jueves, 8 de enero de 2009

Recreo

J. Luis Medina Lizalde
Imagen, Zacatecas, 8 de enero 2009


Calderón es de los que “ve llover y no se hinca”

Anuncia el congelamiento del precio de las gasolinas, pero no su disminución

AL PRINCIPIO
Los exbraceros y los ciudadanos solidarios con su causa, programaron para hoy 8 de enero una marcha que partirá de la Alameda a eso de las 10 de la mañana, para denunciar que las autoridades federales les están recogiendo los documentos originales con los que pueden demostrar su participación en el programa que convino el gobierno mexicano con los gringos para emplear mano de obra mexicana entre 1942 y 1964.
Durante todo ese tiempo, los patrones gringos retenían el 10% del salario de cada trabajador y mediante el gobierno gringo se le entregó al gobierno mexicano para que éste a su vez lo hiciera llegar a los trabajadores una vez repatriados.
El dinero nunca llegó a sus destinatarios por obra y gracia de la corrupción gubernamental.
La vitalidad creciente de la ciudadanía en lucha, ha permitido que la noble causa de los braceros sea retomada por una porción de sobrevivientes que han tenido que bregar contra la indiferencia de una clase gobernante que reacciona sin conciencia histórica al no proceder a la devolución de lo robado.
En los países que transitan a la democracia se empieza por aplicar el peso de la ley a los que la transgredieron durante el viejo régimen, no por venganza insana, sino como compromiso con la erradicación de esos males.
En México la alternancia no ajusta cuentas con el pasado. De otro modo, del Congreso de la Unión surgiría la iniciativa de investigar el monumental atraco. En vez de eso, le regatean lo que es suyo a los humildes ancianos que con mucha razón desconfían de las autoridades que les recogen su documentación
original.
Las inevitables vicisitudes que la ciudad padece cada vez que hay una marcha son de la misma índole de las producidas por carreras ciclistas, eventos atléticos o roscas de reyes como la que ayer motivó una interrupción del tráfico en el centro histórico de la capital zacatecana por mucho más tiempo del que se necesitaría si los organizadores fueran más considerados con la sociedad.

TARDE Y CON SUEÑO
Con diferencia de unas cuantas horas, la gobernadora de Zacatecas y Felipe Calderón anunciaron sus respectivos paquetes de medidas contra la crisis.
Sin duda, es desde el gobierno federal desde donde se puede construir una estrategia que atienda los intereses de la mayoría social, si es que se tiene conciencia de lo peligroso que resulta continuar privilegiando a un reducidísimo núcleo de mexicanos y extranjeros apoderados de nuestra economía.
Calderón es de los que “ve llover y no se hinca”, anuncia el congelamiento del precio de las gasolinas, pero no su disminución, a sabiendas de que los mexicanos la pagamos mucho más caro que en los Estados Unidos.
Pero lo peor es que el precio del diesel continuará subiendo a pesar de que es un insumo altamente inflacionario y que a los transportistas agricultores y pescadores los mantiene en una verdadera zozobra.
La onerosa propaganda financiada con recursos públicos no alcanza a disimular la lentitud con que reacciona el calderonismo. Primero, para entender que la crisis estructural no es el inofensivo “catarrito” que hace un año veía su secretario de Hacienda, y luego para llevar a la práctica lo que anuncia.
En el caso del anuncio de la gobernadora de un seguro de desempleo por seis meses consistente en mil pesos mensuales y en la modesta ayuda a las madres solteras, habrá que conocer más información, pero sin duda se advierte la falta de un plan de ahorro preciso cuando hay mucha tela de donde cortar.
Un verdadero auxilio a la economía familiar al alcance del gobierno del estado hubiera sido el restablecimiento de las tarifas anteriores del agua para consumo doméstico.

AL ÚLTIMO
La noticia tuvo poco eco porque se produjo en los primeros días del año, pero el monto de las multas a los partidos políticos que ya no admiten recurso en contra, se entregó al Conacyt en cumplimiento a lo dispuesto en el Artículo 53 de la Ley del Presupuesto de la Federación 2009.
Las multas a los partidos son el mejor indicador de la capacidad de cada uno para ajustarse a la normatividad vigente.
El desprestigio de los partidos, combinado con la elevada estima social de que goza la ciencia, puede llevarnos a festinar la situación. Pero si lo pensamos bien, la política de transferir el monto de las multas partidarias describe más bien un menosprecio por la investigación científica, pues si fuera prioridad, su financiamiento no requeriría de las ineficiencias
partidarias.

Nos encontramos el lunes en el Recreo