J. Luis Medina Lizalde
Imagen, Zacatecas 16 de octubre 2008
AL PRINCIPIO
Los amotinamientos en el Cereso son avisos a tiempo.
Hay muchas cosas qué revisar. Lo saben en la Procuraduría, los jueces, los litigantes y amplios segmentos sociales por la vía de los familiares de los
reclusos.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos no puede optar por el bajo
perfil.
Su presencia tiene que ser vigorosa, oportuna, enérgica, independiente. Su reto es convertirse en la fuente confiable para la
sociedad.
Demostrar que su integración partidizada no les ató las manos.
Su papel no es el de fungir de avaladora de las versiones oficiales, eso no le sirve a nadie, ni siquiera a los autores de las versiones oficiales.
Cierto que está cañón, pero ya se metieron, y ni modo.
GOBERNANTES DE LENTO APRENDIZAJE
Celebro el anuncio de la gobernadora de que habrá austeridad en el 2009.
No creo que un gobierno sea digno de confianza, mucho menos de izquierda, si carece de dos ejes de conducta administrativa: uno, la austeridad en el ejercicio del gasto corriente, y dos: prevención y castigo de la corrupción.
Entiendo que ambas cosas son insuficientes para hacer un buen gobierno, pero estoy seguro que su puesta en práctica gestaría una clase política respetable y respetada, muy diferente a la que ahora malgasta los dineros públicos.
Los más lujosos hoteles del centro histórico de la Ciudad de México son frecuentemente ocupados por presidentes municipales, regidores y funcionarios de ayuntamientos de diversos partes del país que no pueden pagar las cuotas al IMSS ni tener un cuerpo policiaco medianamente servible.
Apenas el pasado lunes el Comité de Acceso a la Información de la Suprema Corte de Justicia de la Nación acordó no mostrar los recibos de nómina de los ministros, solicitados por un particular, porque estos recibos “contienen datos que pueden confundir a la población”.
El Senado de la República, no obstante la majestuosidad de sus recintos, está en espera de que concluyan su nueva sede, financiada con 2 mil millones de los
contribuyentes.
Sólo carcajadas provocó la rifa de la pueril maniobra con la que se quiere disimular los hábitos de jeque árabe que Elba Esther Gordillo ha impuesto en el SNTE.
Ahora regala Hummers como antes viajes en cruceros, centenarios o rolex.
Antier, en su comparecencia ante comisiones, la contralora interna del Estado mencionó algo que desde hace meses salió a la luz, en este mismo diario:
Una nota de Olinka Valdez, del 18 de mayo del presente, nos dice que bajo el esquema de Proyectos de Prestación de Servicios (PPS) se espera el inicio de operaciones de noviembre de 2009 y que el megaproyecto “requerirá una inversión de mil 200 millones de pesos y de acuerdo a la modalidad, la empresa tiene contrato con el gobierno estatal por los próximos 22 años para que en ese lapso financie, construya y opere la infraestructura”.
A la Legislatura, por la que se advierte, le pasó de noche.
Como de noche les está pasando a los diversos partidos, una omisión sumamente grave del plan anticrisis de Felipe Calderón:
No introduce medidas de racionalización del gasto, y con ello incurre, una vez más, en demoras
contraproducentes.
Cuando los hechos lo obliguen a la cirugía presupuestaria, el costo que habremos de pagar será mayor, y seguramente en perjuicio de muchos empleados públicos.
Es de preguntarse por qué siendo para los analistas tan obvia la necesidad de tijera al gasto corriente (no el gasto social ni el de infraestructura), ¿por qué para Calderón no lo es?
¿Por qué el PRD, el PRI y los demás partidos no urgen al gobierno en esa
dirección?
La única explicación que se me ocurre es que en la medida en que partidos distintos al PRI acceden al poder, en esa misma medida hacen suya la cultura del dinero bronco y del dinero manso; como categorizaba el dinero público y el dinero privado el nunca bien ponderado Gonzalo Santos, líder moral de la clase política, a la que se le está deshaciendo el país entre las manos.
AL ÚLTIMO
Le pasó a un amigo que sabe de leyes y policías, que conoce por dentro cómo funcionan las corporaciones y las agencias.
En un estacionamiento del parque Arroyo de la Plata lo encañonaron dos sujetos, intentan robarle su vehículo, pero no atinaron a encenderlo, se conformaron con su celular y 100 pesillos que encontraron.
Eran las 9:30 de la mañana cuando le pasó lo que le pasó.
Lo vieron otros usuarios del parque.
Cuando le pregunté si denunciaría, me contestó con mucha convicción: “no me gusta perder el tiempo”.
Y, créame, él sabe de lo que habla, lo ha vivido desde el otro lado de la mesa.
