lunes, 25 de agosto de 2008

El Recreo

J. Luis Medina Lizalde
Imagen, 25 de agosto 2008


AL PRINCIPIO

Juan Carlos Romero, atleta que hace historia al ser el primer zacatecano en participar en los juegos olímpicos.
Al final de la competencia, declaró lo que todos sabemos: la carencia de apoyo real al deporte.
En Zacatecas testificamos el repentino “enamoramiento” con el atleta cuando se instala una pantalla gigante en la plaza Goitia para que la gobernadora, familiares y amigos vieran a nuestro paisano hacer de tripas corazón para llegar a la meta de los diez kilómetros en el lugar veintinueve.
Vino el despliegue de “espectaculares” en ese insensato desperdicio de recursos públicos con que se estila gobernar en Zacatecas y en la república.
Pero las campañas publicitarias no logran ocultar una dura verdad: el deporte en México es botín económico de hombres de negocios y botín político de gobernantes.
Algunos casos ilustran lo anterior:
Moisés Aldape, ciclista mexicano, se metió en tremenda bronca cuando junto con el entrenador decidió usar un uniforme distinto al de la marca comercial patrocinadora porque carecía de calidad y violaba el
reglamento.
A Moisés se le hizo de lo más natural decir la verdad a la prensa y la empresa en cuestión reaccionó con furibundas amenazas y los burócratas del olimpismo hicieron que el pobre Moisés pidiera disculpas.
Algo parecido sucedió con las voleibolistas de playa a las que les tuvieron que prestar el uniforme las compadecidas deportistas alemanas.
Hay historias que llegan al corazón como la de Guillermo Pérez, medalla de oro en Tae Kwon Do cuyos padres se dedicaron a “botear” para acompañar a su hijo a Pekín.
Conmueve saber que la medallista de oro en la misma disciplina, María Espinoza, al viajar al entrenamiento, fingía estar dormida para ahorrarse el pasaje del camión.
También conmueve saber que Jesús Sánchez, décimo octavo de los cincuenta kilómetros de marcha, no abandonó porque ahí estaba su mamá, una humilde vendedora de periódicos que se pagó sus propios gastos para ver a su hijo.
Como cada cuatro años, se escuchan las declaraciones de “indignación”, pidiendo cuentas.
¿Pedirle cuentas a los boxeadores a quienes los tenis les producían callos por corrientes? ¿O a la pesista Luz Acosta que le entregaron uniforme con costuras que la lastimaban en cada movimiento?
¿Los atletas deben rendir cuentas por los uniformes deslavados y descosidos?
Mejor pídanles perdón.

DE LOS GOBERNANTES NO HAY SOLUCIÓN, DE LOS
GOBERNADOS, A LO MEJOR

La reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública confirmó el pronóstico: es un modo de salir del
paso.
No se explica por qué son de diferentes partidos los ahí reunidos, si son tan iguales, si piensan tan iguales si actúan tan iguales.
Iguales al no incluir el diagnóstico de la descomposición social, la falta de oportunidades de empleo y educación.
Iguales al no reasignar a la seguridad el excesivo gasto en auto-promoción para lograr con publicidad el reconocimiento que no logran con sus acciones.
Iguales practicantes de la incongruencia al suscribir el pacto de grandilocuente nombre con verdaderas “joyas” de la conducta no apegada a derecho, como Romero Deschamps, Elba Esther Gordillo, Mouriño, Mario Marín y Ulises Ruiz.
Iguales con su indignación selectiva, ya que sólo reaccionan cuando la víctima del delito pertenece a la élite.

A VER SI LA CARGA
HACE ANDAR AL BURRO

La población descontenta con la clase gobernante anuncia una movilización ciudadana para el 30 de agosto que tendrá su expresión también en la capital zacatecana.
La marcha “Iluminemos México” es reacción al asesinato del adolescente Fernando Martí.
Será numerosa porque cuenta con todo el apoyo de las televisoras nacionales, cadenas de radio y principales diarios.
Puede significar una valiosa contribución ciudadana a la superación de la situación, si presiona a las autoridades a ocuparse de las causas y no sólo de los efectos de la crisis de seguridad.
Pero puede instrumentalizarse para justificar la cancelación de libertades como respuesta al sentimiento de indefensión.
¿La marcha impulsará el compromiso con las víctimas pobres y clase-medieras, no sólo con los adinerados?
Deseamos que sí.

AL ÚLTIMO

El periodismo zacatecano experimenta la intimidación del crimen organizado, el frustrado “levantón”, el pasado lunes, de una persona que trabaja en los medios de comunicación, es una ominosa señal de que ya nos envuelve la atmósfera en que la autocensura reina.
La muerte del corresponsal de Televisa en Guerrero y la de los reporteros de Tv Azteca en Monterrey, y de muchos otros en diversas partes del país ha convertido a la mayor parte de los medios de comunicación en simples reproductores de boletines oficiales.
Sólo hay un país en el mundo con más periodistas asesinados que México: Irak.
De ese tamaño es el problema.

Nos encontramos el lunes en el recreo.
luismedinalizalde@
gmail.com