lunes, 4 de mayo de 2009

Opinión de Iván Restrepo en La Jornada

Una alerta que se dio demasiado tarde
Iván Restrepo


Francia sobresale por sus avances científicos. Su Instituto Pasteur goza de renombre internacional. Merecen entonces atención las palabras del director del Instituto Nacional de Vigilancia Sanitaria de ese país, Françoise Weber, quien dijo: la epidemia de gripe humana circuló en México desde hace semanas y se detectó tardíamente, cuando llegaron los casos más graves y los decesos”.

Cuidando las formas diplomáticas, la Casa Blanca afirmó que no tiene razones para dudar de que el gobierno mexicano escondiera información sobre el brote de la gripe, previo a la visita del presidente estadunidense. “No nos notificaron nada antes del viaje”, aclaró Robert Gibbs, portavoz de Obama. Uno de los integrantes de su comitiva regresó infectado de gripe. Además, fuera de los informes oficiales (que todavía no alcanzan la condición de personas), nadie cree la versión de que el director del Museo Nacional de Antropología, Felipe Solís, murió de todas las enfermedades, menos de la nueva influenza.

Diego Palacio, ministro de Protección Social de Colombia, declaró que a su país le correspondía actuar como si ya tuvieran el virus, “no vaya a ser que nos pase lo que a México, que no tuvo las medidas en el momento adecuado o no las creyó necesarias y un par de semanas después emite alerta internacional”. Ni a Chespirito quieren ahora en Colombia.

La consultora estadunidense Veratec Corporation, especializada en biovigilancia, informó hace un mes de un caso de influenza humana en Perote, Veracruz. Lo reportó de inmediato a la Organización Panamericana de la Salud y a la Organización Mundial de la Salud (OMS). El director de Veratec, James Wilson, fue acusado de “irresponsable” por el secretario de Salud, José Ángel Córdoba, porque no avisó al gobierno mexicano oportunamente. Wilson respondió que fue el primero en alertar sobre la presencia de dicha influenza. Y agregó: “con quien debe hablar México sobre tardanzas es con la OMS, no conmigo”.

El gobierno de Brasil se quejó porque las autoridades mexicanas no informaron a tiempo sobre la presencia creciente de la gripe humana. Agenor Álvarez, director de la Agencia Sanitaria de Brasil, explicó que “hubo demora y, en casos como éste, la notificación debe ser inmediata a los demás países”.
El doctor Fernando Noble, de la Clínica Londres (ciudad de México), aseguró que “estábamos alertados del brote de influenza desde inicios de año, cuando ya se manejaba como pandemia. Incluso Enrique Ruelas Barajas, del Consejo de Salubridad General de la Secretaría de Salud, pidió que los hospitales estuvieran preparados “para cualquier pandemia”. Noble lamenta que las autoridades federales emitieran tarde la alerta.

En las conferencias de prensa que presiden los secretarios de Salud y del Trabajo, los periodistas transmiten las quejas de la población por la mala atención y el trato discriminatorio que reciben en hospitales y centros de salud los posibles infectados. En la radio, denuncian cobros de mil pesos y más por atenderlos, pese a que el gobierno asegura que el servicio es gratuito. En los sanatorios de provincia, en el de la Raza y en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, los empleados protestan por la falta de equipo para protegerse de la gripe.

En algunos noticiarios se acusa de negligente al titular de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa), quien, en vez de andar clausurando hoteles en Quintana Roo, debió tomar las medidas necesarias para evitar los graves daños que ha ocasionado a la salud pública el funcionamiento de las Granjas Carroll, ubicadas en Perote, Veracruz. Sin embargo, esa negligencia se remonta a los tiempos en que otros dos panistas sin empleo fueron convertidos de la noche a la mañana por el señor Fox en expertos en temas jurídico-ambientales: José Luis Luege e Ignacio Loyola.

Finalmente, tres preguntas: ¿quién ordenó desmantelar los institutos especializados que México tenía desde mediados de los años 50 para estudiar y enfrentar las epidemias? ¿Qué presidente desoyó la recomendación de la OMS (1999), de prepararnos para enfrentar posibles epidemias? ¿Por qué, si el gobierno tenía todo bajo control, en dos semanas murieron tantas personas por influenza humana y por otras?

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