AL PRINCIPIO
Benjamín Romo Moreno fue cobardemente agredido el pasado jueves a las 11:30 de la mañana, en la soledad de su cubículo. Su agresor, además de golpearlo, lo amenazó de muerte y lo emplazó a que se retirara de la contienda por la dirección de la Unidad Académica de Economía.
Benjamín Romo es universitario prestigiado por su calidad como maestro, es estricto. Su honradez es ampliamente reconocida.
Es hombre de diálogo y de firmes convicciones, en 1968 fue el único presidente de la sociedad de alumnos que se negó a firmar un manifiesto de apoyo a Díaz Ordaz.
Su agresión nos agravia a muchos, ojalá las autoridades universitarias y civiles asuman lo delicado del episodio. El agresor es un prófugo de la justicia perfectamente identificado.
EL ÉXITO ES ESE VIEJO TRÍO: HABILIDAD, OPORTUNIDAD Y VALENTÍA: CHARLES LUCKMAN
Ayer se cumplieron 50 años de la primera transmisión de la XEEL de Fresnillo, que junto con la XEIH constituyen Torres Corporativo.
Una proeza empresarial que da testimonio de que los lazos familiares no son obstáculo sino inspiración profunda cuando hay sabiduría vital.
El fundador de la empresa, el señor José Antonio Casas Torres, es portador de una biografía ejemplar:
Se acredita mediante estudios por correspondencia como técnico en electrónica especializado en radiocomunicaciones.
A los 15 años instala el primer taller de servicio radioeléctrico en el Estado de Zacatecas.
Participa en el diseño, construcción e instalación de transmisores de la XELK de Zacatecas, en 1937, y al año siguiente, en la XEMA de Fresnillo, a la cual proveyó de mantenimiento durante varios años.
También se ocupó de la instalación de la primera emisora FM en el Estado, Stéreo DIF, ahora Radio Zacatecas.
Desde que tenía 25 años, el señor Casas Torres empezó a “dale y dale” solicitando una concesión, la cual logró a partir de una brevísima audiencia con el entonces presidente de la República, Adolfo Ruiz Cortines, en gira por el Estado.
La radiodifusora inició con un transmisor de 250 watts de potencia construido por el dueño, incrementando el alcance en diversas etapas hasta llegar a los 5 mil watts, con los que ahora opera la “L”.
Allá por los años 60 del siglo pasado, adquirió un radiotransmisor que mediante anuncios clasificados ponía a la venta la esposa del presidente gringo Lindon B. Jhonson, quien se entretenía como empresaria radiofónica mientras que su marido sudaba la gota gorda con los vietnamitas.
Obtuvo en 1970 la concesión otorgada a nombre de su esposa, la señora Juana Gallegos, de la XEIH, que transmite con 10 mil watts de potencia.
El señor Casas Torres fue exitoso en donde otros suelen fracasar: la inclusión de su familia en el quehacer empresarial (12 hijos, tres mujeres y nueve hombres).
COMBATIRÉ HASTA LA MUERTE LO QUE DICES, PERO DEFENDERÉ CON MI PROPIA VIDA TU DERECHO A DECIRLO: VOLTAIRE
En 1973 nace en la XEIH el programa “El pueblo canta”, inicialmente con Roberto Quintanar como conductor y poco tiempo después y hasta la fecha, bajo la batuta de Francisco “Quico” Torres y con la participación en distintas etapas de Roberto Cabral y Juan Cid (q.e.p.d.).
En 1991 surge el programa “Comentarios” en la XEEL.
La denuncia pública, el teléfono abierto y la petición ciudadana son los ingredientes de sus emisiones de periodismo radiofónico, antes que el concepto adquiriera notoriedad con “Paco” Huerta y su “Voz pública”.
Otro elemento que honra a Torres Corporativo es que en todas sus emisiones informativas (con José Ricardo y Jaime Quiroga por la mañana, y por la tarde el mismo José Ricardo y su hermano José Alfonso), el público recibe claramente separada la opinión de la información. Lo cual es mucho mérito en un País donde las empresas minimizan, distorsionan, o de plano ignoran la información que contradice las personales creencias de dueños y directivos.
Desde este modesto espacio, me sumo al homenaje a Don Antonio Casas y su señora esposa, y al mérito empresarial indiscutible de la familia Torres Gallegos.
Y al “Javo”, mis mejores augurios de que también habrá de honrar la memoria de su abuelo.
AL ÚLTIMO
Pepe Narro tiene fama de buen negociador, y lo ratifica al comprar para el Partido del Trabajo la casa que ahora ocupa en Genaro Codina número 617.
Ahí estuvo el Instituto Zacatecano de Bellas Artes (IZBA), a mediados de los años 60 del pasado siglo. Ahí hizo un mural Antonio Pintor, con la temática de las artes prehispánicas.
El IZBA cambió de sede y la casona fue ocupada por la Policía Judicial y el edificio adaptado a propósitos alejados del goce estético.
Se pintaron las paredes y se cubrió el mural de Toño Pintor.
Años después la adquirió el PT. Dándole “su manita de gato” al edificio, emerge tras las capas de cal el bello mural que en estos momentos rescata Salvador, hermano del artista fallecido. ¿Alguna duda de Narro como negociador?
Murió Arturo García Escobedo, mi maestro de historia en la secundaria. Toda una vida en la izquierda, todo un ejemplo.
Nos encontramos el lunes en el recreo.
luismedinalizalde@ gmail.com