jueves, 21 de enero de 2010

RECREO


Por J. Luis Medina Lizalde

AL PRINCIPIO

AHORA NI EL USTED DISCULPE

Exactamente ocho meses después de la escandalosa evasión de 53 reos, 31 de los custodios inculpados salieron de la prisión de Tepic, y se tiene la expectativa de que salgan algunos más durante la semana que hoy inicia.

Treinta de los liberados se beneficiaron de la resolución del tribunal unitario auxiliar de la apelación al auto de formal prisión, interpuesta por los abogados David Gumaro Sahagún Montoya y José Basilio Sahagún Martínez en defensa de uno de los reclusos de nombre José Filiberto Venegas Ortiz.

La inocencia de la mayoría de los inculpados no era difícil de establecer, la determinación del ministerio público federal fue tan monstruosa que solo se explica como el cumplimiento de una consigna.

INMORAL MANIPULACION

Lo cierto es que hasta ahora los humildes ex custodios sirvieron de cortina de humo para distraer la atención pública en torno a los que tuvieron el poder para sacar de la prisión de Cieneguillas a 53 presos, dejando en el aire varias interrogantes:

¿Por qué tardaron tanto en reaccionar?, ¿Por qué los evadidos en vez de dispersarse se fueron juntos a San Luis por una carretera federal durante casi tres horas de viaje según el testimonio de un recapturado?, ¿Por qué el gobierno federal usó el caso para masacrar la imagen del gobierno del estado realizando espectaculares y ridículas operaciones de búsqueda en los aeropuertos de la ciudad de México y de Tijuana sólo para generar nota?, ¿Por qué se sacaron de la manga lo de "los más peligrosos" para que la interpol los buscara en 166 países siendo que el primero de ellos. lo pudimos identificar como al "peligroso" individuo al que su propio hermano metió a la cárcel por un asunto menor y además estaba por salir en libertad?, ¿Por que ofrecieron, como en el viejo oeste, un millón de pesos por cada uno de los fugados y luego que vino el "Michoacanazo" todo se silenció?

Con la fuga, el gobierno federal "tapó" un escándalo mayor, horas antes, en el estado de Morelos, fueron aprehendidos por nexos con los Beltrán Leyva el secretario de seguridad pública, y poco después el procurador de justicia, ambos en prisión desde entonces.

LOS REEMPLAZABLES

Sigue la desalmada carnicería de humildes, no solamente son carne de cañón de ambos frentes de guerra, también son la más disponible carne de presidio. La propia procuraduría de la República reconoce que sólo ocho jefes del narcotráfico han sido detenidos o muertos en lo que va del sexenio, (entre esos ocho están los "juniors", por lo que la lista se reduce) y que sesenta y cuatro mil de los aprehendidos son menudistas, es decir, "jodidos" y muchos de ellos, inocentes.

AL ÚLTIMO

NO OIGO SOY DE PALO

A estas alturas, el examen del quehacer gubernamental no tiene más función que la de identificar lo que falla para que en el próximo gobierno no se repita. En lo que respecta a la seguridad el gobierno, patinó feo al integrar un equipo de "confiables” desde el punto de vista político según el más torpe de los criterios, porque si el equipo resultó malo frente a la delincuencia ordinaria, frente a la delincuencia organizada simplemente fue patético.

El esquema no cambia, en estos momentos carecemos de titulares en los dos cuerpos policiacos estatales, en la policía ministerial porque el licenciado Miguel Ángel Jiménez, después del fallido atentado en que constató la endeble capacidad de los cuerpos de seguridad, decidió sabiamente que en el extranjero "los malosos le pelan los dientes". Esperamos que así sea.

En el caso de la policía estatal preventiva, su titular se apresta a gobernar el Municipio de Guadalupe.

En el primer caso ha transcurrido el tiempo suficiente como para que se nombrara un nuevo jefe si es que el anterior ya “tiró el arpa”. Y en el caso del titular de la preventiva, el relevo debió ser automático puesto que su decisión a nadie agarra de sorpresa.

Pero en donde más falla el gobierno es cuando oculta casos como la desaparición, desde noviembre, de un oficial de la estatal preventiva.

Los presidentes municipales no han podido evitar la infiltración de sus cuerpos policiacos por miedo, o porque el problema los rebasa, pero no es buen augurio que algunos, como el de Ojocaliente, interponga un amparo por si la SIEDO no resiste la tentación.

Nos encontramos el jueves en el recreo

luismedinalizalde@gmail.com