lunes, 2 de junio de 2008

El Recreo

J. Luis Medina Lizalde

AL PRINCIPIO

Una vez más se acredita aquello de que “no tiene la culpa el gringo, sino el que lo hace compadre”.
Todavía no sueltan los dólares del dichoso Plan Mérida y ya los gringos ponen sus condiciones inaceptables para un País soberano.
Calderón dice una cosa en su lugar cuando se queja de que “nosotros ponemos los muertos y los gringos los adictos”. Y Toni Garza, embajador gringo, rezonga diciendo otra verdad: México también tiene adictos.

AHÍ VIENE EL CHARRO BLANCO

Ha nacido el Sindicato de Trabajadores de Confianza al servicio de los Poderes y los municipios de Zacatecas.
Su antecedente fundacional se remonta al 9 de abril del año en curso, en el momento en que “reventaron” la iniciativa de un grupo de empleados de confianza del gobierno del Estado, mismos que padecieron un prepotente avasallamiento cuando a su reunión acuden varios cientos de sus compañeros a los que los jefes que los enviaron no les dijeron, que, además de aplastar a sus compañeros, habrían de aprobar estatutos y comité ejecutivo de un nuevo sindicato.
Así lo hicieron.
Las carteras de dicho comité son secretario general, organización, conflictos, finanzas, prensa y propaganda, actas y acuerdos, capacitación y profesionalización, acción ideológica, cultura y deportes.
El periodo de duración del cargo es de 3 años y la asamblea general es la máxima
autoridad.
Por cada 20 trabajadores hay un delegado seccional. Y desde el pasado 16 de mayo han sido nombrados 38 delegados con sus respectivos suplentes.
Ya obtuvieron el correspondiente reconocimiento legal, tanto la organización como el Comité Ejecutivo.
A primera vista, pareciese que estamos frente a una más de las maniobras propias de la derecha patronal, que tantas veces ha frustrado la emergencia de sindicatos auténticos.
Pero las cosas apuntan en otra dirección:

“LA CONFIANZA ES MADRE DEL DESCUIDO”
Baltasar Gracián

El perfil de la mayoría de los empleados de confianza del gobierno del Estado corresponde al de profesionistas que combinan formación con experiencia en el servicio público.
Habitualmente pendientes de los asuntos públicos, son poseedores de una conciencia política cotidianamente enriquecida por su contacto con la realidad correspondiente a su área
laboral.
Constituyen, sin duda, un valioso capital humano para todo gobernante, es más: frecuentemente son los que “sacan al buey de la barranca”, porque con mucha frecuencia les toca como jefes a individuos que “no sacan el perro de una milpa”, pero que son del contentillo “de arriba”.
Por eso no es de extrañar que cuando uno habla en confianza con ellos, muestran pena por el “papelón” que les hicieron hacer cuando irrumpieron en el Teatro del Seguro Social aquel 9 de abril.
Conocen la connotación moral del término “esquirol”.
Si no protestaron indignados al tomar conciencia de las cosas, es por la indefensión de su situación, sin certidumbre laboral, sin la mínima estabilidad que los ponga a salvo de energúmenos con nombramiento.
Es justamente la insatisfacción con esa realidad la que ha generado muchas expectativas para hacer de esta organización un instrumento de auténtica defensa de sus legítimos intereses.
El próximo miércoles esperan entrevistarse con la titular del Ejecutivo para expresarle que las demandas más sentidas son:
* Que el servicio civil de carrera deje de ser letra muerta
* Una homologación salarial (desde hace 12 años no se les aumenta) o, en su defecto, una homologación tabular (en relación a las percepciones de sus equivalentes en otras Entidades).
* Integrarse a la junta directiva del Issstezac
* Programas de vivienda
* Atención odontológica y oftalmológica, etcétera.
Demandas justas todas.
Este viernes, según lo previsto, tomarán posesión los 38 delegados seccionales del sindicato en cuestión.
El futuro dirá si la voluntad de los agremiados logra determinar un camino democrático para preservar sus derechos.
...O se convierten en la tercera vía, entre el sindicalismo charro y el sindicalismo blanco.
La vía del charrismo blanco, con una zacatecana denominación de origen.

AL ÚLTIMO

Incapaz de la autocrítica, la clase gobernante le echa la culpa a los precios internacionales de los alimentos del incremento de los precios de los mismos en México.
Anuncia aún más apertura para las importaciones de maíz, trigo, sorgo, soya, etcétera.
Se otorga un incremento de 120 pesos a cada una de las 5 millones de familias que reciben una cantidad mensual de Sedesol para subsistir.
Echeverrismo puro el de ellos, los que hablan de populismo y se persignan.
Lo que se traduce en que, al igual que con el narcotráfico, atacan los efectos, sin ocuparse de las causas.
Si nos hubiéramos preocupado por ser autosuficientes en la producción de nuestra comida, como es deber de todo País que se pretenda soberano, otro gallo nos cantara con la subida de los precios internacionales de los alimentos, que ahora enarbolan como justificación del desastre.