RECREO
Por J. Luis Medina Lizalde
Por J. Luis Medina Lizalde
AL PRINCIPIO
DESPUES DE LA TEMPESTAD VINO LA UNANIMIDAD
La aprobación del presupuesto estatal del 2010 tuvo lugar hasta el último minuto del plazo legal. Las bancadas del PT y del PRI se mantuvieron en una misma postura hasta que una negociación puso fin a las diferencias, de su lado estuvo la ventaja numérica y la conducción del experto en finanzas públicas Guillermo Huizar. El saldo final es un empate, ambas partes cedieron algo.
Fue una de las contadas ocasiones en que el gobierno de Amalia García tuvo que vivir las consecuencias de que su partido no tuviera mayoría en el congreso. La verdad, no le ha hecho falta, su cabildeo ha sido irresistible. Sin embargo, aunque una golondrina no hace verano, el "tironeo" de fin de año deja enseñanzas:
La primera de ellas es que la oposición no ha sabido serlo, pues contando con una cómoda mayoría, no ha sido eficaz contrapeso del poder ejecutivo. Lo que la hace corresponsable de lo bueno y lo malo del sexenio.
Otra enseñanza estriba en que para nuestra clase política lo electoral tiene más peso que todo lo demás, pues la exigencia de etiquetar "cada peso del presupuesto" se justificó con la necesidad de "amarrarle las manos a la gobernadora en el proceso electoral del 2010". Lo cual me parece inobjetable pero...
¿No se les ocurre etiquetar cada peso del presupuesto también para evitar la corrupción? porque las desviaciones del presupuesto aprovechando la manga ancha que suele dejar el poder legislativo no sólo tiene móviles electorales, muchas fortunas privadas tienen origen en "mordiscos" al presupuesto de funcionarios inescrupulosos.
Los que ahora reclaman etiquetar todo y antes aprobaron presupuestos sin semejante precaución lo hacen por una de dos: en Zacatecas para lo único que se puede desviar dinero es para elecciones, no para engordar bolsillos personales o bien, a nuestros representantes populares no les interesa cuidar el dinero público más que cuando se usa en perjuicio de sus intereses electorales.
NO ES QUE NO QUIERA, ES QUE NO PUEDE
El deliberado debilitamiento del Estado Mexicano nos ha puesto en manos de gobiernos con limitaciones cada vez más severas. La grave crisis producida por el populismo frívolo del López Portillismo fue aprovechada por una elite económica que entronizó sus intereses aliándose subordinadamente al capital trasnacional. Para ello sirvió el arribo a los altos puestos de dirección de los tecnócratas cincelados en las escuelas de paga e ideologizados en los postgrados del "primer mundo".
Los neoliberales se hicieron cargo del país cuando el salario mínimo ajustaba para comprar 45 kilos de tortillas, hoy se ajustan seis antes de los aumentos de los últimos días, en 1982 el salario mínimo compraba 240 piezas de pan blanco y hoy, antes de la cuesta de enero alcanzaba para 39 piezas, el salario mínimo permitía comprar catorce litros de leche, hoy ajusta cuatro si bien le va.
Han pasado tres sexenios de gobiernos priistas y un sexenio y medio de panismo sin que el espejismo neoliberal cumpla sus promesas. Por el contrario, una porción muy minoritaria de mexicanos ha acumulado fortunas enormes y una mayoría social oscila entre la supervivencia clase mediera, la pobreza patrimonial y la pobreza alimentaria. Pero su fruto más reconocible es el más de medio millón de mexicanos enrolados por el crimen organizado y los millones de mexicanos que emigraron.
De una cosa estoy seguro, si Felipe Calderón pudiera evitar el alza generalizada de precios seguramente lo haría, pero no puede, el poder ha cambiado de manos. Lejos estamos de los tiempos en que el presidente era el mexicano más poderoso de México, ahora hay varios mega empresarios que pueden más y cuando se unen, no hay quien los pare. Felipe Calderón ya no es el hijo desobediente, es simplemente el hijo de una oligarquía que marca el camino que nos lleva irremediablemente al estallido que está en curso.
AL ÚLTIMO
A PROPÓSITO DE LAS ELECCIONES
Muchos de los cambios que juzgamos idóneos para el país son susceptibles de concretar desde las entidades federativas y es en los congresos locales desde dónde se impulsan los más trascendentes.
En Zacatecas nadie ha intentado llevar a la práctica una modernización integral del derecho local. (Ni siquiera existe el planteamiento).
La incapacidad de los partidos políticos para colocar en posiciones legislativas a auténticos portavoces de visiones ideológicas nos conduce a legislaturas sin trascendencia, funcionales para los fines legítimos o ilegítimos de cualquier gobierno
Nos encontramos el jueves en el recreo
luismedinalizalde@gmail.com
