martes, 5 de agosto de 2008

El Recreo

J. Luis Medina Lizalde
Imagen, lunes 4 de agosto 2008


AL PRINCIPIO
Murió Alejandro Aura, poeta, autor, guionista, conductor de radio y de televisión, dramaturgo, promotor de lecturas y de lectores.
Murió y el gobierno del Estado produjo tres versiones oficiales sobre su función en Madrid.
Una: que no trabajó para el gobierno del Estado; dos: director de la Casa de Zacatecas en Madrid, según la esquela; tres: que Alejandro poseía una empresa en España cuyos servicios contrataba el gobierno del Estado.
Triste que esta penosa desinformación suceda con Alejandro Aura, fundamentalista de la claridad, no se lo merece.

JUVENTUD, ENFERMEDAD QUE SE CURA CON LOS AÑOS
Antes de cumplir los 11 meses en el cargo, el presidente municipal de Zacatecas vive una desgastante controversia que inicia con la denuncia -por los regidores del PRD, PT y uno del PAN- de un contrato de luminarias considerado perjudicial para el interés público y por un informe al respecto de la Auditoría Superior del Estado.
La polémica inicia con un asunto y en su transcurso brotan otros, es así como nos enteramos que:
- Se contrató a una empresa privada de Querétaro varios perros policía, a 3 mil pesos mensuales cada uno, según unos, y a 12 mil pesos mensuales, según otros.
- No le pagan un centavo a los veladores de las colonias populares, por lo mismo, cada 8 días van de puerta en puerta recogiendo “lo que sea su voluntad”.
- El contrato de arrendamiento de luminarias infla el precio de los mismas, y le otorga a la arrendataria condiciones excepcionalmente privilegiadas, según un voluminoso expediente cuya parte sustancial ha sido difundida por diversos medios de comunicación.
- Se contrata a una empresa para notificar a deudores del impuesto predial, ésta se ostenta con matriz en San Luís Potosí, ciudad a la que acuden regidores que denuncian que tal empresa es más cuento que realidad.
El ayuntamiento paga 200 pesos por cada notificado y la empresa, a su vez, ofrece 40 pesos por cada notificado que pague.
Al contralor perredista le atribuyen una actitud complaciente. El presidente lo defiende.
El tesorero del municipio se queja de los dictámenes negativos de la síndico municipal, su correligionaria.
El regidor perredista Reyes Romo defiende a la síndico municipal, panista.
Antes les había salido barata la violación a la legalidad cuando enviaron policías y patrullas para custodiar una asamblea ganadera en Villanueva, un baile en Trancoso y un baile en Genaro Codina.
Ahora el presidente declara como aconsejado por su peor enemigo “que los diputados son entrometidos”, que “no saben leyes financieras” y que él no es abogado y no tiene por qué saberse la Ley Orgánica del Municipio.
El pasado viernes el municipio suspendió las obras de las instalaciones de la feria mediante una inusual ostentación de fuerza. El asunto se arregló en unas horas, pero exhibió al gobierno del Estado como indolente y el municipio exhibió su pobre concepto de la observancia de la ley.
A Calderón lo declaran culpable “en automático” sus adversarios internos y externos.
También lo declaran “víctima” sus adeptos internos y externos.
Lo sensato es demandar que la Legislatura cumpla su deber de llegar al fondo y que, una vez aclarado todo, la ley ponga a cada quién en su lugar.
Los diputados acostumbran reaccionar como la muchedumbre que, piedra en mano, pretendía lapidar a María Magdalena cuando Jesús les dice que “aquél que esté libre de pecado, que lance la primera piedra”, y… Magda la libró.
Esperemos que éste no sea el caso.

AL ÚLTIMO
Ni como promesa electoral se habla de austeridad en los gobiernos, 8 años de excedentes petroleros han sido tirados al desperdicio, Suburbans, viajes y más viajes, congresos en destinos turísticos, compra de halagos en los medios, oficinas remodeladas a cada rato, etcétera.
Mientras tanto, cientos de miles de jóvenes no tienen un lugar para estudiar, las instituciones de salud llenas de carencias de todo tipo, la inflación regresa y el empleo no llega.
En el municipio de Zacatecas, cada regidor recibe mensualmente 25 mil pesos de remuneración, más 14 mil para “ayudas”, mil para teléfono celular, y 80 litros de gasolina.
Cuenta también cada uno con un asistente.
Y no es que todos estén de acuerdo, sólo que la remuneración a la clase política se salió de control, y para revertir la situación, habrá de construirse una reforma que surja de abajo hacia arriba.

Nos encontramos el lunes en el recreo
luismedinalizalde@gmail.com