Un ejmplo de saqueo fallido de Pemex
Hay un producto de la petroquímica que, a pesar de haber sido “borrado” de la lista que existe en la ley de bienes exclusivos de la nación, sigue siendo producido totalmente por Pemex. A pesar de los intentos de privatizarlo. Y es, además, un producto muy importante para el resto de la industria petroquímica. Es el etileno.
Se informa que la capacidad instalada, toda de Pemex, se está utilizando al 64 por ciento. Y no porque no haga falta más. Empresas privadas han buscado formar un complejo, con Pemex como socio minoritario, para producirlo. Ya hubo un fracaso, el gobierno de Fox intentó privatizar la producción del etileno mediante el Proyecto Fénix, y fracasó.
En este y otros casos de privatización en petroquímica los fracasos tienen mucho que ver con el gas natural muy caro, y éste es la materia prima fundamental. Tanto en el caso del etileno como en otros, si el gas natural es, como ha sido, muy caro, sobre todo comparado con precios de periodos anteriores, pues no va a ser rentable la producción ni para Pemex ni para los particulares.
El del gas natural es parte de un fenómeno muy amplio, resultado del Tratado de Libre Comercio y, en general, de la cadena de compromisos que tienen y tuvieron los gobiernos recientes con la administración estadunidense. Por encima de lo que dice la Constitución, que establece que los hidrocarburos (que incluyen, entre otros, el petróleo y el gas natural) tienen un carácter estratégico y que son exclusivos de la nación, se acepta una “lógica” comercial del país vecino. Los precios, “normalmente”, deben ser fijados por el mercado. Si no hay competencia, los precios no son fijados así. Y como Pemex, a pesar de lo que diga el artículo 28 constitucional, es un monopolio, pues sus precios no son los del mercado.
Los precios deben ser fijados entonces en función de los del mercado “libre” más cercano geográficamente a nosotros, y en especial, en este caso, al principal punto de importación de gas natural: el sur de Texas. Y ese precio es carísimo, junto con el de Henry Hub, Luisiana, son de los precios de referencia más caros del mundo.
Ahora, el actual gobierno quiere lograr que se produzca etileno, también con un consorcio de participación privada mayoritaria, mediante el proyecto Etileno XXI. Falta resolver que a ellos sí se les entregue gas natural barato. Y eso, claro, está por verse, si todos los compromisos que llevaron al gas caro pueden hacerse a un lado para favorecer a un grupo muy localizado de empresas.
Como el etileno es el producto estratégico en la petroquímica y de éste se derivan múltiples petroquímicos llamados secundarios, se debe mantener bajo el control y protección del Estado para garantizar el crecimiento industrial en el país, con el objetivo de impulsar el desarrollo de la petroquímica nacional. Se cumpliría el artículo 28 constitucional, también.
Además, dado que el etileno es un hidrocarburo o, en el lenguaje del artículo 27 constitucional, un carburo de hidrógeno, también se le aplica este artículo, tanto porque “corresponde a la nación el dominio directo” del mismo, como que “el dominio de la nación es inalienable e imprescriptible” y que en esta materia “no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos”.
La iniciativa privada puede y debe hacer la transformación secundaria del etileno. Eso sí es compatible con la Constitución y con las leyes.
No se puede ignorar que se sabotea a Pemex manteniendo su planta productora de etileno muy por abajo de su capacidad productiva. Es un producto caro, especialmente con los precios actuales del gas.
¿Por qué decimos que el etileno es un hidrocarburo? Porque sólo tiene, en sus moléculas, átomos de carbono y de hidrógeno. Más precisamente, dos átomos de carbono y cuatro de hidrógeno en cada molécula.
Este es un caso de privatización que ya no está directamente en las iniciativas del gobierno federal y de un sector del PRI. El cambio legal se hizo hace años, pero no se ha podido llevar a la práctica. En todo caso, lo que debe hacerse es volver a incluir el etileno en la ley, en la lista de bienes exclusivos de la nación. De hecho y en cuanto al contenido del problema, sí es parte de la lucha por defender Pemex y la soberanía nacional.