Laura Itzel Castillo
02 de junio de 2010
Este país que lamentablemente se desmorona de manera vertiginosa, enfrenta a diario la ambición insaciable de la autoridad, para acabar de entregar al mejor postor lo que no le pertenece. Así lo vemos en el caso del petróleo, de la energía eléctrica, de la educación, la salud, la alimentación, la vivienda y hasta el agua, como en el caso concreto del Wal Mart en Puebla.
Ahora que se cumple un año del trágico incendio de la guardería subrogada del IMSS en Hermosillo, Sonora, a causa de la irresponsabilidad de quienes hacen negocio a costa de las necesidades del pueblo, se anuncia que están listas las licitaciones para la construcción de 12 penales federales que serán concesionados. ¿A quién? ¿Al crimen organizado acaso?
No es extraño, pues para quienes hoy usurpan el poder, el concepto de soberanía hace décadas que pasó de moda. En el libro de Andrés Manuel López Obrador La mafia nos robó la Presidencia, nos recuerda la carta que Richard Lasing, secretario de Estado del presidente Woodrow Wilson, escribió en 1924: “México es un país extraordinariamente fácil de dominar porque basta con controlar a un solo hombre: el Presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la Presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que esto nos llevaría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirle a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y el respeto al liderazgo de los Estados Unidos. México necesitará de administradores competentes. Con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la Presidencia. Sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queremos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros”.
Dentro de esta “gran apertura” que se ha dado en el país para la inversión extranjera, resalta el caso de Wal Mart como protagonista de varias irregularidades. Esta empresa que difiere sus impuestos (es decir, no los paga), será beneficiaria del presupuesto federal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Su director estatal en Puebla, Manuel Beristain, afirma que del presupuesto federal se destinarán recursos para evitar las inundaciones que podrían afectar a la tienda que Wal Mart pretende instalar. Por cierto en terrenos que pertenecen a familias derechohabientes del Infonavit, de la Unidad Habitacional La Margarita de aquella ciudad.
De tal manera que Wal Mart, que fuera considerada en un amparo resuelto por la Suprema Corte como la nueva tienda de raya, por pagar parte del salario mediante tarjetas o bonos que sólo pueden cobrarse en sus establecimientos, se beneficiará además del presupuesto público, producto de los que sí pagan impuestos.
Para aclarar esta situación, algunos diputados y diputadas federales hemos formulado preguntas parlamentarias al director general de la Conagua, José Luis Luege. Entre ellas resalto las siguientes:
1) ¿La Comisión Nacional del Agua puede disponer del presupuesto estatal o federal para dotar de infraestructura hidráulica que una empresa privada requiere para que la propia institución le conceda permisos que previamente le solicitó?
2) ¿A cuánto asciende el presupuesto público de Conagua para el estado de Puebla y en particular en la ciudad de Puebla, Puebla?
3) ¿Qué clave o número de registro tiene este proyecto, programo o inversión, dentro del presupuesto aprobado para 2010?
Esperamos las respuestas.