tales fuerzas, una por una, han perdido el poder precisamente por querer situarse en el peldaño que les marcó la derecha (que es siempre quien finalmente define el centro políticamente correcto).

La única posibilidad de que el movimiento de AMLO logre sus objetivos programáticos es que se mantenga alejado de ese falso centro (neoliberal, insensible a las necesidades de las mayorías y servidor de los grandes potentados). Y esto, no sólo por razones electoreras, sino por preceptos ético-políticos de los que no hay que desviarse ni un milímetro. Los comentaristas que se dedican a dar consejos a AMLO para que sea moderado, en realidad buscan que entre en la pendiente enjabonada de los acuerdos con los poderosos. Eso anularía cualquier cualidad innovadora en su proyecto. ¿De qué serviría que llegara así a la Presidencia, atado a grupos de intereses facciosos y por ello invalidado como gobernante para las mayorías? Eso, además, sería su muerte política ante los ojos de la mayoría de los mexicanos, como lo ha sido de la izquierda moderna.

viernes, 6 de agosto de 2010

Concesiones de CFE a firmas extranjeras impiden ahorrar 2,250 millones de dólares

Con lo que se gasta podrían becarse a 5 millones de jóvenes con $500 mensuales: experto


La energía eólica abarata la generación de electricidad y reduce la contaminación por carbono

Foto
Región de La Ventosa en el Istmo de Tehuantepec, OaxacaFoto La Jornada
Israel Rodríguez
Periódico La Jornada
Domingo 25 de julio de 2010, p. 22

México podría ahorrar hasta 2 mil 250 millones de dólares anuales si la Comisión Federal de Electricidad (CFE) invirtiera directamente en la generación de energía eléctrica a través de plantas eólicas, en lugar de entregar la construcción y operación a inversionistas extranjeros, principalmente españoles, aseguró José Luis Apodaca Villarreal, ingeniero jubilado de la CFE como gerente divisional.

Estos recursos, propuso, se podrían destinar a proporcionar becas de estudio por 500 pesos mensuales que beneficiarían a 5 millones de jóvenes entre 16 y 21 años de edad, que actualmente no estudian ni trabajan (Ninis).

Si continuamos obedeciendo al Consenso de Washington y se manejan como proyectos de producción independiente, encarecerán la producción para beneficio de empresas extranjeras, y retrasarán por muchas décadas el aprovechamiento de este recurso natural, advirtió.

En México existe potencial para instalar 12 mil megavatios (MW) de plantas generadoras eólicas y producir 36 teravatios-horas (TWh) por año, que representan 16 por ciento de la energía eléctrica total generada en 2009.

Este bloque de generación eólica podría sustituir 85 por ciento de la producción actual con combustóleo, implicaría no quemar 52 millones de barriles anuales y no tirar a la atmósfera 26 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).

La reducción del total de CO2 por generación actual de electricidad en México sería de 22 por ciento. Este plan, dijo, sería muy sustentable, porque generar con combustóleo cuesta actualmente 9.4 centavos de dólar por kilovatio-hora (KWh), y con plantas eólicas solamente 4.6. Se ahorrarían adicionalmente mil 800 millones de dólares por año, más el apoyo internacional por bonos de carbono, que a razón de 18 dólares por tonelada de CO2, podrían agregar un ahorro anual de 450 millones de dólares, estimó el ahora asesor del Congreso y cámaras industriales.

En México se dispone de mapas eólicos mensuales en 20 zonas, por lo que conservadoramente el potencial regional en México de este recurso sustentable en MW es el siguiente: Istmo de Tehuantepec, 3 mil (MW); Baja California Sur, 2 mil 500; Península de Yucatán, 2 mil; Zacatecas, mil 500; costa Pacífico, mil 500 y Golfo de México mil 500 para totalizar 12 mil MW.

La cantidad de horas aprovechables del viento en cada año varía considerablemente en el territorio nacional; el rango de velocidad factible para producir electricidad está entre 5 y 25 metros por segundo. Consideraremos un factor de planta anual promedio nacional de 35 por ciento, partiendo de que en la Ventosa, Oaxaca, está probado que en 10 años de historia se logra más de 40 por ciento. Existe potencial para 36 TWh anuales de generación con 12 mil MW instalados.

El desarrollo logrado internacionalmente en la tecnología de plantas eólicas es sustancial; los costos se han abatido y están disponibles en unidades con capacidades de 3 mil kilovatios. El precio unitario de la planta se acerca a mil dólares por kilovatio incluidos los costos de la red asociada y la subestación colectora, contemplaremos un costo integrado total de mil 750 dólares por kilovatio, y una inversión total de 21 mil millones de dólares para los 12 mil MW. Un programa agresivo y muy comprometido podría concluirse en seis años.

