Por J. Luis Medina Lizalde
AL PRINCIPIO
EL CAOS Y SUS BENEFICIARIOS
La ley de salarios máximos es una realidad al ser publicada la semana pasada en el diario oficial de la federación, en lo sucesivo no es legal que algún servidor público tenga una remuneración superior al presidente de la república, aunque por el principio de la no retroactividad quedan a salvo los ministros de la Suprema Corte, los magistrados del TRIFE y todos los que se encuentran en la misma situación. Son los sucesores de todos ellos los que habrán de ajustarse a la reciente disposición.
En los próximos tiempos habremos de saber que tan eficaz resulta la medida en un país en que la plegaria más reiterada dice "Dios mío, ponme donde hay, no donde me den”. Lo que en buen cristiano significa que el saqueo de dinero público no se reduce a los altos salarios.
La inercia legislativa de copiar lo más vistoso de la legislación federal puede impulsar que en Zacatecas se introduzca una ley semejante para que ningún servidor público estatal o municipal gane más que la persona en la que recae la titularidad del ejecutivo.
Claro, alguien tiene que decirnos con certeza como están los ingresos de los diputados locales y de los regidores de los diversos ayuntamientos, porque según mis cuentas, así como en el plano federal hay muchos servidores públicos ganando más que Felipe Calderón, en Zacatecas también varios rebasan salarialmente a la gobernadora Amalia García desde responsabilidades más que modestas.
ESTA CRISIS SI ES DE FUERA
La universidad zacatecana corre el riesgo de vivir como problema interno el efecto de la restricción presupuestal si no es capaz de comunicar con meridiana claridad que la insuficiencia presupuestaria de la universidad pública es deliberada política del gobierno federal desde 1983, cuando se inicia la sustitución en la administración pública de los egresados de las universidades públicas por los formados en la educación privada destinada a las élites, especialmente el ITAM, y los centros de educación superior de los Legionarios de Cristo y el Opus Dei.
RESPETESE LA LEGALIDAD EN LOS BUEYES DE MI COMPADRE
Cuando la Universidad Autónoma de Zacatecas negoció el acuerdo que puso fin al adeudo histórico con el ISSSTE, el gobierno federal disponía de mucho dinero. Eran los tiempos en que el precio del petróleo andaba por las nubes y el despilfarro no tenía límites, un gobierno menos hostil que el de Vicente Fox a la universidad pública, con la mano en la cintura condonaría el adeudo, con la misma disposición con que la Secretaria de Hacienda le devolvió los impuestos a las gigantes empresas.
En vez de eso le impusieron a nuestra máxima casa de estudios la entrega de emblemáticos edificios a contrapelo de la naturaleza jurídica del patrimonio universitario, que lo declara no enajenable, inembargable intransferible e imprescriptible.
El gobierno de una universidad pública se convierte en patética parodia cuando le da por imitar el discurso del gobierno constitucional en turno. Desde 1929, año de la autonomía universitaria, se prefiguró la elevada misión de la universidad pública de pensar y repensar libremente a la nación, por eso la digna independencia crítica de Ramón De La Fuente ayer, como la de José Narro Robles hoy, como cuando don Javier Barros Sierra o don Pablo González Casanova.
Alonso Lujambio le anuncia a los rectores un recorte al presupuesto de las universidades públicas por cientos de millones de pesos. Otra vez el costo de la crisis se le carga a Juan Pueblo. Al fin y al cabo al frente de la educación pública está un individuo que no siente precisamente pasión por ella.
AL ÚLTIMO
SE LES CONCEDIÓ VOLVER
Los habitantes del municipio de Villanueva experimentan la zozobra de que ya regresaron “los que se habían ido”, y no me refiero a los migrantes sino a los que secuestran y extorsionan sin que nadie les estorbe.
Otra vez custodian entradas y salidas de la cabecera municipal y otra vez los “levantones” se ponen a la orden del día, ahorita hay una persona levantada de "Murguía" y otra del “Pantano".
No olvidan que el asesinato del jefe policiaco sigue impune y que allí hubo movilización ciudadana que obligó a la autoridad a no hacerse la desentendida, por eso es de esperar que esta vez actúen a tiempo
Proteger la integridad de los ciudadanos que reclaman seguridad es deber ineludible. Los criminales quieren ciudadanos acobardados ¿el gobierno también?
Nos encontramos el jueves en el recreo
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