viernes, 2 de octubre de 2009

Opinión de Luis Javier Garrido en La Jornada

El boquete
Luis Javier Garrido


Felipe Calderón ha abdicado de su voluntad de gobernar y está quedando en su tercer año de gobierno como una figura (poco) decorativa, pero tras el desbarajuste del gobierno actual los grandes intereses oligárquicos están más agresivos que nunca.

1. El fracaso histórico de Felipe Calderón al tercer año del gobierno que asumió ilegal e ilegítimamente en 2006 no significa que los grupos mafiosos que lo impusieron en la silla presidencial estén cediendo ni un ápice en su intento de continuar usufructuando el poder ni que las fuerzas trasnacionales que los respaldan hayan abandonado en nada la imposición del proyecto monetarista, que supone el pleno desmantelamiento de la nación, por lo que la tensión social sigue creciendo en México.

2. La funcionalidad del gobierno de Calderón y de sus amigos incondicionales es nula, pero la oligarquía dominante le ha impuesto algunos ajustes al equipo formal del gobierno y a través del PRI y de los demás partidos –incluyendo un sector del PRD– está lanzando una nueva ofensiva contra los intereses populares al inicio de los trabajos de la 61 Legislatura en la Cámara de Diputados, que supone la aprobación de lo que ya se llama el paquetazo económico de 2009 y amenaza con nuevas contrarreformas constitucionales y legales tendientes a continuar suprimiendo el Estado de bienestar social y, como si no fuera suficiente, a una regresión política inaudita para instituir, entre otras aberraciones, la relección inmediata de diputados y senadores.

3. El desastre al que ha llevado a nuestro país la imposición de manera desquiciada del modelo trasnacional en los últimos 30 años se ha agravado notablemente durante la gestión panista, tanto por su ineptitud y su ausencia de una visión nacional como por sus desviaciones y corrupción, y en especial durante la desastrosa administración de facto de Calderón, quien ha terminado por reconocer la existencia de lo que llama un boquete en las finanzas públicas, que asciende a 300 mil millones de pesos, la crisis nacional ha adquirido rasgos sin precedente, situación ante la cual los panistas espurios no atinan más que a tratar de hacer pagar a la mayoría de los mexicanos el costo de su fracaso.

4. Tras dos semanas de matraqueo propagandístico en que el gobernante espurio ha pretendido como una burla al pueblo de México que su propuesta de gravar el consumo general con una tasa de 2 por ciento beneficiaría a la mayoría del pueblo empobrecido, el encono popular ha crecido enormemente sin que quienes gobiernan parezcan darse cuenta. La ausencia de una propuesta de reforma tributaria que suponga terminar con un régimen que se sustenta en una serie de privilegios inauditos para las grandes corporaciones incluso le fue señalado a Calderón por Merril Lynch, una de las más poderosas firmas financieras del planeta, de la que él esperaba ansioso su respaldo, durante su fallida presentación del miércoles 23 en Nueva York, pero el riesgo para los mexicanos de que la clase política les siga haciendo pagar el costo de sus políticas de corrupción sigue siendo muy grande.

5. En el actual esquema de ejercicio del poder, el PRI (bajo la férula de Carlos Salinas de Gortari) tiene la posibilidad de modificar en el ámbito legislativo las iniciativas de Calderón, pero sin que quienes mandan en ese partido tengan una propuesta para el país radicalmente distinta de la de sus socios panistas, por lo que las decisiones que son fundamentales para la nación se han vuelto mucho más que en el pasado motivo de mercadeo para la dupla PRI-PAN, que se reparte el aparato estatal y los nombramientos como los sitiales en el Consejo General del IFE, buscando sólo eludir los costos de las decisiones. Las designaciones de dos nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia y de presidentes de las comisiones de derechos humanos o la ratificación del titular de la Procuraduría General de la República (PGR) se están haciendo con esa lógica, y lo mismo va a acontecer en materia impositiva.

6. Es cierto que las reformas al inepto gabinete calderonista no se han hecho sino para dar más espacio a otras fuerzas panistas, conforme demanda Luis H. Álvarez, entre otros viejos panistas, al hacer entrar al yunquista Luis Felipe Bravo a la secretaría particular y a dos empleados de Diego Fernández de Cevallos a puestos claves: Fernando Gómez Mont, en Bucareli, y el nefasto Arturo Chávez Chávez a la PGR –ratificado ayer por el Senado–, lo que deja a Calderón con un poder de mando cada vez más exiguo, pero esto, que es un pago de cuotas que evidencia la descomposición del gobierno y ofende al pueblo mexicano, está haciendo más crítica la situación.

7. Los actos son tan graves como las omisiones y el PRI es sin duda alguna corresponsable de todas las decisiones de este sexenio, incluyendo el baño de sangre con el que Calderón ha buscado legitimarse y que le recordaron agrupaciones civiles en la ratificación de Chávez Chávez.

8. La reforma fiscal de 2009 va a ser una contrarreforma, ya pactada en lo general por Salinas y el PAN, a la que los diputados priístas están dando forma con profundo desprecio del pueblo mexicano al que le pretenden endosar, como siempre, la factura del boquete, menospreciando el hecho de que las cargas fiscales han sido un detonador de grandes movimientos sociales. Desconocen que la independencia de Estados Unidos fue una respuesta de las 13 colonias a las nuevas cargas impositivas de la corona británica y que la revolución francesa estalló en 1789 luego de que Luis XVI acatara el consejo de su ministro de Finanzas Necker de convocar a los Estados Generales para votar un alza de impuestos, con los que pretendía precisamente llenar el boquete abierto al tesoro francés por los dispendios de María Antonieta y las políticas antipopulares del monarca.

9. No sorprende que en el contexto de este mercadeo entre panistas y priístas el senador priísta Manlio Fabio Beltrones esté exigiendo a Calderón una enésima contrarreforma política, que anunció en una conferencia el miércoles 23, uno de cuyos puntos centrales es la relección inmediata de los legisladores, vieja demanda del priísmo más corrupto y de los organismos financieros internacionales ansiosos de tener un Poder Legislativo profesionalizado y sumiso.

10. La situación general es crítica en extremo y siguiendo los manuales neoliberales del Banco Mundial, la clase política de México pretende aprovechar la coyuntura para forzar las cosas ignorando su propio desastre y las consecuencias que esto trae.