Disponer de un sistema interconectado nacional, una capacidad muy importante de plantas termoeléctricas ya amortizadas, y una capacidad alta de almacenamiento de agua para producir hidroelectricidad, permite un aprovechamiento total de la capacidad eólica estacional disponible en México.

Explicó que considerando una vida útil de 25 años, una tasa de interés de 6 por ciento anual en dólares para financiamiento a CFE, 35 por ciento de factor de planta anual, y mil 750 dólares de inversión por kilovatio, el costo de cada KWh producido sería de 4.5 centavos de dólar.

Sustituir 85 por ciento de la producción actual con combustóleo, implicaría no quemar 52 millones de barriles anuales y no tirar a la atmósfera 26 millones de toneladas de CO2. La reducción del total de CO2 por generación actual de electricidad en México sería de 22 por ciento. Aprovecharíamos los apoyos internacionales de bonos de carbono, que a razón de 18 dólares por tonelada de CO2, podrían agregar un ahorro anual de 450 millones de dólares.

El también maestro universitario, destacó que es prioridad nacional que el gobierno federal se involucre en este proyecto para que CFE invierta directamente en este bloque de generación eólica buscando fuentes de financiamiento internacionales.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Coneval: 50% de mexicanos no pueden adquirir la canasta básica

El indicador de pobreza subió 6.8% en el último trimestre de 2009, dice

Coneval: 50% de mexicanos no pueden adquirir la canasta básica
Angélica Enciso L.
Periódico La Jornada
Lunes 26 de julio de 2010, p. 13

En el último trimestre de 2009 creció 6.8 por ciento –3.2 millones de personas–, en comparación con 2008, la población que carecía de recursos suficientes para adquirir la canasta alimentaria básica con su ingreso laboral, revela el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Refiere que en 2008 había 48.8 millones de mexicanos –45.8 por ciento– con algún grado de inseguridad alimentaria. Si se parte de estas cifras, con el aumento de 6.8 por ciento de la población que no podía adquirir la canasta alimentaria, en 2009 había 52 millones en esa situación.

El Coneval precisó que en el primer trimestre de este año hubo una baja de 2.7 por ciento, lo que significa que, con base en los datos de inseguridad alimentaria, 50 por ciento de la población no alcanza a adquirir la canasta básica.

A principios de año en las zonas rurales la canasta básica costaba 697.36 por persona al mes, y en las urbanas 985.61 pesos.

Los datos que el Coneval acaba de presentar se basan en el Indicador de la tendencia laboral de la pobreza, que trimestralmente muestra información de la cantidad de personas que no pueden adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo. El informe reveló que entre el cuarto trimestre de 2008 y el cuarto trimestre de 2009 se dio un incremento de 6.8 por ciento de personas sin ingresos laborales suficientes para comprar la canasta alimentaria.

El indicador muestra que el efecto de la crisis fue mucho más severo en las áreas urbanas y en las entidades que más contacto directo tienen con los mercados internacionales. Explica que la reducción de 2.7 por ciento a principios de este año en la tendencia laboral de la pobreza se dio posiblemente por la recuperación relativa del empleo y porque el precio de los alimentos no creció al ritmo de los meses previos.

Por su parte el Observatorio de Política Social y Derechos Humanos consideró que los salarios son una aproximación al nivel de precariedad del empleo, pues si bien en la antesala de la crisis económica, a finales de 2007, 32 por ciento de los trabajadores recibía hasta dos salarios mínimos, en 2009 la cifra creció a 36 por ciento.

Ceesp: 50 millones de pobres

Aun sin los efectos de la crisis económica el número de pobres en el país rondaría 50 millones, lo que evidencia el poco éxito de las políticas públicas aplicadas por el gobierno federal para combatir ese flagelo, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).

Agregó que la pobreza en el país y la baja calidad en el empleo estimulan significativamente el crecimiento de la economía informal y la emigración indocumentada de personas (sobre todo hacia Estados Unidos) en busca de mejores oportunidades.

En su análisis semanal, el organismo sostuvo que en esas circunstancias no es fácil estimular el mercado interno debido a que éste depende de la fortaleza en la capacidad de consumo de la población, por lo que es necesario realizar ajustes estructurales.

