jueves, 3 de diciembre de 2009

RECREO

RECREO
Por J. Luis Medina Lizalde

AL PRINCIPIO
LA REVELACION DEL AÑO

Quienes conocemos al licenciado Miguel Rivera Villa sabemos de su don de gentes. Es posible imaginarlo abordando un taxi y mantener animada charla con el conductor. No es de descartar que se le antoje un menudo con "la güera" y ahí entable amena charla con alguno de sus múltiples amigos que de vez en vez se olvidan de la dieta. Tampoco es difícil imaginarlo en animada tertulia con los abogados cafeteros en alguno de los Vips; el caso es que en algún lugar de esos u otros por el estilos, el secretario de seguridad pública se enteró de que "los cuerpos policiacos de los tres niveles de gobierno, están infiltrados por la delincuencia organizada", algo que sólo se sabe cuando se está en contacto con Juan Pueblo.

PONCIO PILATOS EN ACCIÓN

El homicidio de Juventino Flores es delito del orden común, al menos que el Secretario General de Gobierno Carlos Pinto base su extraña declaración en considerar los bates de beisbol y los garrotes con que lo mataron (a Juventino), armas de uso exclusivo del ejército.
Como se sabe, el miércoles 25 de noviembre fueron interceptados por policías federales y estatales mineros procedentes de diez estados de la república, en el momento en que se dirigían a la ciudad de Zacatecas a reclamar que la justicia penal zacatecana liberara las ordenes de aprehensión en contra de los presuntos responsables del homicidio de Juventino Flores, ocurrido el pasado 10 de junio a las afueras de la minera Peñoles en Fresnillo. Se conoce que la averiguación concluyó con la consignación de varios individuos, pues tal como lo dijimos en anteriores colaboraciones, los violentos hechos están videograbados, de manera que no hay para dónde hacerse.

De manera inexplicada, el gobierno federal y el gobierno del estado incurrieron en abuso de autoridad, violando flagrantemente las garantías constitucionales de los mineros, deteniendo a los que procedían del norte cerca de Saín Alto y a los que venían del sur a las alturas de "Las Arcinas". En donde haciendo gala de una energía que quisiéramos ver que usaran ante la delincuencia que opera a sus "anchas" en el estado, detuvieron los autobuses donde se trasladaban los trabajadores mineros, obligándolos a permanecer encerrados durante muchas horas, primero en los autobuses, y luego en cuartos de hotel en un "arraigo de facto". Hasta que finalmente se instalaron en plantón permanente en la plaza de armas, en donde hasta la fecha permanecen soportando las inclemencias del tiempo.

EL TIEMPO QUE TE QUEDE LIBRE, SI TE ES POSIBLE...

Ayer decidieron bloquear la circulación en un punto medular del centro histórico con una demanda que resulta fácil de satisfacer: "con cinco minutos que nos atienda la gobernadora nos damos por satisfechos".

Sin duda el conflicto que mantiene paralizada la minera en Sombrerete es de naturaleza federal. Exigirle al gobierno del estado la solución no tiene fundamento, al contrario, pero el homicidio de Juventino Flores si es de jurisdicción local, como lo sabe el experimentado litigante del ramo penal Carlos Pinto.

Al inicio del sexenio, el hijo del entonces gerente de peñoles evadió la acción de la justicia después de cometer un repugnante crimen al prenderle fuego a un indigente apodado "El Cobijas” sólo para divertirse. No se ha notado esfuerzo alguno para dar con el "junior” homicida. Ahora, cuando los presuntos responsables de la muerte de Juventino y peñoles participan en el mismo lado del conflicto minero, por alguna razón u otra, como que "le tiemblan las corvas” a la justicia zacatecana.

AL ÚLTIMO
...Y SIGUE LA MATA DANDO


Hace aproximadamente quince días tres parejas adolescentes vivieron amarga experiencia. Eran "pasaditas" las ocho de la noche cuando unos violentos sujetos se apoderaron de Gerardo, Luis Ángel y Gabriel, y sus respectivas novias. Les quitaron el vehículo y les dieron a ellos una brutal golpiza, las jovencitas fueron violadas y salvajemente golpeadas. Después los seis fueron tirados como "bultos".

El hecho fue en la gasolinera que está antes de llegar al "orito”. El vehículo apareció abandonado.

Hechos como el que aquí narramos incrementan de manera alarmante, lo que indica que el deterioro social se agudiza sin que la autoridad reaccione consistentemente, debido, entre otras razones, a que prefiere defender la imagen que defender a la sociedad.
Por eso se dan declaraciones como las del licenciado Rivera Villa, cuando habla de cosas sabidas por todos como si se acabara de enterar.

Justo es reconocerlo, no es cosa de él, es política oficial.

Nos encontramos el lunes en el recreo
luismedinalizalde@gmail.com