Estimadas amigas y amigos: Se ha desatado en el país una verdadera campaña respecto a las próximas elecciones: "Abstenerse" o "anular el voto". Las razones que se arguyen no pueden estar más justificadas: "la clase política ya nos colmó", "ya nos tiene hartos".
Y es cierto, nadie puede en éste momento afirmar que nuestro país es conducido (por la clase política) por el camino del progreso, la tranquilidad y la democracia porque la triste realidad es precisamente todo lo contrario. Nos están llevando al precipicio.
Pero definitivamente no creo que anular nuestro voto o de plano abstenerse de ir a la casilla sea la solución a nuestros males. A ésta acción no corresponderá ninguna reacción porque los políticos no se sentirán aludidos de ninguna manera (tienen el cuero muy grueso y resbaloso). Ellos a lo suyo una vez obtengan la constancia de mayoría (sean los votos que fueren): a seguir con la simulación de su entrega "por el bien del país".
Y menos aún se justificaría la anulación del voto o la abstención en ésta ocasión especial en que López Obrador necesita todo el apoyo de sus seguidores para lograr el mayor número posible de diputados, Delegados en el D.F. y asambleístas. Por ningún motivo debemos dejarnos convencer de anular el voto ya que, si lo pensamos un poquito, finalmente no conduce a nada. Antes bien, debemos de promover entre familiares, contactos, amigos y vecinos la participación activa éste 5 de julio y que preferentemente se vote PT, CONVERGENCIA EN LOS ESTADOS O PRD EN EL DISTRITO FEDERAL Y TABASCO.
Les envío un afectuoso saludo. Héctor Astorga Zavala.