Recordó que según el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, la crisis económica ocasionó el ingreso de seis millones de personas a la pobreza, aunque refirió que para la Cepal esa cifra habría sido más alta si no se hubieran aplicado medidas anticíclicas

Con información de Juan C. Miranda

martes, 3 de agosto de 2010

RECREO: Clientela electoral binacional

Por J. Luis Medina Lizalde


AL PRINCIPIO
El pasado jueves entró en vigor la tristemente célebre "Ley Arizona". A última hora, una resolución judicial eliminó las disposiciones más odiosas de ese cuerpo normativo como es la autorización a la policía de detener a personas basándose sólo en su apariencia, y otras del mismo corte.
El Presidente Obama mantiene una postura declarativa en contra de esa ley, pero al mismo tiempo radicaliza la política de contención en la frontera con nuestro país, y eleva el número de deportaciones a niveles nunca vistos con anterioridad.
La sociedad norteamericana está reaccionando como todos los pueblos en épocas de vacas flacas: con hostilidad a los extranjeros. Como nosotros lo hemos hecho, (recordemos que el programa del Partido Liberal Mexicano de los Flores Magón, establecía "la prohibición de la inmigración china".)
La clase gobernante de los Estados Unidos de los partidos demócrata y republicano no están pensando en las próximas generaciones, sino en las elecciones de noviembre próximo, en donde se renueva parcialmente la representación en ambas cámaras legislativas, y cuya correlación de fuerzas resultante prefigura el desenlace de las elecciones presidenciales del 2012.
No efectuarán las grandes redadas de inmigrantes que anticipaba la mencionada ley, pero seguirá el cuchillo en la garganta de nuestros connacionales como fórmula de incremento de simpatías electorales para los republicanos.
La prometida reforma migratoria será realidad, pero seguirá como fórmula de incremento de las simpatías electorales para el partido demócrata.
Miles y miles de seres humanos viven intimidados por la inminente deportación, el sufrimiento humano se concreta mediante la separación de los miembros de una familia y la circunstancia de sobrevivencia se agrava.


LA IRRESPONSABILIDAD NACIONAL
La lógica política de manipulación del tema con fines electorales no es exclusiva de los partidos norteamericanos, en México vivimos exactamente la misma circunstancia. La clase gobernante mexicana no ha emprendido las reformas económicas que cancelen la fuga de mexicanos a los Estados Unidos en busca de oportunidades para ganar el sustento propio y el de los suyos. Mantienen en el abandono el campo, entregan a la empresa mexicana a una selvática competencia ante los monopolios y trasnacionales. Le cobran impuestos a los que carecen de medios para evadir el fisco, mientras mantienen un régimen fiscal que otorga infames privilegios a una minoría enriquecida. Tampoco hace nada la clase gobernante mexicana para tener fortaleza política como interlocutor del gobierno de los Estados Unidos, porque nuestros policías le dan el mismo trato bestial a los hambrientos centroamericanos que pasan obligadamente por nuestro territorio de paso a los Estados Unidos. En el inmoral mimetismo que practican nuestros gobernantes se llega al extremo de encarcelar a personas solidarias con los centroamericanos, ofrecerles un taco o un vaso de agua puede desatar un proceso judicial lacerante.


LA IRRESPONSABILIDAD LOCAL
La clase gobernante zacatecana incluye a varias ciudades gringas como territorio de campaña. Un candidato puede no ir a una cabecera municipal pero no puede faltar a determinadas ciudades en donde radican los integrantes de clubes originarios de nuestra entidad. Se busca su aval, se les pide línea a favor de un partido o candidato ante sus familiares.
El contacto con los migrantes sirve de pretexto para que las autoridades estatales y municipales realicen viajes frecuentes a los Estados Unidos con cargo al erario.
En una atmosfera de precaria rendición de cuentas, la ciudadanía carece de datos que le permitan valorar qué sentido tiene financiar esos viajes cuando los ayuntamientos carecen de dinero suficiente para cubrir sus obligaciones con el IMSS, o para tener en funcionamiento las patrullas chatarra.
El discurso de exaltación del migrante con estatua incluida es tan insustancial que presenta, posiblemente sin proponérselo, la migración como situación deseable. La bobalicona referencia a los “exitosos” es un refuerzo del mensaje imperial del “sueño americano”. En el afán de halagar al electorado indirecto se hacen adecuaciones legales para crear diputados migrantes y ya entrados en gastos, hay quienes sugieren que los cabildos municipales integren la figura de los “regidores migrantes”.


AL ÚLTIMO ¿ESTADO BINACIONAL?
Ahora que el racismo exacerbado le ocasiona un gran sufrimiento humano a nuestros compatriotas, vale examinar lo que se hace, lo que falta, lo que estorba, lo que se puede y lo que se debe hacer respecto a la migración. Hasta ahora la manipulación electorera es la única política binacional al respecto.

