Para la economía es muy malo que las próximas elecciones en México sean hasta julio de 2009, pues lo más probable es que el gobierno siga aumentando su gasto corriente y así desperdiciando los recursos del petróleo.
El auditor fiscal de la Federación señaló en su participación en el debate energético en el Senado que el gobierno de Vicente Fox recibió ingresos por encima de lo que presupuestó (llamados “excedentes”) por 722 mil millones de pesos o casi 70 mil millones de dólares, casi el doble de la deuda externa del sector público.
Aun cuando el Presupuesto ya cubre todos los gastos del año bajo el supuesto de incrementos razonables, una vez recibidos los ingresos excedentes el gobierno los gastó en vez de ahorrarlos. Lo malo es que 73% lo dedicó al gasto corriente y sólo 13% a la inversión física.
Infortunadamente, hay una continuidad entre el gobierno de Fox y el actual, pues el gasto corriente sigue aumentando. En 2007 los excedentes fueron 126 mil millones de pesos y en 2008 (sólo por el petróleo) serán casi 200 mil millones más.
El gasto corriente ha aumentado aun a mayor velocidad que cuando Fox. En sólo dos años (2007-2008) saltó casi 400 mil millones de pesos.
Estos aumentos son peligrosos porque no son sostenibles. Además, porque si el gobierno no los ha evitado, significa que ya son parte de su esquema de gobierno. Así, cualquier reducción futura sólo ocurrirá forzada por alguna crisis. A la ley de Murphy, “todo lo que puede salir mal, saldrá mal”, el corolario de Finagle (ley de dinámica negativa) agrega: “en el peor momento posible”.
En efecto, la trayectoria de gasto público corriente se mantiene en el peor momento para la economía estadounidense desde 1929.
Así como el gobierno se equivocó en sus previsiones sobre la economía estadounidense, primero negando su debilitamiento y luego minimizándolo, igual se equivocó en sus cálculos de exportaciones de petróleo. En sus Criterios de Política Económica para el Presupuesto de 2009 presupuestó exportación de mil 683 millones de barriles diarios (mbd). En mayo la exportación apenas llegó a mil 376 mbd, es decir, casi 300 mil barriles diarios menos.
La producción y las exportaciones están bajando y es una tendencia firme. Si el gasto sigue aumentando, cuando se reduzca el ingreso petrolero el país viviría una grave situación. Como tratará de ocultar el problema hasta julio de 2009, sus decisiones tendrán efectos acumulativos fatales.
Desde 2006 el actual gobierno habrá aumentando su gasto en alrededor de tres puntos porcentuales del PIB, gracias a mayores precios del petróleo. Pero una caída del volumen de exportación obligaría a fuertes recortes. Sólo para recordar, cuando Ernesto Zedillo tuvo que recortar el gasto por la crisis que heredó de Salinas en 1995, el recorte fue salvaje y apenas llegó a 1.3 puntos porcentuales en el gasto corriente y 0.4 puntos en la inversión física.
En la administración de Carlos Salinas el déficit en la cuenta corriente externa que finalmente causó la devaluación se veía insostenible desde 1992. En esta ocasión el déficit está oculto, pero sólo mientras duren los altos precios del petróleo y los volúmenes de exportación. Como vamos, el desenlace será muy doloroso. Las recriminaciones serán como las que recibió López Portillo por haber desperdiciado la oportunidad histórica de ingresos petroleros sin precedente. Y eso que López Portillo invirtió más en capacidad industrial y en oferta de alimentos.
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Analista económico