sábado, 21 de marzo de 2009

México S.A.

Columna de Carlos Fernández-Vega en La Jornada
Sábado 21 de marzo de 2009.

  • Performance en el dorado puerto de Acapulco
  • Téllez, candidateado para la bolsa de valores

En el dorado puerto de Acapulco los chicos del coro organizaron el performance. Micrófono en mano, y al ritmo de un, dos, tres, la trinca infernal estrenó estribillo: “el fondo ya se está viendo… la economía está cerca de tocar fondo… está pasando lo peor de la crisis… la recuperación de la economía se podría dar en la última parte del año… hacia 2010 tendremos una recuperación más franca…”

Es la trinca (Hacienda, Banco de México y Asociación de Bancos de –en– México) que en el paradisiaco rincón turístico del Pacífico mexicano públicamente se pavonea por un logro que muy pocos en el país pueden presumir: una destartalada credibilidad aún inferior a la que, con coraje, decisión y cotidianeidad, se han ganado los devaluados legisladores y la ineficiente policía.

¡Felicidades! Diagnosticó catarrito y gripa, para después, ya con el agua hasta el cuello y el puñal clavado en la espalda de los mexicanos, reconocer que en realidad se trataba de un tsunami financiero. Incapaz de prevenir la crisis y actuar en consecuencia, la trinca jura que no se enteró de nada ni vio nada, porque nadie imaginó la profundidad de la crisis y todos se quedaron cortos con las expectativas de crecimiento, pero ahora ya determina que estamos tocando fondo y que en 2010 tendremos una recuperación más franca. Presumió que la crisis es externa, que aquí ni siquiera nos despeinaría, que la economía es sólida, de gran calado, que las cifras de empleo son históricas y que no hay elementos para una devaluación. Pero, ¡sorpresa!: la economía se desplomó, el empleo formal se fue a la lona y el tipo de cambio se disparó hasta 16 pesos por billete verde. Que no había problema con la cartera vencida de los bancos, y ésta se duplicó. Y etcétera, etcétera

Nada vio, nada previó y la crisis la agarró papando moscas, pero ahora la trinca tiene la capacidad visual y analítica –bola de cristal incluida– para asegurar que ya tocamos fondo y que a partir de 2010 México tiene garantizado un futuro venturoso (una duda: ¿por recuperación franca los mexicanos deben entender que la economía regresará a un crecimiento de 2 o 3 por ciento como máximo, la cobertura de tan sólo 25 por ciento de la demanda laboral, cada vez con menores prestaciones y salarios de hambre, y demás gracias de “antes?).

Lo mejor del espectáculo es que el performance acapulqueño de la trinca se da justo cuando el Fondo Monetario Internacional advierte que la economía mexicana entrará en franca recesión y el crecimiento económico latinoamericano será arrastrado por la mayor astringencia de las condiciones financieras y una demanda externa más débil. En las economías emergentes y en desarrollo (la mexicana entre ellas), y en los países de bajos ingresos, el crecimiento seguirá obstruido por restricciones financieras, bajos precios de materias primas, debilidad de demanda externa, y efectos asociados vertidos sobre la demanda doméstica, apunta el organismo.

Así es. Para una misma circunstancia, dos escenarios diametralmente distintos: uno de franca recuperación, el de la trinca, y otro de franca recesión, el del organismo financiero, aunque en el juego de las apuestas sobre la extensión y profundidad de la crisis la bola de cristal del FMI ha dado mayores resultados que la utilizada por los siempre optimistas muchachos de Hacienda, Banco de México y ABM, quienes según su propia confesión no vieron nada y nada registraron.

No obstante lo anterior, la cara dura es una de las virtudes de la sagrada famiglia financiera del país, y en este sentido una de las voces de la trinca, la del abucheado doctor catarrito, Agustín Carstens, cínicamente exige: “¡nadie puede culpar a esta administración (la de Calderón) de indolencia!… No somos dueños ni conductores de los acontecimientos externos, como es esta tormenta global insólita, pero tenemos en nuestras manos el timón y todos los implementos para garantizar una venturosa travesía a puerto seguro” (Fox también hablaba de puerto seguro, de timón y de barco de gran calado, y allí están los resultados. Y a Martita le fascinaba referirse a su marido como capitán de gran navío, cuando nunca pasó de marinero de agua seca).

Y si de sensibles justificaciones de cara dura se trata, allí está el inquilino de Los Pinos, presume que te presume que “no es grave la pérdida de 8 mil empleos en la primera quincena de marzo… pese a la magnitud de la crisis económica mundial (en México no existe), en la primera quincena de marzo se perdieron 8 mil empleos, cuando se esperaba una pérdida significativa… era predecible que tuviéramos una pérdida significativa de empleo, pero la variación de la primera quincena de marzo es de 8 mil puestos de trabajo; cada uno es importante, desde luego, pero me parece que vale la pena ponerlo en contexto”.

Como siempre, las cifras y los resultados que ellas documentan son acomodadas a discreción por el indolente presidente del (des) empleo. Pues bien, pongámoslo en contexto: en los últimos cuatro meses y medio, según cifras oficiales –las mismas que utiliza el inquilino de Los Pinos para minimizar lo que a todas luces es un gravísimo problema económico y social–, se han cancelado más de 605 mil empleos formales registrados en el IMSS, un monto 76 veces superior al que en Acapulco celebró Felipe Calderón, para quien, todo indica, la crisis externa arrancó el primer día de marzo de 2009, de allí que su contabilidad se limite a los primeros quince días del tercer mes de 2009.

Las rebanadas del pastel

Y ahora con ustedes otra muestra del cínico reciclaje de personajes que se caen para arriba, protegidos por el divino manto de Los Pinos: Luis Téllez, ex secretario de Comunicaciones y Transportes de Felipe Calderón, es candidato a presidir la Bolsa Mexicana de Valores en sustitución de Guillermo Prieto, aseguró este viernes Carlos Gómez y Gómez, presidente del Consejo de Administración de Santander. De acuerdo con el directivo del banco español, tras renunciar a la SCT en medio del escándalo por las llamadas telefónicas en las que acusó a Salinas de Gortari de robarse la mitad de la partida secreta, Téllez ingresó a la lista de aspirantes a dirigir la BMV, en la que también se encuentran, entre otros, Jonathan Davis, ex presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y de la Tesorería de la Federación (con indeleble sello Fobaproa) y Manuel González Sordo, ex directivo de Lehman Brothers, el banco que entre las patas se llevó a medio mundo (La Jornada).