jueves, 24 de junio de 2010

RECREO: El miedo es el mensaje

Por J. Luis Medina Lizalde

Junio 24, 2010


Al principio
La granada arrojada a la bodega en donde está depositada la papelería electoral de nuestro vecino Aguascalientes es una evidencia más de algo que no se ha subido al tapete de la discusión: la intencionalidad política de la delincuencia organizada.
Se admite sin discusión la génesis socioeconómica de la delincuencia en general, se reconoce la degradación de los cuerpos policiacos, se reconoce la inoperancia del Ministerio Público y del Poder Judicial, inclusive se vincula a políticos específicos con el crimen organizado, pero nunca se examina su naturaleza política, a pesar de que a lo largo de la historia brotan los ejemplos que el crimen organizado, a diferencia de la delincuencia común, siempre debe examinarse en referencia al ejercicio del poder.


Dios los hace y ellos se juntan
Cuando el gobierno norteamericano inició su histórica racha de intentos fallidos de asesinar a Fidel Castro, lo primero que hizo fue pactar el crimen con Sam Giancana, el Chapo Guzmán gringo de los años sesenta del siglo pasado. Dos décadas después, el gobierno gringo eludió la prohibición de ayudar a la contrarrevolución nicaragüense proveyendo de armas iraníes a los Somocistas mediante el pacto entre narcotraficantes y Oliver North, subsecretario de Estado.
Los golpes de estado que padeció Bolivia y otros países latinoamericanos eran parte de la lucha entre cárteles que disputaban rutas y mercados estratégicos.
Colombia eligió diputado al más connotado narcotraficante de su historia Pablo Escobar Gaviria, y en estos momentos es el país con más legisladores en la cárcel por nexos con los traficantes de cocaína.
Los gringos bombardearon cruelmente la capital panameña y capturaron al presidente de ese país general Antonio Noriega, quien fue internado en una prisión norteamericana desde diciembre de 1989 hasta que recientemente fue entregado a Francia para ser juzgado por lo mismo.


La escuela de cuadros de gobernación
Los fundadores principales de los cárteles mexicanos proceden de la temible dirección federal de seguridad, la policía política a la que el régimen priísta le asignó la tarea de perseguir y aniquilar a los opositores, bajo el mando directo del secretario de gobernación.
Otro dato que reafirma la asociación del crimen organizado y el poder político es que desde mediados de los ochenta está recluido en prisión Rubén Zuno Arce, hermano de quien fuera la esposa del presidente Luis Echeverría Álvarez, sentenciado en relación al homicidio del agente de la DEA Enrique Camarena.
No puede existir delincuencia organizada sin cobijo del poder, y por lo tanto sin intencionalidad política, arrojar una granada a la bodega de las boletas electorales en Aguascalientes es un mensaje de intimidación a los votantes, a los funcionarios de casillas, a los candidatos mismos. Con ello, los delincuentes nos están diciendo que no son indiferentes a los procesos electorales. Que ellos también cuentan.


Sentido de responsabilidad
El contexto derivado de la instalación de la delincuencia organizada en los 12 estados en donde se elige gobernador, le impone la obligación a los actores políticos de usar el lenguaje de la razón, y no el de la pasión. El debilitamiento de la estabilidad política siempre se paga caro, pero nunca como ahora.
En Zacatecas nos disponemos a elegir nuevos mandos. Como en el resto del país, la sociedad no tiene una sola visión sobre el gobierno, sobre los partidos y sobre los candidatos.
Durante muchos años hemos sabido vivir en paz nuestras diferencias, esperamos que ahora, nuestra histórica madurez cívica nos vacune en contra de la intolerancia a la postura diferente, la presencia del crimen organizado en nuestra entidad es motivo suficiente para optar por la sensatez como conducta. La verdad no tiene dueños.


Al último la privatización de lo que es de todos
Son muchas las evidencias de que la actividad criminal tiene arrodillado al régimen. Eso no pasa en todos los países y en donde eso sucede, no sucede siempre. El crimen organizado es empresa dominante allí donde a los pueblos les fue arrebatado el estado, en donde en vez de ser la sociedad organizada, se convierte en instrumento de unos pocos.
El Estado Mexicano sustentado en la constitución vigente, vive una prolongada agonía que inició desde el momento en que fue privado de las fortalezas que lo preservaban del chantaje de los dueños de la riqueza. Sin bancos, sin ferrocarriles, sin más de mil empresas públicas que dieron viabilidad a miles y miles de empresas privadas.