jueves, 12 de febrero de 2009

Recreo

J. Luis Medina Lizalde
Publicado en Imagen, Zacatecas el jueves 12 de febrero de 2009

La delincuencia ha rebasado a todos los que gobiernan


AL PRINCIPIO
Hay veces que las culpas individuales son culpas sociales, tal es el caso de las de Marcial Maciel, quien hizo de la fe religiosa su instrumento para abusar gravemente de los niños que cuando adultos gritaron su verdad al mundo, nadie los escuchó. Los jerarcas del clero, con otros tan severos, guardaron silencio y algunos salieron en impúdica defensa.
Marcial Maciel se inclinó por la opción preferencial de los ricos, por eso un grupo de adinerados empresarios armó un boicot publicitario en contra de los poquísimos medios que dieron voz a los ultrajados. Ahí empezó el vía-crucis del dueño del canal 40, perseguido hasta tener que huir del país. A Carmen Aristegui le significó la exclusión de la gran televisión abierta.
A Marcial Maciel le salió barata su doble moral, la prostituida justicia mexicana se volteó para otro lado y el Vaticano lo mandó “castigado al rincón”, desautorizado para oficiar misa y para hacer declaraciones.
Ahora que se fue sin pagar lo que debe y que se admite oficialmente su doble vida al predicar el celibato y tener mujer e hijos sin que se asuma su denunciada condición de pederasta, es menester asumir que a un Maciel lo hizo posible la atmósfera de deleznable complicidad de muchos.

¡DIGÁMOSLE “NO”
A PONCIO PILATOS!
Corresponde a los tres niveles de gobierno garantizar la seguridad de los gobernados, lo peor que nos puede pasar es que “se echen la pelota unos a otros”, y que las diferencias políticas no se asuma con la responsabilidad que la situación exige.
La delincuencia ha rebasado a todos lo que gobiernan, sean del partido que sean.
La visión que sugiere que el combate a la delincuencia organizada es sólo responsabilidad de la federación no sólo es jurídicamente discutible, sino políticamente auto-saboteadora, porque le brinda a los presidentes municipales la coartada perfecta para que sigan siendo, en el menos malo de los casos, testigos mudos del intenso trajinar de los que secuestran y extorsionan. Al grado que hay algunos que incorporan a la policía a alguien que “se lleve bien con ellos”.
Un caso elocuente al respecto es el que me narra un expresidente municipal de Villanueva en el sentido de que seis de los ocho policías que despidió él por cocainómanos, forman parte de la policía de Villanueva que con tanto denuedo reinstaló el actual presidente, a pesar de que sólo cinco de 42 pasaron la prueba que les aplicaron con motivo de la más reciente protesta ciudadana.
Otra aseveración oficial que no resiste la prueba de los hechos es la de que hay coordinación de los tres niveles de gobierno en lo referente a la seguridad. Fresnillo lo ejemplifica:
La Agencia Federal de Investigación (AFI) sigue como “convidada de piedra” en el estado y sólo oímos hablar de ella cuando trasciende que los secuestradores usan el uniforme de la corporación al momento de llevarse a sus víctimas.
Pero la más irrefutable demostración de que cada quien anda por su lado, la dan las flagrantes diferencias entre lo que informa el Ejército y la versión difundida por el gobierno del estado:
Mientras que para el gobierno los atacados son integrantes de las Bases Operativas Mixtas, para el Ejército fueron ellos y nada más ellos los que enfrentaron a los pistoleros en la batalla del 7 de febrero. La coordinación no alcanza ni para una rueda de prensa conjunta.
No son solidarios con la gobernadora quienes la inducen a reiterar que Zacatecas es el más seguro después de Yucatán basándose en lo afirmado por Luis de la Barreda, académico que preside una Organización No Gubernamental, quien además presenta su información referida al 2007. Pero aunque fuera cierto, como consuelo, no sirve.
Pero en donde es extrema la irresponsabilidad de quienes nutren su criterio en estos temas, es cuando la hacen decir que el secuestro es de jurisdicción federal, porque ella no es abogada, si no sabría que en el artículo 266 del Código Penal de Zacatecas se tipifica el delito de secuestro, o sea que no hay para donde hacerse.

AL ÚLTIMO
Los diputados locales bien pudieran verificar las condiciones de hospedaje y alimentación de los integrantes de las Bases Operativas Mixtas y de la unidad del Ejército instalada en Villanueva.
He recibido correos electrónicos que yo no puedo verificar en donde describen una situación de precariedad, que de ser cierta debería corregirse de inmediato.
Nos encontramos el lunes en el recreo