miércoles, 7 de enero de 2009

Que no falte la dosis diaria de indignación: "Venden a extranjeros cartera vencida a 5 y 10% de su valor"

Nota principal de La Jornada, 7 de enero 2009

■ Sólo Pendulum y SCRAP II administran deudas por 14 billones de pesos en libros

■ Mínima, la recuperación para Infonavit, IPAB, SAE y Fovissste, afirman diputados perredistas

■ De 2005 a 2006 se vendieron derechos de cobro de 523 mil 418 créditos, no casas: Infonavit

Enrique Méndez

Aun cuando operan con razones sociales distintas, Pendulum y SCRAP II forman un solo grupo de cinco empresas dedicado a la cobranza de cartera, con un mismo domicilio en el piso 8 de Paseo de la Reforma 404, cuyo negocio ha permitido al corporativo “administrar” deudas “por 14 billones de pesos en libros”, es decir, el precio de referencia de los bienes que, al ser adquiridos por estas compañías en paquetes a subasta o remate, únicamente pagan entre 5 y 10 por ciento de su valor.

“Es ahí donde está el negocio, porque gracias a las triquiñuelas de funcionarios públicos, el valor en libros se reduce a centavos y la recuperación para el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) o el Sistema de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) es mínima. Es una denuncia que hemos hecho de manera sistemática, porque el dominio de la compra de cartera lo tienen en México empresas extranjeras, como Pendulum, que es la más fuerte, y GMAC, que es de la armadora de automóviles General Motors”, explicó el dirigente de El Barzón, Alfonso Ramírez Cuéllar.

Negocios entre amigos

Ayer, después de que este diario publicó que el Infonavit vendió a esas empresas cartera vencida de 110 mil casas, el coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Javier González Garza, recordó que el presidente del consorcio es Enrique Colliard, quien fue director de recursos corporativos del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), y que en 2006 adquirió 37 mil créditos del Infonavit para SCRAP II, por los cuales sólo pagó mil 783 millones de pesos, es decir, 48 mil 189 pesos por cada vivienda, en promedio.

Esa operación fue avalada por el actual director de la constructora de vivienda Homex, el empresario de origen gallego David Leopoldo Sánchez-Tembleque Cayazzo, ex subdirector general de planeación y finanzas del Infonavit, cargo para el que fue propuesto al consejo de administración, en enero de 2002, por Víctor Manuel Borrás Setién, quien lo conoció cuando ambos trabajaban en BBVA-Bancomer.

Ramírez Cuéllar recordó que el ex funcionario entregó otro paquete de vivienda a Campark, ligada a Construcciones Prácticas, propiedad de los hermanos Manuel y Jorge Alberto Bribiesca, hijos de Marta Sahagún e hijastros de Vicente Fox.

Se trata, explicó, de un negocio en favor de empresas con sede en Estados Unidos, que ya quebraron en ese país debido a la crisis financiera. Informó que en diciembre pasado, durante una reunión a la que asistieron él, González Garza y el presidente de la Comisión de Seguridad Social, Miguel Ángel Quintero Navarro, Borrás reconoció que el Infonavit había entregado 100 mil créditos vencidos a compañías privadas, pero se comprometió a frenar estas operaciones.

Por su parte, el Infonavit aseguró ayer, en carta enviada a este diario, que entre 2005 y 2006 “se vendieron derechos de cobro de 523 mil 418 créditos y no casas”, y que al menos la mitad de las viviendas “se encontraban invadidas, abandonadas o traspasadas ilegalmente”. Asimismo, explicó que en los casos de Sonora y Sinaloa sólo se vendieron los derechos de 7 mil 4129 créditos y no de 38 mil.

Señaló que cualquier beneficiario de un crédito del Infomavit cuyos préstamos hayan sido vendidos a empresas tiene la posibilidad de regularizar su situación, y que sólo han aceptado este trámite 726 personas; en tanto, “70 por ciento de ellas optaron por las alternativas ofrecidas por algunas de las compradoras”.

