Ciudad de Zacatecas, 9 de marzo de 2009
C. DR. FRANCISCO JAVIER DOMÍNGUEZ GARAY
RECTOR DE LA UAZ
P R E S E N T E
Estimado amigo:
Aprovechando la amistad que nos une, y de que la sinceridad es uno de los valores más preciados de la fraternidad, es que me permito comunicarle mi opinión acerca del recibimiento de su tocayo Javier Lozano Barragán, alto jerarca del Estado Vaticano, en las instalaciones del campus uaz siglo xxi, el pasado 6 de marzo.
La verdad es que me pareció un recibimiento demasiado oficioso para el representante de una entre muchas religiones, que si bien es la mayoritaria en nuestro país, no se trata de la única. Al hacer un recibimiento tan señalado al representante de la religión católica, creo yo que se cae en una falta de respeto a quienes profesan otros credos y para quienes hemos luchado desde la izquierda por la educación laica en este país, concepto que por lo visto, está cada vez más devaluado entre la propia izquierda mexicana de nuestros días, más preocupada por preservar espacios de poder que por realizar valores humanistas en la sociedad mexicana.
La Iglesia Católica, señor rector, tiene sus propios espacios educativos a los que ni personas como usted (quien atendiendo a su breve biografía publicada en el portal de la uaz, es el mayor de 20 hijos y proveniente de una familia campesina) o como yo no tendríamos acceso jamás. ¿Me entiende? Es decir: jamás, mi querido rector, sencillamente por el carácter elitista, excluyente y dogmático de su proyecto educativo, que poco o nada tiene que ver con los fundamentos de la educación pública superior de México.
Me sorprende de igual manera que, aprovechando el bicentenario del natalicio de Charles Darwin, se introduzca una especie de justificación para una visita como la que tuvo usted el pasado jueves, siendo que, como lo demuestra palmariamente la historia, ha sido la Iglesia Católica formidable adversario para el desarrollo del pensamiento científico, y muy especialmente de la teoría evolucionista. No estaría de más que se diera usted una vuelta por los anales de la historia estadounidense, por ejemplo, para que se entere cómo aún en nuestros días las ideas evolucionistas son objeto de acerbas persecuciones en los sistemas educativos de varios estados de la unión. ¡Y ahora resulta, que Lozano le rinde homenaje a Darwin! ¡Que por que el evolucionismo y el creacionismo “no se excluyen”! O yo estoy perdiendo todo sentido de la percepción o francamente se nos quiso ver la cara a los universitarios.
Sólo quiero decirle que no nos la vieron a todos y alguien debe decir algo aunque sea en esta modesta carta.
Lo invito a que si quiere homenajear a Darwin lo haga dignamente, con científicos e intelectuales serios y entendidos en la materia, y de que los reciba dignamente en esta casa que usted dice que es de todos, pero por lo visto sólo lo es para el dogma y el oscurantismo. Aunque no sé si esté en el horizonte de preocupaciones de un rector mexicano contemporáneo, del siglo xxi, hacer reconocimiento al mérito científico más que al fanatismo.
No estoy asustado, ni mucho menos. Creo que todo mexicano o extranjero tiene derecho a entrar a los recintos universitarios en esta universidad y exponer respetuosamente su pensamiento de manera libre a quien quiera escucharlo. Yo mismo he peleado por hacer realidad ese derecho, y lo seguiré haciendo. Cosa que no creo que pueda hacerse en universidades confesionales con tufillo de palmípedo (como la univer), donde se excluye los no católicos. Lo que no creo viable ni conveniente es que la uaz, sea utilizada para promover un credo religioso, cualquiera que este sea.
Esto no es un berrinche, Dr, Domínguez. No se quede con esa impresión, por favor. Es preocupación por el avance de la intolerancia en nuestro medio educativo. Figúrese usted que en la Unidad Académica de Derecho, por ejemplo, una maestra cuyo nombre no recuerdo por ser de reciente ingreso —que seguro que en caso contrario aquí se lo escribiría—, pésima docente, anda o anduvo recientemente organizando a los chavos para pedir limosna en beneficio de San Juditas, mismo que no creo que ni enterado esté del dinero recabado.
No sé si alguien se lo “llevó al baile” a usted, o a santo de qué cosa ha permitido, o más bien protagonizado un evento como el del viernes, señor rector, pero tengo plena confianza en que su espíritu universitario y sus convicciones hombre de izquierda lo hagan recapacitar al respecto.
