Por J. Luis Medina Lizalde
Publicado el 21 de mayo de 2009 en el periódico IMAGEN
AL PRINCIPIO
YA NI EN LA PREPA SE PELEAN ASÍ
En el pleito entre la gobernadora y el senador Monreal algunos piensan que hay que estar “con melón o con sandia”.
Quienes así razonan, seguramente consideran que la radicalización del conflicto es irresistible, por el contrario, creo que flota en el ambiente social una exigencia de mesura para ambos.
La moderación reclamada no implica la renuncia a sus diferencias ni a sus respectivos intereses si estos son legítimos, la ecuanimidad que se demanda es la que pone en primer plano el interés público.
Atizar el conflicto puede serle útil a los adversarios políticos de ambos, pero no a la sociedad.
Habrá quienes piensen que el choque les da ocasión de ganarse una candidatura de diputado local el año próximo y no vacilen en lanzar lodo congraciador, aunque la sociedad pierda con ello.
Si Amalia García y Ricardo Monreal son incapaces de ponerse de acuerdo sobre cómo tratar sus desacuerdos en la vida pública de manera que “no tiren el niño junto con el agua sucia”, que no les sorprenda el desencanto ciudadano.
Quienes así razonan, seguramente consideran que la radicalización del conflicto es irresistible, por el contrario, creo que flota en el ambiente social una exigencia de mesura para ambos.
La moderación reclamada no implica la renuncia a sus diferencias ni a sus respectivos intereses si estos son legítimos, la ecuanimidad que se demanda es la que pone en primer plano el interés público.
Atizar el conflicto puede serle útil a los adversarios políticos de ambos, pero no a la sociedad.
Habrá quienes piensen que el choque les da ocasión de ganarse una candidatura de diputado local el año próximo y no vacilen en lanzar lodo congraciador, aunque la sociedad pierda con ello.
Si Amalia García y Ricardo Monreal son incapaces de ponerse de acuerdo sobre cómo tratar sus desacuerdos en la vida pública de manera que “no tiren el niño junto con el agua sucia”, que no les sorprenda el desencanto ciudadano.
¿CORTINAS DE HUMO O INCENDIOS?
Al gobierno panista de Morelos le fue muy bien con el enfrentamiento que protagonizan Amalia García y Ricardo Monreal.
El escándalo que inició el sábado 16 con la fuga de los 53 reos alcanzó tal resonancia que opacó otro igual o más grave en el estado de Morelos ese mismo día, cuando el secretario de seguridad pública es detenido por la SIEDO.
Ese mismo día Germán Martínez, líder nacional del PAN, que sin duda es de los que “la pescan al vuelo”, se “solidariza” con Amalia obsequiándole una manzana envenenada mediante una frase que él bien sabe de múltiples lecturas: “No te rajes, Amalia”.
Al día siguiente se agotan los ejemplares de todos los diarios que circulan en la entidad. Es domingo, pero todo mundo se levantó temprano para leer los detalles de la espectacular evasión de reos.
El lunes por la mañana se publica otro escándalo zacatecano en el diario Reforma referente a que investigan a los Monreal, que cuando se lee, se advierte que se refiere a los hechos que en Zacatecas conocimos hace cuatro meses y que fueron difundidas profusamente por el mismo medio contra el cual se querella el empresario José Aguirre por haberle atribuido falsamente parentesco con un delincuente. Reforma toma de esta publicación también las fotografías.
A partir de ese día, los medios nacionales dan cuenta del virulento debate en donde Monreal acusa a Amalia de refritear la información como cortina de humo de la fuga de los presos y la senadora Claudia Corichi envía un escueto comunicado donde dice que las acusaciones de Monreal son cortina de humo (del decomiso de marihuana en un inmueble de Cándido Monreal, hermano del senador).
Gómez Mont, secretario de gobernación, prominente panista asume el rol de vocero de la PGR y confirma la existencia de averiguaciones previas derivadas del decomiso en Río Florido, Fresnillo.
Ayer, Ricardo Monreal solicita licencia temporal para ponerse a disposición de las autoridades en una clara estrategia de victimización política porque contra él no hay procedimiento alguno.
A la gobernadora no le conviene hacer lo mismo porque sólo se puede victimizar ante un poder superior. Si no, ella se auto disminuye. Al poder le está vedado tirarse al suelo para que lo levanten.
Hasta ahora, ayudados por el escándalo zacatecano, el control de daños operado por los panistas para proteger al gobierno de Morelos ha sido infinitamente más eficaz que el de los perredistas con el de Amalia García, en donde la nota de sensatez la da el senador Carlos Navarrete, cuando llama a la cordura, pero los estribos están perdidos.
AL ÚLTIMO
DETRÁS DEL HUMO, LA TERCA REALIDAD
Creo que la justicia federal tiene un compromiso con los zacatecanos, la aclaración a plenitud del caso Cándido Monreal y el correspondiente fincamiento de cargos contra él y los que resulten responsables, o la reivindicación de su nombre, si eso se deriva de una investigación apegada a derecho.
Pero que eso no impida reconocer que en Zacatecas hay crisis de seguridad pública y que el equipo encargado de la misma no da el ancho. Hay muchos casos graves sin resolver y muchos hechos ocultados, como el secuestro de policías en Villa de Cos y la instalación de retenes delincuenciales visitados por patrullas policiacas.
Nos encontramos el lunes en el recreo
luismedinalizalde@gmail.com