J. Luis Medina Lizalde
Imagen, Zacatecas 18 de septiembre 2008
AL PRINCIPIO
Digno de apoyo social es el exhorto de la gobernadora para que los ayuntamientos ya no expidan licencias para giros negros.
Si la Legislatura comparte el criterio del Ejecutivo, puede transparentar el Estado de cosas de los expendios de bebidas alcohólicas y enfrentar la paulatina “cerverización” de la juventud zacatecana, y luego, legislar al respecto.
Las instituciones educativas pueden tomar sus precauciones para que las “bienvenidas” dejen de ser las borracheras colectivas de año tras año.
Para eso hay que enfrentar la corrupción que está en el fondo, pero vale la pena, porque es una manera concreta de la prevención.
Sería una lástima que todo se quedara en exhorto.
MIENTRAS SE INSISTA EN GOBERNAR CON EL ADEPTO AUNQUE SEA INEPTO, DIFÍCILMENTE TENDRÁ CREDIBILIDAD LA “GUERRA AL CRIMEN ORGANIZADO”.
La criminal acción contra los reunidos en Morelia, Michoacán, para la ceremonia del Grito de Independencia, marcan un antes y un después en la historia de descomposición social en que estamos inmersos los mexicanos.
Las granadas arrojadas a las desprevenidas personas, sepultaron el mito de que la espiral de violencia es entre narcos.
“Que se maten”, suelen decir los desinformados ciudadanos inducidos a creer que la violencia es menor y menos amenazante de lo que realmente es.
La minimización de los hechos ingratos tiene el propósito de aminorar la inconformidad social, pero esto ya no se logra, por el contrario, la inconformidad crece y crece. Pero ésta puede ser manipulada en aras de mantener la más criminógena política económica que ha padecido México.
Eso busca la criminalización del adversario y de la protesta social.
Ningún gobernante municipal, estatal o federal tiene derecho a colocar y mantener individuos no aptos para la función pública por razones de afecto personal o conveniencia.
A la hora de identificar los factores que acentúan la debilidad del Estado frente a la delincuencia, sobresale la ineptitud manifiesta de Mouriño en Gobernación y de Guillermo Valdés como titular en el CISEN.
Igualmente en Zacatecas, mientras prevalezcan las visiones auto-complacientes en materia de procuración de justicia, a pesar de la acumulación de hechos delictivos sin aclarar.
Algunos cuerpos policiacos están bajo las órdenes de individuos que se hacen notar por los incidentes etílicos que protagonizan.
¿Cómo justificar la tardanza para nombrar titular de la seguridad pública en Jerez?
A BOCA CERRADA NO ENTRAN ZETAS
Al igual que en el resto de la República, en el periodismo zacatecano hay autocensura.
Frecuentemente se nos interroga sobre la razón por la cual no se difunde en los medios un determinado hecho.
Hasta ahora ningún periodista zacatecano ha sido desaparecido o asesinado como ha ocurrido en otros lados. Pero ya se han presentado gravísimos episodios de intimidación.
Hace unas semanas una reportera fue perseguida hasta las instalaciones de la Policía Preventiva de la capital, y advertida de que no debería seguir con el tema de los ex custodios desaparecidos
Desde entonces no publica.
Es más que justificada la prudencia del periodismo zacatecano. Aunque eso impide la labor informativa.
La convocatoria a la participación ciudadana contra la delincuencia, implica que la gente esté suficiente y verazmente informada del asunto, para que sepa a lo que se mete.
Entendemos la necesidad de que se fortalezca la cohesión del gremio periodístico.
Más allá de la natural competencia entre empresas de comunicación, el periodismo será más indefenso y, por lo tanto, menos útil a la sociedad, si no emerge el espíritu de cuerpo.
AL ÚLTIMO
El encendido verbo con que la gobernadora aludió al senador Monreal en su cuarto informe, recibió respuesta mediante el igualmente encendido verbo de David Monreal con motivo de su primer informe.
Dependiendo de las simpatías de cada quien, la clase política discute a cual de los dos le fue mejor.
Pero mucho me temo que para quienes no viven apasionados los encuentros y desencuentros de los actores políticos, que son mayoría, lo mínimo que consideran es lo inoportuno de estas reyertas.
Los mexicanos acostumbramos referirnos a situaciones que revelan inconciencia con la expresión de “ven la tempestad y no se hincan”.
Los más globalizados, al ver pleitos como éstos, en medio de la inseguridad y el deterioro económico, piensan en la caída de Bizancio, la cual sucumbió en medio de discusiones que desde entonces se llaman bizantinas y que según la leyenda, versaban en torno a que sexo tenían los ángeles.
Otros dicen que la controversia era alrededor de si Adán tuvo ombligo.
Para otros más el debate era sobre cuántos ángeles podían pararse en la punta de un alfiler.
Tres grandes misterios que la humanidad no ha podido resolver.