RECTOR DE LA UAZ
P R E S E N T E
Estimado amigo:
Aprovechando la amistad que nos une, y de que la sinceridad es uno de los valores más preciados de la fraternidad, es que me permito comunicarle mi opinión acerca del recibimiento de su tocayo Javier Lozano Barragán, alto jerarca del Estado Vaticano, en las instalaciones del campus uaz siglo xxi, el pasado 6 de marzo.
La verdad es que me pareció un recibimiento demasiado oficioso para el representante de una entre muchas religiones, que si bien es la mayoritaria en nuestro país, no se trata de la única. Al hacer un recibimiento tan señalado al representante de la religión católica, creo yo que se cae en una falta de respeto a quienes profesan otros credos y para quienes hemos luchado desde la izquierda por la educación laica en este país, concepto que por lo visto, está cada vez más devaluado entre la propia izquierda mexicana de nuestros días, más preocupada por preservar espacios de poder que por realizar valores humanistas en la sociedad mexicana.
La Iglesia Católica, señor rector, tiene sus propios espacios educativos a los que ni personas como usted (quien atendiendo a su breve biografía publicada en el portal de la uaz, es el mayor de 20 hijos y proveniente de una familia campesina) o como yo no tendríamos acceso jamás. ¿Me entiende? Es decir: jamás, mi querido rector, sencillamente por el carácter elitista, excluyente y dogmático de su proyecto educativo, que poco o nada tiene que ver con los fundamentos de la educación pública superior de México.
Me sorprende de igual manera que, aprovechando el bicentenario del natalicio de Charles Darwin, se introduzca una especie de justificación para una visita como la que tuvo usted el pasado jueves, siendo que, como lo demuestra palmariamente la historia, ha sido la Iglesia Católica formidable adversario para el desarrollo del pensamiento científico, y muy especialmente de la teoría evolucionista. No estaría de más que se diera usted una vuelta por los anales de la historia estadounidense, por ejemplo, para que se entere cómo aún en nuestros días las ideas evolucionistas son objeto de acerbas persecuciones en los sistemas educativos de varios estados de la unión. ¡Y ahora resulta, que Lozano le rinde homenaje a Darwin! ¡Que por que el evolucionismo y el creacionismo “no se excluyen”! O yo estoy perdiendo todo sentido de la percepción o francamente se nos quiso ver la cara a los universitarios.
Sólo quiero decirle que no nos la vieron a todos y alguien debe decir algo aunque sea en esta modesta carta.
Lo invito a que si quiere homenajear a Darwin lo haga dignamente, con científicos e intelectuales serios y entendidos en la materia, y de que los reciba dignamente en esta casa que usted dice que es de todos, pero por lo visto sólo lo es para el dogma y el oscurantismo. Aunque no sé si esté en el horizonte de preocupaciones de un rector mexicano contemporáneo, del siglo xxi, hacer reconocimiento al mérito científico más que al fanatismo.
No estoy asustado, ni mucho menos. Creo que todo mexicano o extranjero tiene derecho a entrar a los recintos universitarios en esta universidad y exponer respetuosamente su pensamiento de manera libre a quien quiera escucharlo. Yo mismo he peleado por hacer realidad ese derecho, y lo seguiré haciendo. Cosa que no creo que pueda hacerse en universidades confesionales con tufillo de palmípedo (como la univer), donde se excluye los no católicos. Lo que no creo viable ni conveniente es que la uaz, sea utilizada para promover un credo religioso, cualquiera que este sea.
Esto no es un berrinche, Dr, Domínguez. No se quede con esa impresión, por favor. Es preocupación por el avance de la intolerancia en nuestro medio educativo. Figúrese usted que en la Unidad Académica de Derecho, por ejemplo, una maestra cuyo nombre no recuerdo por ser de reciente ingreso —que seguro que en caso contrario aquí se lo escribiría—, pésima docente, anda o anduvo recientemente organizando a los chavos para pedir limosna en beneficio de San Juditas, mismo que no creo que ni enterado esté del dinero recabado.
No sé si alguien se lo “llevó al baile” a usted, o a santo de qué cosa ha permitido, o más bien protagonizado un evento como el del viernes, señor rector, pero tengo plena confianza en que su espíritu universitario y sus convicciones hombre de izquierda lo hagan recapacitar al respecto.
Reciba un saludo fraterno.
Dr. José Enciso Contreras