miércoles, 28 de abril de 2010

Recreo: Arizona nuestro espejo

AL PRINCIPIO

ARIZONA, NUESTRO ESPEJO

Súbitamente, se calentó el tema de la reforma migratoria en los Estados Unidos, como consecuencia de la promulgación de una ley que instala la persecución hitleriana de los ilegales de origen latino, a los que se les podrá detener tan solo por su apariencia para que acrediten su estancia legal en aquel país; asimismo se penalizan las diversas formas de solidaridad de que pueden ser objeto.

Hace unos días, alguien que sirvió en la marina de los Estados Unidos me contó como el norteamericano que le ayudó a ingresar a ese cuerpo lo hizo después de un prolongado tiempo en que lo trató con desprecio racial, hasta que la proximidad cotidiana lo condujo a disculparse, no sin antes manifestarle que: "los mexicanos son como animales, se matan entre ustedes mismos y han llenado de lacras nuestro país”. Agrega mi amigo: “yo fui contratado por su esposa para reparaciones domésticas, y le gustó mi forma de trabajar, pero el gabacho no perdía la ocasión de hacerme mala cara, pero luego todo cambió y ahora que tuve que regresar por razones familiares, el señor me demuestra una gran amistad, y me ofrece su ayuda para reingresar a la marina. En realidad es muy buena persona".

Efectivamente, no se trata de un problema moral en donde hay buenos de un lado y malos del otro, se trata de un comportamiento social incubado por la economía, desatendido por la política, y consolidado por la cultura. No hay sociedad en donde el rechazo al distinto no cuente con un segmento de partidarios. Se rechaza al de distinta raza, al de otra religión, al de otro nivel social, al de otros lugares, al de otras preferencias sexuales, al de otra ideología etcétera.

Cuando se producen agravios como esta bárbara ley del estado de Arizona, coincidimos en la condena enérgica los de izquierda y de derecha, los apolíticos y los antipolíticos, y sin embargo todo se queda en ruido temporal, cíclico, casi ritual. Porque no nos conduce a revisarnos e identificar nuestras propias culpas en lo que condenamos. Porque la economía mexicana produce pobres al mayoreo para que una minoría nos represente en la revista Forbes, porque los gobernantes se agachan ante los barones del dinero y se cruzan de brazos ante la desigualdad, porque la culturización mediática siembra en nosotros los estereotipos de rechazo al diferente.

ZACATECAS YA TIENE SU SUR

Para los gringos somos el sur que les da mano de obra barata y desechable. Zacatecas también tiene en el sur a su fuente de mano de obra barata y desechable, cada vez son más los patrones de la construcción que contratan indígenas oaxaqueños, guerrerenses o chiapanecos siguiendo el ejemplo inicial de empresarios agrícolas. Las ventajas son muchas, se les puede despedir sin consecuencias, se les puede regatear sus prestaciones, se les puede pagar salarios inferiores, para ellos no hay sindicato que vele por sus intereses y las autoridades laborales ni siquiera se dan por enteradas.

Se impone una matización: ser de fuera no siempre es un estigma, no lo es el dueño de un yacimiento de oro y plata incrustado en nuestro territorio. Tampoco quien invierte, siempre y cuando le regalen terrenos y le perdonen impuestos, ni el de fuera pero de dentro del círculo del poder.

AL ÚLTIMO

LA INUTILIDAD DE LA RETÓRICA

La brutal legislación que se aprobó en Arizona exhibe que después de tantos y tantos elogios a los migrantes, después de tantos viajes, de estatuas y reinas coronadas, nada, absolutamente nada, ha cambiado. Y en el tema de la migración hoy que estamos en elecciones, no dejemos de advertir que la demagogia y la banalidad son pluripartidistas

Es posible que la señora gobernadora pase a la historia como aprendiz de bruja, Obama no puede ignorar que significa un desafío a su gestión presidencial, la población latina se declara en pie de lucha y la noble juventud norteamericana se apresta a la solidaridad. Esta señora, sin saberlo, trasladó a un escenario más propicio la batalla por la reforma migratoria, el escenario de la movilización ciudadana, es hora de la protesta aquí y allá, es el momento de la enjundia que ojalá contagie a los zacatecanos de aquí y de allá,

Supongo que no tarda en aparecer la nota en donde alguno de los diputados migrantes somete ante el pleno del congreso un punto de acuerdo para condenar la ley racista de Arizona y poner en su lugar a la gobernadora (de Arizona, desde luego), supongo que se aprobará por unanimidad,

Si a eso se reduce nuestra indignación, la derecha gringa morirá de risa.

Nos encontramos el jueves en el recreo

luismedinalizalde@gmail.com