J. Luis Medina Lizaldee
Imagen, Zacatecas, 29 de septiembre 2008
Amabilidad con cargo al presupuesto
Los contralores no controlan y la SFP no funciona
AL PRINCIPIO
Con la decisión de otorgarle la Medalla Belisario Domínguez a Miguel Ángel Granados Chapa, el Senado se honra a sí mismo. Granados Chapa es autor de una columna honesta y valiente, no insulta, argumenta, no adula, reconoce, no hurga en vidas privadas y los temas que aborda son los de interés público.
Como los periodistas del siglo XIX, asume definiciones ideológicas, despreciando el cómodo escudo de la ambigüedad.
Hasta el poder económico y político lo respeta.
APRENDIENDO DE LOS NUEVOS RICOS
Hace unos cuantos días acudí a un restaurante a reunirme con un pequeño grupo que provocó una confusión en el servicio: los meseros suponían que acudíamos a la reunión de la Comisión Estatal de Derechos Humanos que se celebraba allí mismo.
El habitual público de los noticieros televisivos locales podrá advertir cómo los funcionarios de las diversas dependencias de los tres niveles de gobierno son entrevistados en los restaurantes, dentro de los horarios que no son de su tiempo libre.
En contrapartida, el Palacio de Gobierno languidece por falta de uso.
Remodelaciones van y vienen pero el otrora centro nervioso del poder político ahora es bastión del aburrimiento.
Lo mismo pasa con la sede de la antigua Tesorería y el legendario Palacio de la Mala Noche.
La otra cara de la moneda la constituye la dispersión física de las oficinas públicas, consecuencia de una gran cantidad de arrendamientos de inmuebles, algunos de los cuales tienen su origen en la pertenencia de sus propietarios a los círculos del poder.
La denominada Ciudad Gobierno pretende ser un ejercicio previsor, modernizante, ojalá lo sea, porque corre el riesgo de simbolizar el deseo de distancia con los gobernados.
El inconsciente también gobierna, pudiera decirnos Freud.
En los años 70, una tarde septembrina, el general Pámanes quiso tener un gesto amable con algunos líderes del movimiento campesino-estudiantil: nos ofreció boletos para los gallos.
El rechazo automático de lo que se entendió como maniobra de cooptación fue acompañado por una argumentación que hoy por hoy sigue siendo válida: usar el dinero público de ese modo es hacer caravanas con sombrero ajeno.
El gesto del general lo malinterpretamos, no había pretensión de cooptación, era simplemente un gesto amable, pero eso no le resta validez al razonamiento.
Sobre todo porque sigue viento en popa el regalo de boletos para palenques y corridas de toros.
Amabilidad con cargo al presupuesto, amabilidad cada vez más plural.
¿QUIÉN DIJO QUE NO SE PUEDE
JUNTAR EL DEBER CON EL PLACER?
Cuando cursaba la licenciatura, organizar viajes de prácticas nos llevaba invariablemente al puerto de Acapulco o a Mazatlán o a Puerto Vallarta, y no porque fueron lugares de cultivo excelso del derecho.
Ahora, con cargo al presupuesto, las fracciones parlamentarias se reúnen dizque para elaborar su propuesta de agenda legislativa en caros centros vacacionales.
Los funcionarios municipales y estatales han encontrado un modo de turistear con cargo al presupuesto, creando “asociaciones” que sirven para maldita la cosa eligiendo directivas que sirven para lo mismo, reuniéndose periódicamente para “puro conocer”.
Estos botones de muestra dan cuenta de que los contralores no controlan y la Secretaría de la Función Pública no funciona.
Por eso hemos tirado a la basura durante 8 años los ingresos de excedentes petroleros.
El desperdicio de horas-hombre, los desproporcionados ingresos de la alta, burocracia, la subutilización del patrimonio físico público, el turismo disfrazado de quehacer público, es lo visible de la irracionalidad con que opera el aparato público.
El futuro inmediato es de crisis: disminución de remesas, caída de exportaciones, carestía, crisis alimentaria, no disponibilidad de crédito, etc.
¿No es hora de pedirle a la clase gobernante que inicie un esfuerzo de auto-corrección?
AL ÚLTIMO
Después del “papelón” que protagonizaron Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora con la toma de las instalaciones de la AFI por la Policía Federal Preventiva, se acredita la incapacidad para poner orden en el cumplimiento de la tarea más delicada de gobierno alguno: el de la seguridad.
La primera acción de Genaro García Luna como titular de la AFI fue uniformar de azul a sus subordinados, mostrando de entrada su pequeñez.
Cuando Alejandro Martí habló con el procurador general de la República para pedirle ayuda para localizar a su hijo, Medina Mora le dio como respuesta: “Tanto a usted como a su hijo, los tengo presentes en mis oraciones”, ¡Valiente procurador!
Ambos deben irse, por bien de la República.
Nos encontramos el jueves en el recreo
luismedinalizalde@
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