Por J. Luis Medina Lizalde
AL PRINCIPIO
LOS PEORES AL RELEVO
La debilidad de Felipe Calderón se acentúa con el bajo y controvertido perfil de los nuevos titulares en las tres dependencias donde hubo cambio de estafeta, a Suárez Coppel, de Pemex, se le asocia con anómalas asignaciones de contratos en la misma paraestatal, con torpezas empresariales en el grupo Modelo y con Gil Díaz.
A Mayorga, de SAGARPA, el menos cuestionado, se le atribuye un pensamiento neoliberal a prueba de razonamientos.
Al propuesto como Procurador General de la República lo marca su condición de procurador de Chihuahua cuando iniciaron los feminicidios y no nada más por la falta de resultados sino porque a él se le atribuye, no sé si con verdad, haber expresado que a “las muertas de Juárez” las violaban y asesinaban "por putas". Pero lo que más controversia desata a su alrededor es su ejercicio profesional de abogado en el despacho de Diego Fernández De Cevallos.
La precariedad del mandato de Calderón se incrementa también con la permanencia de Carstens en la Secretaría de Hacienda, miembro del equipo económico incrustado en la zona de las grandes decisiones desde que Miguel De La Madrid inició la sustitución de los profesionistas egresados de la UNAM con los que se forman en escuelas privadas de los Estados Unidos, los tristemente celebres "Chicago boys", a los que ya nada más en México les hacen caso. También debilita a Calderón la permanencia de Javier Lozano en la Secretaría del trabajo y de Ruiz Mateos en economía, simplemente no están donde sirven.
OPERACIONES DE TEATRO, NO TEATRO DE OPERACIONES
Dice un dicho que cuando estalla la guerra, la primera baja es la verdad, y Zacatecas, como campo de la guerra contra el crimen organizado tuvo la semana pasada muestras de ello.
Conocimos que se frustró un secuestro (probablemente imaginario) en Guadalupe (aunque nunca dijeron de quien,) en el que cuando menos uno de los supuestos secuestradores, Pedro Alanís, resultó un empleado de tortillería que tuvo la mala suerte de pasar por ahí en el momento de un espectacular operativo.
Al señor Alanís Figueroa lo golpearon brutalmente, buscando incriminarlo posteriormente en “daños a una motocicleta”. Después de que lo soltaron denunció los hechos ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y horas después, policías ministeriales se lo llevaron y lo incomunicaron (desde la noche del miércoles hasta el siguiente sábado) sometiéndolo a salvajes golpizas nuevamente, para después soltarlo sin más explicación que el dicho de sus captores de que era para protegerlo de los soldados “porque te traen ganas".
Por esos mismos días dicen que "reventaron" una casa "de seguridad” en la colonia Arboledas pero nunca informaron que los tres jóvenes que detuvieron salieron en libertad porque una vez más "las cosas no son como parecen".
Pero cuando no se midieron fue el viernes 4 del presente, cuando los habitantes de la capital zacatecana nos inquietamos por el vuelo inquisitivo de dos helicópteros y nos impresionamos con la "narco tiendita" en la Cinco señores, también con el enfrentamiento en la Bella vista, los balazos y los nueve arrestos. Lo que nunca informaron es que todos los detenidos salieron más pronto que tarde porque una vez más "era más el ruido que las nueces".
EL SILENCIO DE LOS INOCENTES Y EL SILENCIO DE LOS CULPABLES
La gente que vive estas pesadillas prefiere guardar silencio para no exponerse a otro trago amargo, resienten el daño físico ocasionado por los brutales procedimientos empleados por elementos bajo mandos negligentes que operan sin controles sociales o institucionales.
Resienten también la estigmatización derivada de que la autoridad jamás aclara, para no evidenciarse, cuando los falsamente inculpados resultan inocentes.
Resienten también daño económico cuando se ven obligados a contratar abogados.
Mientras actúan contra los simples mortales, los verdaderos delincuentes continúan plagiando gente indefensa como Federico Esparza, ex presidente municipal de Chalchihuites, igual que muchos otros en diversos rumbos del estado.
El daño es inmenso porque destruye la confianza social en la autoridad.
AL ÚLTIMO
VIEJA RUTINA
Después del quinto informe arranca el juego sucesorio, sin que se renueve la cultura política.
Se conocen aspiraciones pero no propuestas, se buscan “señales” en vez de trayectorias, se pregunta quién es el “bueno" como sinónimo de quién es el escogido, no de cuál es el idóneo.
Seguimos instalados en los parámetros sucesorios que legó a la posteridad Rubén Figueroa, así es que usted decida si la caballada esta gorda o flaca.
Nos encontramos el lunes en el recreo
luismedinalizalde@gmail.com