Por J. Luis Medina Lizalde
Imagen, Zacatecas, jueves 30 de julio de 2009
- No falla una persona, falla toda una política
Al principio
profeta en su tierra
Miguel Rivera Villa es portador de una trayectoria pública reconocida lo mismo en asuntos electorales que en seguridad pública.
Se especializa en "papas calientes", fue el exitoso árbitro de la contienda electoral que le dio el triunfo, en su segundo intento, a Francisco Barrio como gobernador de Chihuahua.
Años después presidió el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas, fue funcionario penitenciario en las “Islas Marías”, en Puente grande y en Almoloya, director de la policía ministerial de Zacatecas.
Estuvo en tareas de seguridad pública en Sinaloa y recientemente la prensa lo reporta cumpliendo encomienda en el DF.
Es institucional. Su designación como secretario de Seguridad Pública es con fundamentos válidos, aquí no hay amiguismos, parentescos o complicidades como factor.
Pero en materia de seguridad pública no ha fallado una persona, ha fallado una política.
El primer error consiste en mantener al mismo equipo nombrado cuando el desafío a la seguridad pública procedía de la delincuencia común.
La irrupción del crimen organizado entre nosotros plantea retos para Zacatecas aunque su combate sea jurisdicción federal.
Si Miguel Rivera Villa carece de fuerza para integrar un equipo lo más idóneo posible será tan intrascendente como su antecesor.
Los tramposos de la fe
Le ha sido cancelada la condición sacerdotal a Nicolás Aguilar, el reincidente pederasta que le acarreó al propio arzobispo de la ciudad de México una demanda ante la corte de los Ángeles, California.
De ese modo el Vaticano pone orden y no el clero mexicano, tal como sucedió con el tristemente célebre padre Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, la jerarquía católica mexicana no se responsabiliza de castigar estas conductas, prefiere fingir que no existen.
Los sectores más tradicionalistas de la iglesia se consolidaron a la llegada al pontificado de Karol Wojtila, desde entonces y hasta la fecha han bloqueado a los sectores modernizantes del catolicismo y se han convertido en pilares de esquemas de dominación social en donde la injusticia es fruto natural.
Al clero conservador lo asociamos con la rigidez de sus predicas morales, con su capacidad de escandalizarse ante conductas que califica de liberales, por eso no deja de sorprender su comportamiento encubridor de la sexualidad antisocial de algunos de sus miembros, especialmente la referente al abuso de niños.
Su conducta contrasta con la de la jerarquía católica de los Estados Unidos, en donde agarran el toro por los cuernos y en vez de encubrir a sus propios pederastas los castigan e indemnizan a sus víctimas.
Una posible explicación del modo diferente de enfrentar la situación entre individuos de las mismas creencias religiosas está en que en los Estados Unidos someter a proceso a un jerarca de la iglesia no tiene nada de especial, aquí aún se está lejos de que la ley sea pareja.
Industria en ciernes
La detención de los presuntos responsables del secuestro y asesinato de la hija de Nelson Vargas entre muchas aristas, tiene la de la claudicación del estado de su obligación de asistir a las víctimas de estos delitos en los momentos de la negociación con los captores, no de otra manera se puede interpretar la instalación de empresas para auxiliar en el pago de rescate a cambio de elevadas sumas de dinero, como lo hizo saber el propio Nelson Vargas, a quien le tocó pagar más de un millón de pesos por asesoría que condujo a la nada.
Son muchas las posibilidades de que esta modalidad de industrialización del secuestro termine por ser controlada por el propio crimen organizado.
La confabulación de delincuentes, policías y "asesores privados en seguridad" no es remota.
Por otro lado, los servicios de estos intermediarios acentuarán, aún más, la indefensión de las víctimas de modesto patrimonio que son las más.
Tiene razón Nelson Vargas en su llamado a no confiar en los intermediarios privados, es preferible apostar por la autoridad y reclamar de ella y para todos los que los necesiten, los servicios que ahora se venden a quien pueda pagarlos.
Al último
el iris del chupacabras
La cédula de identidad ciudadana que este martes anunció Felipe Calderón es un tema distractor desesperado ante el reporte de la caída de la producción en el mes de mayo.
Dicho anuncio paso a segundo término luego que apareció la dichosa cédula, con todo y CURP y credencial de elector.
La novedad es el iris del ojo, y en noviembre empieza la danza.
Nos encontramos el lunes en el recreo.