J. Luis Medina Lizalde
Imagen, 18 de agosto 2008
AL PRINCIPIO
TAN IMPORTANTE EL “QUÉ”, COMO EL “CÓMO”
El domingo 24 de agosto, Zacatecas, al igual que la región norte del país, será escenario de una consulta nacional en torno al petróleo.
Soy un convencido de que la apertura al capital privado en el caso de Pemex es contraria a todos, incluyendo al sector privado mexicano, pero igualmente me convence la consulta, el referéndum, el plebiscito, la revocación del mandato y la iniciativa popular.
Si adecuáramos el orden jurídico para plasmar una síntesis de las democracia representativa y participativa, modernizaríamos en serio la vida política mexicana con las siguientes ventajas:
A) Los ciudadanos, al involucrarse constantemente en las decisiones de trascendencia, pasarían de ser espectadores a protagonistas.
B) Los ocupantes de puestos de elección popular serían sometidos al control social, y su desempeño mejoraría notablemente al saberse expuestos a la revocación si no dan el “ancho”, o se pasan de gandallas.
C) El poder público se fortalecería al invocar el parecer ciudadano ante las presiones del exterior y los poderes fácticos.
La consulta ciudadana es, pues, un esfuerzo en la dirección democratizadora que en Zacatecas tendrá inobjetables testigos sociales: el abogado e historiador José Enciso Contreras, la promotora cultural Jania Estrada Lazarín, el ingeniero Héctor Márquez Valerio, el maestro universitario Abel García Guízar, el licenciado Guillermo Huitrado Trejo, extitular del Instituto Electoral del Estado, y la profesora Carmen Ordaz.
El coordinador general de la consulta es el diputado José María González Nava.
El esfuerzo es cuesta arriba, como todo lo que vale.
Y LO PEOR DE TODO ES QUE SE LA CREEN
Un muy querido amigo vive un drama: hace unas semanas, su primo hermano fue secuestrado, los plagiarios exigieron a la familia que reunieran el rescate. Los allegados cooperaron y juntaron la elevada suma, pero los plagiarios no dan señales de vida y se teme lo peor.
A un compadre del secuestrado hace unos meses “lo levantaron”, exigieron y obtuvieron un rescate de 300 mil pesos y lo devolvieron brutalmente golpeado “para que no se le ocurra abrir la boca”.
... Y no la ha abierto.
Personal del Hospital General me relató cómo a altas horas de la noche, individuos armados se llevaron a un joven que era atendido de lesiones con arma de fuego, el joven fue rematado y tirado en una colonia popular.
Un muy estimado amigo fungió como negociador del secuestro de un familiar, y él sí le comunicó a la autoridad la situación, pero “la autoridad” le sugirió que mejor pagara el rescate, lo que con muchos esfuerzos hizo.
En los últimos días, Jorge Ibarrarán, conductor del programa radiofónico “De Interés” y amigo personal, encontró su vehículo con el medallón del parabrisas destrozado.
En el momento en que me narraba el incidente, se me ocurrió, con toda inocencia, preguntarle si ya había acudido al Ministerio Público, y el buen Jorge me clava una mirada como diciéndome “¿De cuál fumaste?”, para luego decirme contundente: “¿Qué caso tiene?”.
Estos casos no son todos, y no soy al único al que le han sido contados.
La razón por lo que relato estos casos es la increíble “chatez” del discurso oficial que insiste en clasificar a Zacatecas “entre los cinco estados menos inseguros”.
En un país donde el IMSS, el INEGI se contradicen en las cifras del empleo, deberíamos ser más cautos a la hora de argumentar estadísticamente, sobre todo cuando el tema es la seguridad pública, donde reina tal caos, que los cuerpos policiacos son incapaces de detectar a sus miembros con antecedentes penales hasta que no ocurre un hecho que los desenmascare.
Si muchos delitos no se denuncian, si algunas veces la propia autoridad “sugiere arreglos” en vez de perseguir a los delincuentes, ¿en qué se pueden basar para ubicarnos en la tabla de medallas en eso de la seguridad?
Sólo en la subestimación de la inteligencia de la gente.
AL ÚLTIMO
La matanza del pasado sábado en Chihuahua hizo recapacitar al gobernador y a las “fuerzas vivas”. Piden reconsiderar los operativos militares y se emprendan acciones de precisión.
¿Era necesario tanto derramamiento de sangre?
El próximo jueves, en la reunión cumbre de la seguridad va a estar toda la clase gobernante. ¿Saldrían todos bien librados si ahí se practicara una sorpresiva prueba anti-doping?
Nos encontramos el lunes en el recreo.
luismedinalizalde@ gmail.com