Por José Agustín Ortiz Pinchetti
Publicado el 2 de agosto de 2009 en La Jornada
1. Otra lacra. La ordeña de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex): ¡100 mil millones en 14 años! El hecho era conocido por las autoridades federales, pero prefirieron contemporizar. No irritar a gobernadores, empresarios, líderes políticos, sindicales, banqueros involucrados. Otra muestra de cómo la corrupción y la impunidad deterioran la economía, agotan el sistema político, derrotan a Calderón en la guerra contra el narco y fomentan la desigualdad. ¿Qué desenlaces le esperan al sexenio? Una cadena de crisis, una implosión, un colapso. Escenarios catastrofistas improbables hasta hace poco hoy empiezan la ofensiva de la oligarquía, el gobierno y el PRI para convertir a AMLO en “un muerto viviente”; ha fracasado. Es capaz de imponer la agenda. Sus hechos y propuestas impactan. Aun los que lo calumnian de populista y de radical tienen que aceptar que es el mayor y prácticamente el único líder progresista en el país en este momento.
2. La capacidad para organizarse es signo de vitalidad. Triunfó en la resistencia contra la reforma privatizadora de Pemex; en 2008 contra la trampa de adversarios traidores y magistrados, y ganó Iztapalapa en 2009. La respuesta a la adversidad está en la organización y en la movilización; significa disciplina y madurez.
3. La reciente convocatoria de Andrés Manuel López Obrador a la organización, más allá de los partidos cínicamente bloqueada en casi la totalidad de los medios, está siendo atendida en 2 mil municipios del país. La crisis acicatea a la gente. Ningún partido tiene la nómina confiable y detallada de esta organización de militantes y de cuadros.
4. El movimiento es la única oposición verdadera. Se posiciona rápido frente a los desaciertos del gobierno, los critica con eficacia. Sabe resistir, aprovecha con oportunidad la información confidencial. El llamado de AMLO a las cuatro vertientes de organización será atendido por cientos de miles.
5. Mi testimonio personal: en los llanos y serranías de Puebla, mientras se extiende la depresión por los malos tiempos, los miembros de los comités se muestran entusiastas. No buscan candidaturas ni chambas. Trabajan por la regeneración y el renacimiento de nuestra nación. En Puebla y en todo el país son la única esperanza de cambio. Lejos del triunfo vamos en la dirección correcta.
2. La capacidad para organizarse es signo de vitalidad. Triunfó en la resistencia contra la reforma privatizadora de Pemex; en 2008 contra la trampa de adversarios traidores y magistrados, y ganó Iztapalapa en 2009. La respuesta a la adversidad está en la organización y en la movilización; significa disciplina y madurez.
3. La reciente convocatoria de Andrés Manuel López Obrador a la organización, más allá de los partidos cínicamente bloqueada en casi la totalidad de los medios, está siendo atendida en 2 mil municipios del país. La crisis acicatea a la gente. Ningún partido tiene la nómina confiable y detallada de esta organización de militantes y de cuadros.
4. El movimiento es la única oposición verdadera. Se posiciona rápido frente a los desaciertos del gobierno, los critica con eficacia. Sabe resistir, aprovecha con oportunidad la información confidencial. El llamado de AMLO a las cuatro vertientes de organización será atendido por cientos de miles.
5. Mi testimonio personal: en los llanos y serranías de Puebla, mientras se extiende la depresión por los malos tiempos, los miembros de los comités se muestran entusiastas. No buscan candidaturas ni chambas. Trabajan por la regeneración y el renacimiento de nuestra nación. En Puebla y en todo el país son la única esperanza de cambio. Lejos del triunfo vamos en la dirección correcta.