Por J. Luis Medina Lizalde
Publicado el 20 de abril de 2009 en el periódico IMAGEN
AL PRINCIPIO
OBAMA SUPER STAR
La opinión en la que más coincidieron los analistas nacionales e internacionales respecto a la visita de Barack Obama a nuestro país es que ésta fue protocolaria, sin contenido apreciable, en contraste con la trascendencia del encuentro que el mandatario norteamericano sostuvo con los gobernantes de Latinoamérica que acudieron con posturas consensadas para reclamar verdaderos cambios en la relación con los Estados Unidos.
Ni el muro que se construye con nuestra frontera común, ni el TLC, ni el bloqueo a nuestros transportistas, merecieron atención alguna en el encuentro. El tema de la migración y el del crimen organizado tuvieron un tratamiento de lo más superficial y no provoco más que la acostumbrada catarata de lugares comunes.
Obama no se da aires de colonizador, pero ello no impidió que sus anfitriones mexicanos lo trataran como si fuera Madonna.
Lo importante era la foto con el visitante, y éste, condescendiente, según relatan las crónicas, saluda a cada uno de los invitados para que los fotógrafos capten la escena para la posteridad. Aunque el más bananero de los políticos mexicanos no llegó al grado del presidente de Colombia, que convocó a rueda de prensa para presumirle al mundo que Obama le dio un autógrafo.
¡Ni Fox!
LO MÁS CLARO ES LO MÁS DEMOCRÁTICO
Ha trascendido una controversia respecto al mejor destino posible de los fondos procedentes del impuesto sobre la nómina.
Los voceros del sector privado no comparten la intención del gobierno del estado de financiar con 40 millones de pesos la instalación de la industria manufacturera de partes de aviones, ni la canalización de 4 millones para el rastro TIF, por ejemplo.
Cuando se creó este impuesto protestaron los empleadores.
Para apaciguar los ánimos, se les ofreció participación de los líderes de las cámaras del sector privado en la administración de lo recaudado por ese concepto, mediante el correspondiente fideicomiso, aceptando que una información de interés general, fuera del conocimiento del gobierno y ellos solamente.
Los fidecomisos son modalidades de ocultamiento de información financiera de carácter público insistentemente denunciados por el Auditor Superior de la Federación. Han servido, por ejemplo, para que los ministros de la Suprema Corte incrementen sus privilegios sin la molestia de la supervisión social.
Del mismo modo que le pasa a los sindicalizados, a los miembros del sector privado de este país les “expropian” a sus dirigentes mediante compras, contratos, o demás “tratamientos especiales” que permite el enraizado tráfico de influencias.
Hay ocasiones en que el gobierno se “mete hasta la cocina” en la elección de los líderes de las cámaras, y entonces la subordinación es más garantizada, convirtiendo a estos líderes en “abajofirmantes” cautivos y en declaradores a modo cada vez que el gobierno lo necesita.
La democracia interna es la medicina que necesitan lo mismo los sindicatos que las organizaciones del sector privado, para que sus respectivos representados le saquen provecho a estar organizados.
Desde luego que no desconocemos la existencia de liderazgos empresariales honestos y socialmente comprometidos, y una evidencia de ello, la pueden aportar los que en estos momentos se inconforman con la propuesta que según notas periodísticas, les iban a someter a su consideración en la cancelada reunión del consejo de administración del fideicomiso el pasado viernes.
Si coinciden en que el destino de los impuestos es asunto de todos, empujarán por la transparencia total de ese y todos los fideicomisos, y desde luego, por la más amplia participación social en la utilización de los recursos.
LOS CRONISTAS, IGNORADOS
El domingo doce de abril tuvo lugar la presentación simultánea de un libro de relatos populares del cronista del municipio de Morelos José Trejo Reyes, y de un bien logrado documental sobre Tepetongo fruto del empuje de José Cupertino González.
El presidente municipal de Tepetongo, presente en el acto celebrado en la biblioteca Roberto Cabral del Hoyo, fue reconocido por los asistentes por el apoyo financiero al proyecto del cronista de su tierra y por su presencia en la presentación.
El hecho se inscribe dentro del Festival Cultural, y eso me hace concebir la esperanza de la revaloración del trabajo del cronista. Tan menospreciado por las autoridades municipales y estatales y tan indispensable para la memoria e identidad colectivas.
AL ÚLTIMO
SIN COMENTARIOS
La encuesta anual que desde el 2001 ordena la Secretaría de Gobernación para evaluar actitudes y creencias ciudadanas, este año arroja un contundente 66% que no cree que las elecciones sean limpias.
Nos encontramos el jueves en el recreo