Laura Itzel Castillo
Publicado en El Universal gráfico el 25 de noviembre de 2009
El 25 de noviembre de 1960, las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, fueron brutalmente torturadas y asesinadas. La ONU declaró esta fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y reiteradamente ha llamado a los gobiernos del mundo a que se sensibilicen sobre este tema.
Lamentablemente, como en otros asuntos sociales, el Estado mexicano no sólo ha ignorado estas recomendaciones sino que ha tomado acciones contrarias al reconocimiento de los derechos de la mujer.
Lamentablemente, como en otros asuntos sociales, el Estado mexicano no sólo ha ignorado estas recomendaciones sino que ha tomado acciones contrarias al reconocimiento de los derechos de la mujer.
En noviembre de 1991, los cuerpos de Claudia Ivette González, Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos Monárrez fueron encontrados en un campo algodonero de Ciudad Juárez con claras señas de tortura sexual. De estos crímenes no se tiene a la fecha ningún responsable, ni reparación de los daños. De entonces a la fecha son más de 700 mujeres asesinadas en similares circunstancias en esa zona. Diversas agrupaciones, como el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer, denuncian que el Estado mexicano ha ignorado la Convención Belém do Pará, que establece, entre otras cosas, el derecho de las mujeres a una vida sin violencia.
Desafortunadamente a través de campañas de “prevención y atención” se afirma que las mujeres son responsables de la violencia que viven, pues se dice que ellas provocan las violaciones. Esto nos recuerda a Arturo Chávez, quien como procurador de Chihuahua les recomendó “usar spray para los ojos y asistir a cursos de karate”. Otros funcionarios de la dependencia a su cargo declararon que la responsabilidad de los feminicidios era de las mujeres “por usar minifalda”. La designación de Chávez como titular de la PGR es quizás la muestra más clara del desprecio hacia las mujeres.
Mujeres de Negro, culminó el pasado 23 de noviembre el “Éxodo por la vida de las mujeres”, en el que se informó, entre otras cosas, que la violencia de género no es un problema exclusivo de Ciudad Juárez, pues según estadísticas oficiales, 77% de las mujeres sufren violencia. También, denunció a algunos gobiernos y congresos estatales por negarse a promover los derechos de ellas. Asimismo, las organizadoras del éxodo informaron del boicot que sufrió la caravana por parte de Peña Nieto, a su paso por el estado de México, entidad donde según las organizaciones civiles se han registrado más 170 mujeres asesinadas en lo que va del año. Algunos datos obtenidos de las procuradurías estatales de justicia reflejan un mayor número de homicidios dolosos contra mujeres en 2008: Chihuahua, 187; Veracruz, 96; Distrito Federal, 92; Quintana Roo, 64; Jalisco, 57 ; Sinaloa, 48; Chiapas, 45.
El diario español El Mundo publicó recientemente una nota en la que señala que la Corte interamericana de Derechos Humanos avaló la demanda presentada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en la que se acredita la responsabilidad del Estado mexicano en los crímenes de Juárez. Sin duda esto es un logro de las organizaciones sociales y de las madres de las asesinadas y desaparecidas, las cuales luchan denodadamente por que en México se haga justicia. Que la consigna que ha acompañado su larga marcha se haga realidad: Ni una muerta más.