Nos encontramos el jueves en El Recreo

lunes, 2 de agosto de 2010

Vamos

Pedro Miguel

Sin registro oficial ni prerrogativas, el mayor partido político de México colmó el Zócalo capitalino el domingo pasado. Fue una concentración tumultuaria pero pacífica, lejos del optimismo desbordado del primer semestre de 2006 y lejos de la rabia que florecía en las movilizaciones de los meses siguientes. Las hordas felices o iracundas de exaltados cívicos, dispuestos a darlo todo por la patria, se han ido convirtiendo, en estos años amargos, en un conjunto de ciudadanos que comprendieron la necesidad de volverse políticos ad honorem. Fue un encuentro de decenas de miles de políticos, bisoños en su gran mayoría, que escuchan, informan y discuten sobre asuntos de programa, de organización, de logística, de capacitación.

La conversión ha requerido de años de trabajo pero el resultado –siempre parcial, siempre insuficiente– está a la vista: las 32 representaciones estatales trabajan e informan a sus pares de la labor realizada. Tal vez el conjunto de los medios y la cáscara de lo que fuera la clase política formal tendrían que sorprenderse, pero no: se han repetido muchas veces ante el espejo las consignas de que el señor López ya se quedó solo (por extremista y radical, quién le manda) y que dilapidó su capital político en marchas y plantones. A fuerza de pronunciar esos mantras, han terminado por creérselo: para ellos esto es un nuevo desplante demagógico del cabecilla mesiánico. Lo sustancial sigue siendo el tema de la marca de los tenis del hijo o, a lo sumo, el cerco de las hordas primitivas y caudillistas contra el castillo de una democracia transparente, respetuosa de la legalidad y garante del derecho a la vida. Los guaruras de opinión seguirán defendiendo ese bastión a a capa y espada y pluma bien pagada.

Y como la República Formal ya no se sorprende de nada –cómo va a escandalizarse con el secuestro de Fernández de Cevallos si ella misma lleva 20 veces más tiempo de secuestrada–, los únicos sorprendidos serán los propios zocaleros, esos que por necedad pura o por sentimentalismo (éste es ya el nuevo ángulo de ataque) se niegan a vivir mejor bajo los términos del calderonato, es decir, a relajarse y disfrutar las migajas de país que se les asigne.

Motivos para el asombro: haber resistido a cinco años de acoso oficial implacable (del desafuero en adelante) y seguir aquí; haber construido, a pesar de todo, una organización que constituye un desafío real al poder público (eso es muy fácil para un cártel del narco, pero arduo y a veces imposible para un movimiento social, una comunidad indígena o un sindicato independiente); y algo impensable hace tres años: aceptar que el tránsito por la institucionalidad electoral podrida sigue siendo, con todo, el atajo menos costoso para la recuperación del país.

Sí, la vocación de fraude electoral del binomio PRI-PAN es progresiva, e incurable, pero hay que encararla. Sí, la soberanía del PRD no reside en su militancia sino en el Tribunal Electoral (los defraudadores de 2006, socios, por lo demás, de Acción Nacional Revolucionaria Institucional, Inc.), pero esa circunstancia debe remontarse. Sí, el adversario electoral controla (o es controlado por) el arsenal de los medios, de los presupuestos públicos, de la PGR, de las computadoras hildebrándicas del IFE y de los cañonazos de 50 mil pesos y, a como van las cosas, de los escuadrones de la muerte que igual pueden usarse para combatir a narcos adversarios que a disidentes políticos. Salvo el último, esperemos, los oligarcas emplearán a fondo esos recursos a fin de evitar que llegue a la Presidencia un proyecto político que es un peligro para sus chequeras.

Pero la vía electoral, a pesar de sus miserias, sigue siendo, parece ser, la forma menos costosa de recuperar la institucionalidad y de rescatar un país que el régimen oligárquico está reconfigurando a balazos.

El programa es de sentido común y tiene una amplia vocación de convocatoria. Nadie habló de implantar soviets sino de ver que los funcionarios no roben, que los ricos paguen impuestos y que el Estado se responsabilice de las necesidades básicas de la población. Como en Alemania y en España.

El principal partido de México –lo es, si se les descuenta a otros las militancias compradas, los difuntos en el padrón y el músculo presupuestal– no tiene todavía nombre ni estatutos formales, y menos registro o presupuesto. Pero, consultadas sus bases sobre la pertinencia de ir a los comicios, no por gusto electorero sino por necesidad, y seguramente en alianza con los partidos de la izquierda nominal, respondieron vamos.

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