sábado, 17 de julio de 2010

RECREO: La verdad como principio

Por J. Luis Medina Lizalde


AL PRINCIPIO
En la derrota y en la victoria hay lugar para el honor (y también para lo contrario). La dignidad con que se asume una derrota es el principio de la victoria futura. No reconocer que en Zacatecas la ciudadanía expresó claramente su decisión de que Miguel Alonso Reyes gobierne, es reaccionar como aquel que le diagnostican una severa enfermedad y buscar indicios para hacerse la ilusión de que los médicos se equivocan.
Cierto, las elecciones de Zacatecas están muy lejanas de ser el ejercicio democrático que quisiéramos, las contiendas son más entre gobiernos que entre partidos. Eso pasa desde hace rato.
Comparto la percepción de que prevaleció el voto de castigo a una forma de gobernar; en ese sentido vi más el impulso contra, que el apoyo en pro. No identifico una sola propuesta programática de la coalición triunfadora que fuera motivo del entusiasmo ciudadano.
La ciudadanía zacatecana hizo evidente su madurez cívica, estuvo atenta y optó con madurez ejemplar. Los que recurrieron al lenguaje del odio al adversario se atrincheraron en el anonimato de los foros cibernéticos y aun en esos espacios hubo seudónimos de ciudadanos pensantes, razonadores, que con su participación acentuaban la pequeñez moral de los odiadores de oficio.
Los zacatecanos ya no dan cheques en blanco, se acabó la ciudadanía cautiva de una opción, quien quera ganarse su confianza tendrá que no contradecir su palabra con sus hechos.
Al Partido de la Revolución Democrática (PRD) sólo le queda el camino de vivir la democracia interna para ser alternativa válida, socialmente confiable. Si sigue bajo control de facciosos que toman decisiones sin preguntar a sus militantes estará traicionando la causa que motivó su existencia.
Ojalá las cúpulas de Acción Nacional y del PRD tomen nota del reconocimiento que se ganó Cuauhtémoc Calderón Galván cuando se negó a declinar. Como perredista, me hubiera sentido orgulloso de Minerva Hernández, candidata perredista al gobierno de Tlaxcala, mi estimada excompañera de legislatura a la que sacrificaron inútilmente.
Los principios de la izquierda no defraudaron a los zacatecanos, fue la incongruencia con esos principios la que determinó el resultado. Es duro pero es verdad.


ELECCIONES SIN PROPUESTAS DE PROGRAMAS
México es muy mal conducido por una clase gobernante que hace su mundo muy aparte del que habitan sus gobernados.
Para esta élite, el éxito en la política no es el eficaz cumplimiento de un programa de gobierno o la respuesta igualmente eficaz a las crisis. Por eso los problemas sociales del México contemporáneo adquieren dimensiones de catástrofe, trátese del empleo, de la educación, del cuidado del medio ambiente, de la seguridad pública, del saqueo inmisericorde de nuestros recursos no renovables o de nuestra viabilidad como nación.
Cierto, en el plano nacional el PRI emerge derrotable después de la histórica pérdida de Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Pero es un juego de vencidas entre los del mundo aparte. El 5 de julio el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, despertó a la realidad, ser el candidato de las televisoras no lo es todo, sus enviados a los 14 estados no le rinden buenas cuentas.
En Puebla, con los votos perredistas y panistas, emerge triunfador un incondicional de Elba Esther Gordillo; en Sinaloa, la primera declaración del rico empresario Mario López Velarde
A lo mejor Oaxaca se cuece aparte, la alianza tuvo su soporte en el movimiento popular organizado y combativo, que es el verdadero factor de triunfo sobre Ulises Ruiz. Pero ni ahí deja de asomarse la oligárquica sombra de José Murat y Diódoro Carrasco, ambos exgobernadores enfrentados a Ulises Ruiz. En Hidalgo fracasó el esquema ante un caciquismo inamovible.
Veracruz vivió una competida elección entre lo malo y lo peor, y todavía no sabemos quién gana. En Aguascalientes, el gobernador derrotó a su partido, en Tlaxcala los perredistas y panistas se derrotaron a sí mismos, en Tamaulipas y Chihuahua, el abstencionismo es el signo de un descontentó que no pasó por las urnas.


AL ÚLTIMO
NO HAY PEORES CIEGOS QUE LOS QUE SE NIEGAN A VER

En resumidas cuentas, el esquema electoral vigente está diseñado para que se reproduzcan los mismos intereses y se acentué la exclusión social.
Mientras no encontremos la fórmula para que no sea el dinero el que mande, los corruptos hombres de empresa que ahora meten dinero a candidatos para cobrar más tarde, serán reemplazados por el dinero del crimen organizado, que de ese modo tendrá garantizada la impunidad cuando secuestren para exigir rescate a los que ahora acumulan fortunas como políticos o como "aportadores en la política". Diego Fernández de Cevallos, a lo mejor coincidiría con esta apreciación.
Nos encontramos el lunes en El recreo.
(Malova), el triunfador de la contienda es de deslinde del PRD y PAN, partidos que se coaligaron para apoyarlo.