domingo, 11 de abril de 2010

RECREO:SCHERER GARCIA, UN GRANDE DEL PERIODISMO

AL PRINCIPIO
SCHERER GARCIA, UN GRANDE DEL PERIODISMO

No es la primera vez ni será la última que el poder establecido reacciona con hostilidad contra el periodista que entrevista a individuos pertenecientes al mundo de lo proscrito. La naturaleza de la proscripción puede ser jurídica, política, social, económica o una combinación de cualquiera de esas formas.

La orquestada descalificación en contra de Julio Scherer por la entrevista al "Mayo" Zambada, que esta semana publica la revista Proceso no hace más que ratificar la ausencia de una moral de estado; el poder queda evidenciado cuando un periodista conversa con uno de los hombres más perseguidos.

El mensaje del capo, además de desafío, transmite mensajes coincidentes con cada vez más amplios sectores sociales: “el gobierno está perdiendo la guerra “le mienten al presidente”, #el narcotráfico, como la corrupción, está en la sociedad" "el ejército viola garantías de gente indefensa".

Cuántos políticos quisieran las habilidades del capo para hacer creíble su decir, cuando renuncia al ególatra expediente de ostentarse intrépido y se confiesa en estado de permanente pánico.

El desdentado régimen ha puesto a sus leales del periodismo a condenar la entrevista como un acto de servicio al crimen organizado, se equivocan, los que les prestan invaluables servicios a los delincuentes son los que callan.

¿LO MALO NO ES QUE SUCEDA, SINO QUE SE SEPA?

Conozco gente de buena fe que se deja convencer de la pertinencia de ocultar la información "para no crear pánico". Desde el servicio público evaden responsabilidades sin la incómoda presión de una prensa cuestionante y sobre todo, de una sociedad consciente y movilizada. Las redes de complicidades se han extendido silenciosamente, para "no crear psicosis".

El crimen organizado creció a sus anchas durante el régimen priista, los Amado Carrillo, Arellano Félix, Juan García Abrego y muchos más, fundaron sus imperios cobijados por la deliberada opacidad. El PAN en eso tampoco fue distinto, y el gobierno de Amalia García no ha tenido empacho alguno en asumir la misma conducta instransparente con idénticos resultados.

EL MAPA DE RIESGOS

En noviembre del 2008 la prensa Zacatecana fue forzada a publicar “narcomantas” mediante instrucciones perentorias. Poco después y a plena luz del día una reportera fue ferozmente perseguida hasta las instalaciones policiacas del municipio de la capital.

Venturosamente todavía el crimen organizado no asesina a ningún periodista zacatecano, pero sus mensajes de amedrentamiento ya no nos son desconocidos. La cobertura de episodios delictivos es prácticamente inexistente, sin embargo, la psicosis existe porque la ciudadanía sabe del secuestro de que fue víctima la esposa de un diputado, el secuestro de tres charros en el marco de una competencia con un público de cientos de asistentes. El infierno padecido por un médico de muchas familias, el monto que pagó un mediano comerciante, etc. Si la autoridad asumiera su responsabilidad y no nos tratara como nos trata, sabríamos que cuando menos, hace la lucha.

Hay en nuestro estado decenas de familias que no saben que puerta tocar para que los auxilien en la búsqueda de un familiar sustraído con violencia de su propio hogar o simplemente desaparecido sin rastro, algunos de las víctimas son modestísimos servidores públicos. No se sabe que los busquen, la cínica apuesta es al olvido social.

En estos mismos momentos ignoramos el paradero de un muy estimado amigo del que no se sabe nada desde el 27 de marzo. Es tiempo que no sé a qué se debe, si ayuda o perjudica publicar su nombre ni si la autoridad hace esfuerzos serios, cuando menos porque se trata del familiar de un funcionario de primerísimo nivel. Solo sé que me sacude el alma y que me siento provocado cada vez que escucho la imbecilidad de que en otros lados están peor.

AL ÚLTIMO
ENTRE CUBRIR Y ENCUBRIR
No es fácil el ejercicio periodístico en temas tan delicados porque no nada más se pone en riesgo el periodista y su medio, un error puede desencadenar daños irreparables a las fuentes de información, a las víctimas o a sus familiares, en estos temas no se vale todo con tal de tener la primicia. La prudencia no sobra,
El poder púbico tiene la obligación de cumplir deberes de transparencia con las acotaciones inherentes a estos temas, uno de los cuales consiste en garantizar el derecho a la información.

El periodismo de la revista Proceso no elude el tema. Gracias a sus hallazgos disponemos de una radiografía aproximada del fenómeno; la propia DEA, la policía antinarcóticos de los Estados Unidos, para evidenciar complicidades oficiales, hace lo mismo que Zambada, recurre a Julio Scherer porque lo sabe respetado, por eso es ofensiva la campaña desatada en su contra,

Nos encontramos el lunes en el recreo