martes, 18 de septiembre de 2007

Recreo del Lunes de J. Luis Medina Lizalde

Recreo

J. Luis Medina Lizalde

AL PRINCIPIO

La reforma electoral aprobada en ambas cámaras contiene avances a destacar: el derecho de réplica, la reasignación para fines electorales de los tiempos oficiales. La prohibición de contratar publicidad a partidos, y la prohibición del gobernante en turno para promociones en lo individual. Pero con todo lo positivo, la reforma es insuficiente en mi opinión por las siguientes razones, entre otras:
1) Quedó abierta la puerta de atrás para la venta de notas y entrevistas conocidas como gacetillas electrónicas.
2) No todo el dinero indebido de las arcas y de los narcos se destina a medios de comunicación. ¿Y el que se usa para las despensas, vales de gasolina, vales de cal y cemento, compra de votos en efectivo? ¿El uso de empleados públicos y vehículos, teléfonos, computadoras y demás bienes públicos? ¿Y la contratación de encuestas con dinero público pagadas con lo que sustraen mediante la sobrefacturación de adquisiciones? ¿Y el aplastamiento de los militantes partidarios ante quienes controlan los recursos de sus respectivos partidos? ¿Y la totalmente inútil FEPADE?
Reconozco avances importantes, pero en mi País y en mi estado hay municipios y distritos en donde no hay radio ni televisión para hacer campañas y de todos modos hay fraude.

“UN HOMBRE
INTELIGENTE,
CAMINANDO A PIE, LLEGA MÁS
PRONTO QUE UN
TONTO QUE VA EN COCHE.”

Delphine Gay de Girardin
Instalados los nuevos mandos municipales y en vísperas de integrar los equipos correspondientes, se impone una reflexión en torno a las más decisivas rutinas en el ejercicio del poder, que en mucho determinan los buenos o malos resultados de un gobierno.
A) Los gobernantes tienen los días contados; los presidentes de la República y gobernadores disponen de 2 mil 190 días y los presidentes municipales de mil 095. El empleo del tiempo que le pertenece a los gobernados puede ser óptimo, regular o pésimo. En las historias de poder hay testimonios lo mismo de dedicación profesional a gobernar que de frivolidad absoluta.
B) El gobernante es del tamaño de la gente que se rodea. Cuando se sacrifica el perfil para el puesto, se sacrifica el interés público y se toma la vía corta a la mediocridad y el fracaso.
C) La prioridad son los gobernados, sin embargo las remodelaciones de oficinas, la adquisición de vehículos nuevos, el consumo suntuario a costa del erario en hoteles y restaurantes. El turismo político con cargo al presupuesto constituyen prácticas de deslegitimación cotidiana que ahonda la distancia entre los ciudadanos y la clase gobernante, porque da el mensaje opuesto: la prioridad es el confort de los gobernantes.
D) La corrupción es indiscreta por naturaleza, así como en el tema del narco, los simples mortales suelen saber dónde, cuándo y quién se dedica al negocio mientras que la policía lo ignora, también los ciudadanos se enteran de cómo y quién le entra a los “diezmos” en la asignación de contratos, aunque la auditoría lo ignore.
A lo mejor hay impunidad penal o administrativa, pero no impunidad política.
E) Comprar la colaboración de opositores en los congresos o en los cabildos o sobornar a periodistas convierte en rehén a quien lo practica, impidiéndole sustentar su gestión gubernamental en el apoyo social.
F) Los colaboradores harán lo que le vean hacer, no lo que le escuchan decir. Lo que hace cierto que así como el gobernante es del tamaño de los que se rodea, también los colaboradores son del tamaño de quien los manda.
G) Subordinarse ante quien no debe o imponerse ante quien no debe es desestructurar el ejercicio del propio poder.
H) Decir una cosa y hacer otra, es renunciar al más importante instrumento de gobierno: la palabra dotada de credibilidad.
I) De la calidad de la información es la calidad de la decisión. Cuando el círculo que rodea al gobernante está integrado por no aptos, estos sobreviven mientras el jefe está desinformado.
J) El gobernante no tiene el derecho al verbo que tiene el candidato; su lenguaje es el de la acción. Si su antecesor incurrió en malos manejos sin consecuencias ante la ley, y el gobernante usa la información nada más para “quemarlo” estamos ante un charlatán encubridor, y si le inventa faltas para ganarle la “partida”, estamos ante un delincuente en funciones de gobernante.

AL ÚLTIMO

Ojalá que el jefe policiaco levantado en Sombrerete tenga más suerte que los levantados de Jerez.