El próximo domingo 25 de julio a las 10 de la mañana en el Zócalo capitalino de la ciudad de México Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, rendirá su informe del avance del movimiento para la transformación del país y hará la presentación del proyecto alternativo de nación, donde sin duda, el petróleo es pieza sustancial.
La lucha por la defensa de los hidrocarburos ha sido parte del ideario permanente con el que la izquierda se ha identificado. Simboliza la batalla que hemos dado por nuestra soberanía, la cual se encuentra gravemente vulnerada.
Recordemos que como parte de la reforma energética en 2008 se aprobó la Ley de Petróleos Mexicanos (con el voto en contra de legisladores del movimiento en defensa del petróleo). Esta nueva ley sustituyó a la antigua Ley Orgánica de Pemex y Organismos Subsidiarios. Estos organismos son: Pemex-Exploración y Producción (PEP); Pemex-Refinación (PR); Pemex-Gas y Petroquímica Básica (PGPB) y Pemex-Petroquímica (PPQ).
De acuerdo a la nueva ley, el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos se conforma por 15 consejeros, de los cuales seis son representantes del Poder Ejecutivo designados directamente por Calderón, cinco son representantes del sindicato y cuatro “honestos e independientes” profesionales propuestos por el Ejecutivo y ratificados por el Senado de la República. Los consejeros profesionales nombrados entonces fueron: Héctor Moreira Rodríguez, José Fortunato Álvarez Rodríguez, Fluvio Ruiz Alarcón y Rogelio Gasca Neri.
A este Consejo de Administración le correspondía formular la reorganización y reestructura de la paraestatal. Es decir, revisar si los organismos subsidiarios de Pemex debían fusionarse o no en una sola empresa, como se había debatido ampliamente durante los foros realizados en el Senado de la República y como lo hemos demandado desde la oposición, puesto que ello genera mayores precios de energéticos y es contrario a la práctica de las grandes petroleras en el mundo.
No obstante, hasta el día de hoy el Consejo de Administración no ha presentado ninguna propuesta para la reorganización de los organismos subsidiarios de Pemex. Sin embargo estos personajes, a excepción de Gasca Neri, prácticamente se autonombraron, para como se dice en el argot “dobletear” y hasta “tripletear” como consejeros profesionales también de las subsidiarias. Tal es el caso de tres de los cuatro consejeros profesionales de Pemex: Héctor Moreira en PEP, José Fortunato Álvarez en PR y Fluvio Ruiz en PGPB y en PPQ.
El artículo 18 de la Ley de Pemex dispone que “los consejeros profesionales de los organismos subsidiarios estarán sujetos a las mismas disposiciones establecidas para los consejeros profesionales de Petróleos Mexicanos, en los términos de esta Ley”, y el artículo 8 señala que para ser nombrados deberán someter su designación a la Cámara de Senadores, y en sus recesos, a la Comisión Permanente para su ratificación, cuestión que no ha sucedido hasta el día de hoy.
Conflicto de intereses. Por si esto no fuera suficiente, la Secretaría de la Función Pública emitió los lineamientos de compatibilidad de los consejeros profesionales de la paraestatal que señalan que éstos en ningún caso podrán ser empleados de Pemex, ni recibir de ella ningún tipo de compensación o pago derivados de cualquier otra actividad, salvo las que correspondan a su desempeño en el Consejo de Administración. Tampoco podrán ser asesores de Pemex ni funcionarios de una sociedad en cuyo órgano de administración participe el director general de Petróleos Mexicanos, como es el caso de los organismos subsidiarios en los que fueron nombrados.
La lucha por la defensa de los hidrocarburos ha sido parte del ideario permanente con el que la izquierda se ha identificado. Simboliza la batalla que hemos dado por nuestra soberanía, la cual se encuentra gravemente vulnerada.
Recordemos que como parte de la reforma energética en 2008 se aprobó la Ley de Petróleos Mexicanos (con el voto en contra de legisladores del movimiento en defensa del petróleo). Esta nueva ley sustituyó a la antigua Ley Orgánica de Pemex y Organismos Subsidiarios. Estos organismos son: Pemex-Exploración y Producción (PEP); Pemex-Refinación (PR); Pemex-Gas y Petroquímica Básica (PGPB) y Pemex-Petroquímica (PPQ).
De acuerdo a la nueva ley, el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos se conforma por 15 consejeros, de los cuales seis son representantes del Poder Ejecutivo designados directamente por Calderón, cinco son representantes del sindicato y cuatro “honestos e independientes” profesionales propuestos por el Ejecutivo y ratificados por el Senado de la República. Los consejeros profesionales nombrados entonces fueron: Héctor Moreira Rodríguez, José Fortunato Álvarez Rodríguez, Fluvio Ruiz Alarcón y Rogelio Gasca Neri.
A este Consejo de Administración le correspondía formular la reorganización y reestructura de la paraestatal. Es decir, revisar si los organismos subsidiarios de Pemex debían fusionarse o no en una sola empresa, como se había debatido ampliamente durante los foros realizados en el Senado de la República y como lo hemos demandado desde la oposición, puesto que ello genera mayores precios de energéticos y es contrario a la práctica de las grandes petroleras en el mundo.
No obstante, hasta el día de hoy el Consejo de Administración no ha presentado ninguna propuesta para la reorganización de los organismos subsidiarios de Pemex. Sin embargo estos personajes, a excepción de Gasca Neri, prácticamente se autonombraron, para como se dice en el argot “dobletear” y hasta “tripletear” como consejeros profesionales también de las subsidiarias. Tal es el caso de tres de los cuatro consejeros profesionales de Pemex: Héctor Moreira en PEP, José Fortunato Álvarez en PR y Fluvio Ruiz en PGPB y en PPQ.
El artículo 18 de la Ley de Pemex dispone que “los consejeros profesionales de los organismos subsidiarios estarán sujetos a las mismas disposiciones establecidas para los consejeros profesionales de Petróleos Mexicanos, en los términos de esta Ley”, y el artículo 8 señala que para ser nombrados deberán someter su designación a la Cámara de Senadores, y en sus recesos, a la Comisión Permanente para su ratificación, cuestión que no ha sucedido hasta el día de hoy.
Conflicto de intereses. Por si esto no fuera suficiente, la Secretaría de la Función Pública emitió los lineamientos de compatibilidad de los consejeros profesionales de la paraestatal que señalan que éstos en ningún caso podrán ser empleados de Pemex, ni recibir de ella ningún tipo de compensación o pago derivados de cualquier otra actividad, salvo las que correspondan a su desempeño en el Consejo de Administración. Tampoco podrán ser asesores de Pemex ni funcionarios de una sociedad en cuyo órgano de administración participe el director general de Petróleos Mexicanos, como es el caso de los organismos subsidiarios en los que fueron nombrados.