La Jornada, 29 de junio 2008
■ No pueden con él
Mientras usted está leyendo el periódico, decenas de miles fluyen hacia el Zócalo. Acuden a la convocatoria de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Tras dos años de las elecciones fraudulentas de 2006 se mantiene como líder indiscutible y prácticamente el único de la oposición. No ha claudicado y ha mantenido sus propuestas sin llamar jamás a la violencia. Los cotejos con sus adversarios resultan favorables para él. Calderón es un presidente débil, sin un proyecto definido afronta simultáneamente varias crisis. El PRI no es un verdadero partido de oposición.
Algunos analistas reconocen que AMLO ha tenido triunfos parciales en la resistencia a la privatización de Pemex, pero son raros los que se dan cuenta que su objetivo a largo plazo es construir un movimiento que puede cambiar al país. En estos dos años ha visitado con éxito dos tercios de los municipios y registrado a 2 millones 200 mil adherentes. 200 mil están organizados en brigadas con instrucciones y entrenamiento. Tras la feroz campaña de calumnias, golpes y traiciones, AMLO está en pie de lucha y no parece debilitarse sino crecer. Podría decirse: “¿qué tiene Andrés Manuel, que los reaccionarios no pueden con él?”
Con excepción del Cisen, los expertos en política no están tomando en cuenta el surgimiento del obradorismo. Significa que parte importante de la sociedad política está generando un nuevo polo. AMLO no sólo es un líder carismático, sino tiene un proyecto alternativo de nación, una propuesta de modernización bien articulada.
Este domingo AMLO dará por terminada la etapa de organización del movimiento de resistencia. En dos meses, ha visitado todas las capitales y las ciudades importantes del país. Ha pasado revista a centenares de miles de brigadistas, los ha arengado y entusiasmado. El proyecto de reforma ha sido frenado, pero no abatido. El PRI se manifestó oficialmente en contra, pero no es imposible que dé marcha atrás. Si lo hace, y con el PAN imponen la reforma, el movimiento de AMLO iniciará acciones de resistencia civil pacífica que sacudirán al país y a la opinión internacional.
Como dijo Manuel Bartlett, la posibilidad de esa movilización es el verdadero obstáculo a la imposición de Calderón.
AMLO apoya la iniciativa de Marcelo Ebrard para celebrar el 27 de julio en el DF una consulta popular con el auxilio del IEDF. En muchos municipios se hará un ejercicio similar. Romperán los precedentes históricos. Abrirán el camino de la democracia participativa.