Laura Itzel Castillo
26 de mayo de 2010
Como diputada federal, desde el mes de marzo presenté una propuesta de punto de acuerdo para solicitar información acerca de lo que México fue a ofrecer al extranjero, en materia petrolera. La pregunta en concreto: ¿cuáles fueron los alcances de la reunión sostenida en Davos, Suiza, entre Felipe Calderón y las empresas petroleras trasnacionales?
Previo a la visita oficial, Felipe Calderón informó a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión de los objetivos básicos del viaje a Davos. Entre lo que mencionó destaca que: “El tercer día de trabajo el presidente Calderón tiene contemplado un desayuno con los presidentes de algunas de las empresas trasnacionales más importantes del mundo, muchas de ellas con operaciones relevantes en nuestro país, en el que se reiterará el mensaje de que México es un destino seguro y confiable para invertir; se compartirá información sobre los esfuerzos emprendidos para fortalecer nuestro desarrollo económico, apuntalar nuestra competitividad y generar nuevos empleos, entre otros”.
Cabe resaltar que a la Comisión Permanente no le informó de ninguna reunión con líderes de empresas petroleras en específico. Esto representa un desdén al artículo 27 constitucional, que señala: “No se otorgarán concesiones ni contratos… y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos…”
No obstante, Calderón llevó a cabo una reunión con petroleras internacionales. Ahí lo felicitaron por haber permitido la participación de estas empresas extranjeras en el diseño que tendrán los nuevos contratos, tal y como lo declaró el secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, desde Suiza.
Durante la visita, el boletín de Los Pinos reveló que “Calderón expuso a los directivos de British Petroleum, Royal Dutch Shell, Statoil, Total y ENI: Tony Hayward, Peter Voser, Margaret Ovrum, Thierry Desmarest y Roberto Poli, respectivamente, los principales puntos de la reforma energética en nuestro país”.
Recordemos que British Petroleum es una de las tres empresas responsables de la mancha de petróleo, que poco a poco avanza hacia nuestro territorio, producto del desastre ocasionado por la extracción del oro negro en aguas profundas, en los Estados Unidos.
El diputado e investigador Jaime Cárdenas, en su libro En defensa del petróleo, explica que entre 1949 y 1951 el gobierno mexicano firmó los primeros contratos de riesgo, los cuales define como “contratos entre Pemex y pequeñas empresas estadounidenses que se comprometían a explorar y perforar pozos en zonas previamente acordadas… si éstas eran productivas, Pemex… otorgaba a la empresa un beneficio equivalente a 15% o 18% del valor del combustible en efectivo o en especie, durante 25 años”.
La reforma constitucional de 1960 prohibió específicamente este tipo de contratos, por considerarlos lesivos para la nación y ventajosos para las trasnacionales, por permitir a extranjeros explotar directamente nuestros recursos naturales.
Los nuevos contratos de servicio anunciados en Davos son exactamente iguales a los contratos derogados hace varios sexenios. ¿Por qué?
Veamos: en la respuesta enviada a mi pregunta parlamentaria, la Secretaría de Energía, mediante oficio SPEDT/200.136.10 fechado el 23 de abril de 2010 señala que en materia de contratos de servicio: “La licitación estará en función de un bono de descuento por barril”. Esto significa que por cada barril, las empresas contratistas recibirán un porcentaje tasado en bonos, lo que representa ceder la renta petrolera y permitir a extranjeros explotar directamente nuestros recursos naturales
26 de mayo de 2010
Como diputada federal, desde el mes de marzo presenté una propuesta de punto de acuerdo para solicitar información acerca de lo que México fue a ofrecer al extranjero, en materia petrolera. La pregunta en concreto: ¿cuáles fueron los alcances de la reunión sostenida en Davos, Suiza, entre Felipe Calderón y las empresas petroleras trasnacionales?
Previo a la visita oficial, Felipe Calderón informó a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión de los objetivos básicos del viaje a Davos. Entre lo que mencionó destaca que: “El tercer día de trabajo el presidente Calderón tiene contemplado un desayuno con los presidentes de algunas de las empresas trasnacionales más importantes del mundo, muchas de ellas con operaciones relevantes en nuestro país, en el que se reiterará el mensaje de que México es un destino seguro y confiable para invertir; se compartirá información sobre los esfuerzos emprendidos para fortalecer nuestro desarrollo económico, apuntalar nuestra competitividad y generar nuevos empleos, entre otros”.
Cabe resaltar que a la Comisión Permanente no le informó de ninguna reunión con líderes de empresas petroleras en específico. Esto representa un desdén al artículo 27 constitucional, que señala: “No se otorgarán concesiones ni contratos… y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos…”
No obstante, Calderón llevó a cabo una reunión con petroleras internacionales. Ahí lo felicitaron por haber permitido la participación de estas empresas extranjeras en el diseño que tendrán los nuevos contratos, tal y como lo declaró el secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, desde Suiza.
Durante la visita, el boletín de Los Pinos reveló que “Calderón expuso a los directivos de British Petroleum, Royal Dutch Shell, Statoil, Total y ENI: Tony Hayward, Peter Voser, Margaret Ovrum, Thierry Desmarest y Roberto Poli, respectivamente, los principales puntos de la reforma energética en nuestro país”.
Recordemos que British Petroleum es una de las tres empresas responsables de la mancha de petróleo, que poco a poco avanza hacia nuestro territorio, producto del desastre ocasionado por la extracción del oro negro en aguas profundas, en los Estados Unidos.
El diputado e investigador Jaime Cárdenas, en su libro En defensa del petróleo, explica que entre 1949 y 1951 el gobierno mexicano firmó los primeros contratos de riesgo, los cuales define como “contratos entre Pemex y pequeñas empresas estadounidenses que se comprometían a explorar y perforar pozos en zonas previamente acordadas… si éstas eran productivas, Pemex… otorgaba a la empresa un beneficio equivalente a 15% o 18% del valor del combustible en efectivo o en especie, durante 25 años”.
La reforma constitucional de 1960 prohibió específicamente este tipo de contratos, por considerarlos lesivos para la nación y ventajosos para las trasnacionales, por permitir a extranjeros explotar directamente nuestros recursos naturales.
Los nuevos contratos de servicio anunciados en Davos son exactamente iguales a los contratos derogados hace varios sexenios. ¿Por qué?
Veamos: en la respuesta enviada a mi pregunta parlamentaria, la Secretaría de Energía, mediante oficio SPEDT/200.136.10 fechado el 23 de abril de 2010 señala que en materia de contratos de servicio: “La licitación estará en función de un bono de descuento por barril”. Esto significa que por cada barril, las empresas contratistas recibirán un porcentaje tasado en bonos, lo que representa ceder la renta petrolera y permitir a extranjeros explotar directamente nuestros recursos naturales