AL PRINCIPIO
La victoria de Samuel Herrera del pasado domingo fue posible porque su equipo controla el ayuntamiento de Guadalupe de la misma forma que la victoria de David Monreal el año pasado en Fresnillo se basa en la previa hegemonía del monrealismo en ese ayuntamiento. En ambos casos, a partir de una “estructurita”, se derrota a una “estructurota”.
Equipo fallido también en los procesos electorales de la Unión Ganadera Regional, la UAZ, la CANACO, el SUTSEMOP y si la memoria me responde, tuvieron problemas hasta en la elección de la directiva de la “cofradía de San Juan Bautista” que preside las festividades de Bracho.
Pero si lo que quieren es entregarla, van bien, muy bien.
DOS VARAS, DOS MEDIDAS
No hay ningún hijo de Enrique Guzmán entre los meseros detenidos en el espacio para fiestas “Antigua San Felipe” en Fresnillo, como consecuencia de un enfrentamiento más del ejército con las bandas armadas aclimatadas en la entidad que tuvo lugar apenas antier.
Qué bueno que a este joven no se le vino el mundo encima tan solo porque los usuarios de sus servicios resultaron connotados narcotraficantes colombianos. Él no tenía el deber de saber a qué se dedican sus contratantes, y así lo entendieron las autoridades cuando lo dejaron en libertad sin que tenga que sufrir la nada grata experiencia del arraigo.
En México, la defensa de los derechos humanos ha sido tarea de gente de fe como el actual obispo de Saltillo don Raúl Vera o de periodistas admirables como Lydia Cacho o de excelsos seres humanos como doña Rosario Ibarra De Piedra. Son ellos y los de su especie, los que han hecho a México más vivible, porque los gobiernos, si no son violadores deliberados de los derechos humanos, son omisos.
Si los gobernantes no son proactivos en el tema ni tienen valor para reclamar firme e institucionalmente el respeto a los derechos humanos de sus gobernados de parte de los organismos de seguridad, mucho menos tendrán agallas para encarar a la delincuencia.
AL ÚLTIMO
Avanza la iniciativa del Senador Pablo Gómez Álvarez denominada “Ley de salarios máximos”, que después de ser aprobada por el senado, ayer fue dictaminada en comisiones de la cámara de diputados.
Pero si con todo y ser conservadora encuentra grandes resistencias, ¿Se imagina una reforma más a fondo?
Por principio de cuentas quedan a salvo los actuales ministros de la Suprema Corte gracias al principio de la no retroactividad de la ley.