Por J. Luis Medina Lizalde
Publicado el 18 de junio de 2009 en el periódico IMAGEN
AL PRINCIPIO
REHENES DE LA INCOMPETENCIA
Causa desasosiego la nueva ocurrencia gubernamental de enviar a 5 mil estudiantes de planteles militares a las sierras en donde confluyen los estados de Durango, Sinaloa y Chihuahua, que conforman el Triangulo dorado, el espacio físico concentrador de más cultivo de marihuana en el país y sin duda la región más peligrosa de todas las que son campo de operaciones del narcotráfico.
Los enviados a esta zona son estudiantes de profesiones como odontología, medicina, enfermería, ingeniería, entre otras. En el contingente participarán 500 mujeres y no serán acompañados por tropas experimentadas en combate. También reclutan voluntarios entre los que prestan su servicio militar.
El fracaso es inocultable.
COMO EN EL PORFIRIATO, SER POBRE ES UN CRIMEN
Se llama Leo Dan De la Rosa, nació en la comunidad del Ciprés del municipio de Pánuco, y el 16 de mayo inició una etapa de su vida que tomó un rumbo inesperado. Ese día fue su primer día laboral como custodio del CERESO, y desde ese entonces, “no ve la suya” pues es uno más de los 51 arraigados por la cada vez más sospechosísima fuga de reos del CERESO de Cieneguillas.
La consignación en paquete de la totalidad de los arraigados tiene toda la apariencia de una más de las infamias que se cometen contra personas indefensas en nombre del combate a la delincuencia organizada.
Tal como en el caso del joven De la Rosa, buena parte de los custodios trasladados a Nayarit debieron de ser puestos en libertad con las reservas de ley, mediante un deslinde de responsabilidades fácilmente desprendible de la reconstrucción de hechos y de los mismos testimonios que constan en el expediente, injustificadamente turnado a un juzgado federal adscrito a uno de los cinco reclusorios de máxima seguridad del país.
Nadie con sentido de responsabilidad se opone al castigo legal de las complicidades de los que abrieron las cinco puertas que necesariamente tuvieron que traspasar los reos y los que fueron por ellos, ni de los vigías de las torres desde donde era visible la operación, pero muchos de los trasladados son víctimas de la insensibilidad extrema de una justicia degradada.
Juan Gabriel Jacobo Reyes pasó toda la noche en el hospital civil vigilando a un interno hospitalizado, al concluir su turno, regresa al CERESO de Cieneguillas por sus cosas para luego descansar en su hogar, pero al llegar lo detienen y él es uno más de los que en estos momentos están en el penal de Nayarit.
Hoy, si no hay prórroga, vence el plazo constitucional para que el juez resuelva la situación jurídica de los puestos a su disposición por un ministerio público negligente. Ojalá que se tome el trabajo de estudiar el expediente y dicte auto de libertad a los consignados sin sustento y dé formal prisión a los que así procede, para enmendar aunque sea en parte, una actuación ministerial sesgada, que elude su deber de investigar a los funcionarios de mas jerarquía y que se hace de la vista gorda ante las omisiones que permitieron la tranquila retirada de los reos y los que se los llevaron por la carretera a San Luis Potosí.
Los traslados de reos son sigilosos, pero esta vez lo hicieron a plena luz del día. Los periodistas zacatecanos atenuaron el salvajismo policiaco al registrar el drama de madres, esposas e hijos que angustiosamente clamaban por retener a sus seres queridos, quienes ahora ven fuera de su alcance económico los servicios jurídicos, porque a los honorarios de los abogados, se agrega el costo de los intermitentes viajes a la sede penitenciaria
El gobierno del estado, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, los representantes populares, si saben cuál es su deber, no dejarán solas a estas humildes familias zacatecanas, su dolor y su coraje son legítimos.
Los que buscan votos, que demuestren que tienen agallas para oponerse a las injusticias. Los indiferentes y los cobardes a los pueblos les sirven para un carajo.
AL ÚLTIMO
Y ELLOS CUANDO
El secretario de educación pública Alonso Lujambio le pide a las universidades públicas “aplicar de manera voluntaria medidas de racionalización del gasto”.
La petición es anticipación a la profundización de la crisis que los especialistas vaticinan para después de las elecciones. Creo que nunca está demás racionalizar el gasto, pero el gobierno no ha empezado a hacer lo propio, el derroche en lo superfluo continúa.
Nos encontramos el lunes en el recreo
luismedinalizalde@gmail.com