Ramírez Cuéllar, quien forma parte del Consejo de la Defensa de la Vivienda del “gobierno legítimo”, aseguró que “la privatización silenciosa” no se ha frenado mediante la bursatilización y subasta de la deuda. Sin embargo, expuso, no se trata de un caso único del Infonavit; es parte de una estrategia para favorecer a empresas privadas desde el IPAB, el SAE y el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste), que han entregado más de un millón de créditos a intermediarios.

“Esto ha traído en consecuencia que la ferocidad de los particulares para quitar las propiedades a sus dueños se incremente, y que afecten a miles de personas, no sólo a las que adquirieron un crédito hipotecario, sino también a agricultores que recibieron financiamiento de la banca de desarrollo, principalmente de lo que fue Banrural, cuya cartera se transfirió al SAE.

“En este negocio participa un sector del gobierno que se dedica a promover y a forzar resoluciones de instituciones para que la venta de la cartera se acelere, y dejan en desprotección absoluta a miles de mexicanos”, expuso.

Recordó que desde El Barzón se sostiene una pelea permanente para que el Infonavit, el SAE y el IPAB detengan la entrega de cartera a empresas particulares, que “venden a precios de chatarra, cuando se pudiera encontrar un esquema justo de pago por parte de los acreditados, ya que se venden lotes enteros y quienes hacen negocio son los agentes privados dedicados a la especulación”.

En entrevista aparte, González Garza calificó de “robo” la transferencia de cartera del Infonavit a Pendulum y SCRAP II, porque además a los deudores no se les concede el “derecho de tanto”, es decir, pugnar porque se les venda a ellos la cartera al mismo precio que a las empresas privadas, las cuales pagan al Infonavit, en promedio, 20 mil pesos por cada crédito.

“Se trata –agregó– de compañías extranjeras que tienen ligas con el PAN, que revenden la cartera a más de 300 mil pesos. Y se venden a empresas que tienen ligas con los Bribiesca. Son los mismos, es la misma empresa, a la que le venden casas a precios absolutamente irrisorios para que ellos las comercien”.

Pendulum es la cabeza del corporativo dedicado al cobro de cartera vencida y vigente, que agrupa a otras cuatro empresas dedicadas al mismo objeto: Corporación para la Recuperación y Utilidad de Deuda, Sociedad Limitada de los Activos de Gramercy, Sociedad Corporativa para la Resolución de Activos y Propiedad (SCRAP) y SCRAP II.

De acuerdo con su página de Internet, “Pendulum administra más de 50 mil créditos hipotecarios, 10 mil créditos comerciales y más de 3 mil hipotecarios residenciales, por más de 14 billones de pesos de valor en libros”, y “proporciona servicios financieros” a las otras cuatro empresas con las que comparte dirección y el mismo conmutador.

Con ese mismo esquema, las cuatro empresas la “contratan para cobrar los créditos en su nombre”, una vez que los bancos comerciales o el Infonavit le ceden “los derechos legales de recuperación”, con lo que “el nuevo propietario legal del préstamo puede ser” cualquiera de sus asociadas.

Acuerdos satisfactorios

En contradicción con las quejas de los deudores del Infonavit, que ahora tienen que pagarle a Pendulum, esta compañía asegura: “trabajando con deudores que han incumplido en sus pagos, nuestra estrategia es encontrar una resolución mutuamente satisfactoria, basada en el valor de mercado actual de la propiedad que sirve de garantía del préstamo. Estamos dispuestos a ofrecer salidas alternativas para resolver los préstamos con deudores que han incumplido en sus pagos, incluyendo: un pago en una sola exhibición, una serie de pagos a corto plazo o una restructura global del crédito, dando forma a un nuevo crédito hipotecario con las tasas prevalecientes del mercado”.