AL PRINCIPIO
ÉLITES INSENSIBLES.
Cuando la Secretaría de la Defensa Nacional asentó en un informe al poder legislativo su percepción de que se configura en situación de riesgo la viabilidad del Estado Mexicano, sabía de lo que hablaba, en los últimos días se han registrado acontecimientos a cual más de graves que confirman lo acertado del diagnóstico. Primero, fue el una planificada desarticulación de Monterrey, la segunda ciudad más grande del país, 28 bloqueos a vialidades durante 5 horas a cargo de jóvenes entre los 14 y 17 años emergidos de los aproximadamente 30 mil pandilleros de los empobrecidos suburbios regiomontanos. Tal fue la respuesta del crimen organizado a la captura del "Tory", según las versiones oficiales, jefe de la plaza por parte de los zetas.
Monterrey es el asiento de la mentalidad empresarial mexicana. El siglo XX fue el de su esplendor. En los momentos de más prosperidad, protagonizaron severas confrontaciones con el régimen. El presidente Lázaro Cárdenas, mediante una sabia combinación de prudencia les hizo sentir que no eran los dueños del país, sino una parte importante del mismo, que no debe colocarse por encima del Estado.
El sector privado regiomontano se convirtió en el más audaz promotor de una visión individualista; en sus dominios ni el sindicalismo charro encontró calor, su vecindad con el imperio hizo de esos empresarios cruzados de la imitación del modo de vivir de las élites norteamericanas. Lo refleja la arquitectura de sus mansiones y su desprecio al nacionalismo, aunque ahora que las trasnacionales se quedan con empresa tras empresa tendrán ocasión de revisar sus esquemas ideológicos. Su aparente modernidad se contradice con su medioeval subordinación al ahora universalmente despreciado Marcial Maciel, al que le dieron una fortuna en millones de dólares, al mismo tiempo que la miseria en los barrios populares se extendía.
Hoy los "prósperos triunfadores" están cercados por su creación, la pobreza circundante ha provisto de carne de cañón al crimen organizado.
LA DERECHA ES IGUAL EN TODAS PARTES
El record histórico de 77 ejecutados el pasado viernes fortalece la presunción de que en algunas áreas del aparato de seguridad está operando la política de las ejecuciones extra judiciales; los cadáveres de los ejecutados en el estado de Tamaulipas fueron colocados de manera que formaran la letra Z, los jóvenes en proceso de rehabilitación asesinados en Chihuahua dan indicios de que se está cumpliendo el esquema de los escuadrones de la muerte de las favelas brasileñas, las emociones colectivas generadas por el salvajismo del crimen organizado promueven la aceptación social de "soluciones" de fuerza al estilo del alcalde de San Pedro Garza García..
Son las respuestas que la derecha pone en práctica para mantener sus privilegios intocados: endurecer las penas y poner en marcha la máxima capacidad aniquiladora en nombre del estado. Su discurso es: más y mejores armas, más y mejores policías. En un clima semejante, la defensa de los derechos humanos la equiparan a la defensa de los delincuentes.
Esa visión tiene otra manifestación: el desalojo de la mina de Cananea y de Pasta de Conchos, la entrega de redes de fibra óptica a Televisa por una cantidad inferior al 3% de lo que el estado gastó en introducirlas, la crueldad de una política fiscal que opta por sangrar a la mayoría social, por no irritar a un puñado de enriquecidos e insolidarios oligarcas.
La derecha gobernante se beneficia de una clase política a la que vuelve adicta a los hoteles de lujo, a los cruceros en el Caribe y a ropa de marca. Estimula en ellos el desprecio por las convicciones para disponer de ellos una vez que están inoculados de ese pragmatismo que los hace moldeables, gelatinosos, políticos de plastilina que asumen hoy lo opuesto a lo que sostenían ayer. No son especie nueva, son especie en auge.
AL ÚLTIMO
MODELO ELECTORAL FALLIDO
Debiera ser preocupación de todos cuidar el camino electoral, que los mexicanos pudiéramos elegir pacíficamente entre el criminógeno neoliberalismo y un modelo que redistribuya las condiciones propicias para vivir en paz, que genere empleos y escuelas, que las élites moderen su avaricia. Pero el modelo electoral es tan prohijador de frustraciones colectivas como el modelo económico.
Un obstáculo que no atinamos a resolver es el que las elecciones no son precedidas por discusiones de fondo, las campañas son derroche de dinero en la difusión de imágenes, mentiras, trucos, coartadas, el elector es abandonado por los medios de comunicación, que asumen un enfoque partidista sustentado en convenios monetarios. Al elector se le priva de la oportunidad de conocer el grado de conocimiento que de la problemática social poseen los candidatos. Su trayectoria real.
Reconozcamos que la disyuntiva no es cambio o no cambio, sino cambio pacífico o cambio violento.