Por J. Luis Medina Lizalde
AL PRINCIPIO
HERENCIA CULTURAL
La cultura de la discriminación acompaña a la humanidad desde que el mundo es mundo. México ofrece un rico material de análisis desde que la espada y la cruz produjeron un orden injusto y cruel que generó una cultura de la diferenciación hostil.
Todavía viven testigos de la época en que los zacatecanos asumían con naturalidad que la acera en donde se ubican los portales y el teatro Calderón era la de los ricos, (“gente de bien” se les llamaba, como antes se le llamaba “gente de razón”), y la de enfrente correspondía a los simples mortales. Mi generación creció sabiendo de dos panteones en la ciudad, el de los pobres y el de los ricos... es más, ni la celebración de la misa católica está exenta de la diferenciación social, ni los obispos asumen similar status como lo revelan los exhibicionistas cumpleaños de Onésimo Cepeda, a donde acuden serviles exponentes de todas las ideologías.
LA COBARDIA IDEOLÓGICA
Aun con eso, estoy convencido que la plural clase política cree a la sociedad más atrasada de lo que realmente es, que su cobardía ideológica pavimenta el acceso al poder de una visión intolerante, medioeval y opresiva al extremo, pero muy funcional para la continuación de la desigualdad social que en estos momentos, según las muy conservadoras cifras oficiales mantiene a diecinueve millones y medio de mexicanos en la "pobreza alimentaria", es decir, sin comer tres veces al día o, diciéndolo sin eufemismos, sin comer todos los días.
Las cantinflescas declaraciones de "izquierdistas” para no asumir una posición clara frente al aborto, son igual de deleznables que el cálculo político que hizo del PRI de Beatriz Paredes perpetrador de una atroz regresión al siglo diecinueve en las legislaciones de casi una veintena de entidades federativas, agrediendo de manera grave los derechos de las mujeres que tanto usan de bandera para escalar.
Ahora podemos ver repetir la historia con la aprobación de los matrimonios de personas del mismo sexo, y su derecho a la adopción, en donde asoma la misma cobardía ideológica para exponer razones en pro y en contra.
LA SIMULACION EXHIBIDA
Soy un convencido que la agenda del cambio tiene como prioridad abatir la pobreza generada por una política económica catastrófica, pero no veo razones para rehuir definiciones ante las reivindicaciones de las minorías.
Está tan generalizada la simulación ideológica, en donde todo el mundo se "da el avión" en nombre de la civilidad, que Televisa los rebasa.
La empresa a la que le atribuimos, no sin razón, manipulación informativa y cerrazón frente a la pluralidad de las ideas, respecto a los matrimonios homosexuales le da espacios en su pantalla a los criterios homofóbicos de Esteban Arce y a la defensa de la adopción y al matrimonio gay, inteligente y ponderada, de Denisse Merker.
Ahora sucede que Emilio Azcárraga es más adelantado que la clase política en general.
LA CRISIS DEL ESQUEMA PARTIDARIO
En esta semana de fintas y tanteos, en donde la especulación tiene condiciones para hacerse pasar como análisis, lo único que está claro es que el tema de las alianzas provoca la reprobación de los partidos políticos de amplias franjas sociales, y que produce muchos desencuentros al interior de los mismos, trátese del partido que se trate. Más elocuente testimonio de la grave crisis del régimen de partidos, no es posible concebir.
En el seno del PRD, ayer se dio a conocer que el Senador Carlos Sotelo García, destacado miembro del grupo de "los chuchos", junto con el también integrante de la corriente que encabeza al partido, se asume en contra de las alianzas con el PAN cocinadas en varios estados de la República. A César Nava no le va mejor, y ante los desencuentros internos y la reprobación externa busca salir del atolladero vetando a “los lopezobradoristas" y a "los partidarios de los matrimonios gays".
EL PRI tiene en el partido verde a su crecido aliado,
AL ÚLTIMO
LA SUCESIÓN LOCA (L)
En Zacatecas están en proceso alianzas tan alejadas de los principios como las del plano nacional, si el PT hace alianza con el PRI, podrá invocar todo tipo de razones, pero no principios.
La crisis de los partidos refuerza la capacidad de los actores individuales para determinar resultados, en ese sentido Amalia García capitalizará una victoria o asumirá el costo político de una derrota, una vez que se advierte su decisión de fungir “como la gran electora". El PRD le ofrece dos modelos de sucesión de donde puede extraer lecciones la michoacana y la tlaxcalteca.
Nos encontramos el lunes en el recreo
