lunes, 8 de febrero de 2010

RECREO

Por J. Luis Medina Lizalde

AL PRINCIPIO

Bill Clinton fue puesto contra la pared por mentiroso, no por sus momentos de placer con la becaria Mónica Lewinski.

Los mexicanos en cambio hemos tolerado que los gobernantes nos mientan en informes oficiales, en declaraciones, en spots, en espectaculares anuncios panorámicos. Cuando agarramos en la mentira a un gobernante municipal, lo hacemos tema de conversación con interlocutores que al escucharlo, no muestran sorpresa alguna porque el episodio es parte de una rutina.
Lo anterior viene a colación cuando Felipe Calderón declara bajo sospecha a las víctimas adolescentes masacradas cuando celebraban un cumpleaños en Ciudad Juárez.

Después, detienen un "sospechoso" al que muestran de espaldas a las cámaras diciendo que la matanza es la acción de "la línea" encabezada por "el doce”, en contra de "artistas asesinos".

Horas después, el "tal doce", en vez de permanecer oculto, falla al tratar de matar a un policía ministerial, y al huir, tiene la mala suerte de toparse con un retén y cae abatido por los militares.
La apresurada manifestación presidencial criminalizando a los jóvenes, la sospechosa presentación de un individuo que se declara "halcón", es decir, "soldado raso" comisionado para espiar al ejército y a la policía, pero muy informado de las acciones de bandas rivales, y la oportuna muerte del "jefe doce", parecen conformar una trama para salir del paso mientras otros acontecimientos desplazan el tema.

OMINOSO ESCALAMIENTO

Lo acontecido en Juárez y el asesinato en masa de la clientela de un bar de Torreón, son en mi opinión, acciones deliberadas para producir un efecto que no acabo de entender. No se trata de "daños colaterales”, como llaman a la muerte de inocentes en acciones de guerra, se trata en ambos casos de la matanza de inocentes para un fin determinado. Los testimonios de los testigos sobrevivientes no dejan lugar a duda, nuestra realidad es más complicada de lo que nos habían dicho.

Ya es ocioso discutir si Felipe Calderón mandó a la tropa por el mismo motivo que Salinas encarceló a "la Quina", o si el empleo masivo del ejército fue una decisión motivada por la voluntad de recuperar territorios cedidos por el Estado, lo cierto es que la descomposición acelerada nos conduce a momentos dramáticos.

Una clase política con sentido de responsabilidad saca el tema de la seguridad del debate entre partidos, la oposición al gobierno federal habrá de reconocer que ahí donde gobierna, su desempeño no ha sido mejor que el de Calderón, y Calderón deberá rectificar el uso partidista de la Procuraduría General de la República tan groseramente exhibido en Michoacán.

Pero lo que debe ser motivo de revaloración de Tiros y Troyanos es la conveniencia nacional de castigar la mentira en voz de los gobernantes, porque las mentiras que a los mexicanos nos cuentan, son infinitamente más graves que las que Clinton le contó a su esposa y a su pueblo.

Pongámonos a pensar en cuál país democrático Genaro García Luna se mantendría en el servicio público después de la mundialmente famosa puesta en escena de la captura de la francesa acusada de secuestro para congraciarse con una empresa televisora

AUTOCRÍTICA COLECTIVA

Los zacatecanos tendremos ocasión de deliberar colectivamente en torno a nuestra seguridad. Un cambio de gobierno no se reduce a la renovación del personal dirigente que la sociedad contrata por un tiempo determinado, es también la ocasión para examinar lo bien hecho, de lo que no debe continuar.

Es momento de dilucidar si la verdad puede ser un principio de eficacia gubernamental además de imperativo ético.

También los medios de comunicación, a la hora de hacer el balance sexenal habremos de preguntarnos si hicimos lo que nos corresponde, o seguimos la inercia de las autoridades.
AL ÚLTIMO
SOSLAYADO POR LOS MEDIOS
En ríspido debate celebrado el pasado martes en el recinto de San Lázaro, el diputado Javier Corral, afirmó tajantemente que el Gobernador de Chihuahua recibió dinero del narcotráfico para financiar su campaña. El asunto es de suma gravedad y si en verdad hay compromiso con las instituciones, deberá investigarse a fondo tal aseveración.

Javier Corral Jurado no es un político que recurra al escándalo para llamar la atención, tampoco es de los vasallos del Presidente por ser de su partido, es poseedor de una sólida formación profesional y es a mi juicio, el mejor parlamentario que tiene el PAN desde los tiempos de José Ángel Conchello. Su voz tiene credibilidad más allá de su partido especialmente por la entereza con que se enfrenta al duopolio televisivo.

Con esto no digo que lo que afirmó el diputado panista no requiera de comprobación, sólo señalo que esta gravísima acusación procede de alguien que no acostumbra hablar por hablar.

Nos encontramos el lunes en el recreo

luismedinalizalde@gmail.com